“No he conseguido absolutamente nada de lo que me propuse hace más de 8 años”. “Cuando volví a mi ciudad natal, sin plan alguno, me sentí una completa fracasada. Lo admito”. Así de contundente se mostraba en LinkedIn, hace unos días, Paloma Fernández, una joven de 26 años que tiene un mapa. También tiene una empresa, pero, sobre todo, atesora un mapa.
Ese mapa puede guiarla a un lugar que muchas personas se pasan toda la vida buscando: un enclave en el que confluyen los éxitos profesionales, la satisfacción personal y la autorrealización. Tiene olfato: se dedica a vender aromas para el hogar y a construir comunidad en Bahía Lemon. Lo hace en Elche, su ciudad. “Quizá esto no es lo que soñé. No, no lo es. Es mucho más. En Elche. Junto a mi familia. Esto es más de lo que algún día pude soñar”, concluía Fernández en su celebrado post de LinkedIn.
Tienda online de aromas
Tal y como cuenta esta joven a Consumidor Global, estudió un doble grado de Periodismo y Publicidad, y no consideraba la posibilidad de crear una tienda online de fragancias para el hogar. Aspiraba, en cambio, a formar parte de alguna gran agencia de comunicación o a desarrollar su carrera en televisión.
Parte de su familia, eso sí, se dedicaba al sector del hogar, y su tía tenía una marca cuyo nombre había ideado ella: Bahía Lemon. De vez en cuando, le echaba una mano con el branding, a la par que continuaba su camino profesional por otro lado, en el sector de la comunicación de influencers. Sin embargo, sentía que ese no era su sitio. “No sabía bien cuál era mi camino ni sabía qué debía hacer, y creo que mis posts de LinkedIn reflejan eso. Me he sentido muy perdida”, reconoce, sin ambages.
Olfato, vídeos y creatividad
Bahía Lemon llevaba dos años en activo y no tiraba. De hecho, recuerda Fernández, cuando ella decidió tomar las riendas estaba a punto de cerrar. En ese momento de impasse, le propuso a su tía comprar el 50% de la empresa. “Bahía Lemon era el bebé de mi tía y, prácticamente, mi sobrino. De vez en cuando le aconsejaba con esto o lo otro, y le dije que me quería dedicar a esto, me gustaban los aromas y sabía hacer vídeos. Sentía que en ese puesto mi creatividad podía abrirse completamente”, relata.
A esta joven, el sector del hogar y la perfumería “le interesaba”, en concreto la francesa, “que tiene una calidad espectacular”. Por eso, y viniendo de una experiencia laboral “muy mala”, decidió jugársela. “No tenía ningún plan. Simplemente me dije ‘voy a intentar ser feliz y voy a intentar que salga bien. Y si no sale bien, todavía soy joven’. Y al final salió bien”.
‘Boom’ de la perfumería para el hogar
Hoy, su compañía es una tienda online que tiene una presencia creciente en redes sociales (29.300 seguidores en Instagram y casi 13.000 en TikTok), desde donde orienta y aconseja a los clientes, que buscan no solo decorar o mejorar olfativamente un espacio, sino sentirse mejor.
Desde la pandemia, expone, el sector del hogar ha vivido un boom porque, en un contexto de incertidumbre, la gente identifica su casa como un espacio en el que no solo se organizan cenas y se ven películas, sino en el que se está seguro. “La pandemia nos obligó a estar encerrados meses y a aprender a establecer una rutina de bienestar allí. Yo siempre digo que tu casa te ha visto reír, llorar, recibir las mejores y las peores noticias… Por eso, tu casa te cuida y tú deberías cuidarla”.
Lámpara catalítica
Hay quienes eligen cuidarla con una lámpara catalítica, que es el producto estrella de Bahía Lemon. Viene de la mano de la firma gala Maison Berge, y Fernández lo describe como “un producto que no solo perfuma, sino que elimina malos olores, virus y bacterias. Lo interesante es que se creó hace más de 150 años por un farmacéutico francés y se utilizaba para sanear el aire de los hospitales, sobre todo en los que había enfermos de tuberculosis. Ninguna marca del mercado hace ese producto, aunque intenten replicarlo”, detalla.
La lámpara cuenta con un particular sistema de mecha de doble piedra. Una parte de la misma alcanza una alta temperatura que, por catálisis (sin llama), se encarga de descomponer las moléculas responsables de los malos olores. La otra parte de la piedra, a una temperatura más baja, permite la difusión del perfume de forma homogénea. En su web, el precio de estos artículos oscila entre los 37 y los 89 euros.
Diferenciación a través de la comunicación
“No fabricamos perfumes, vendemos perfumería francesa y tenemos una competencia muy directa, porque es cierto que lo que yo tengo en mi tienda se puede encontrar en otras. No es como, por ejemplo, Rituals. Hay que destacar muchísimo, y nosotras hemos apostado por la diferenciación a través de la comunicación”, relata Fernández.
Su aspiración es que su tienda online se perciba casi como un lugar físico, de modo que el contacto es muy estrecho. “Los clientes pueden hablar con nosotras, comentarnos sus dudas… En un contexto en el que la gente busca contenido rápido, nosotras hemos apostado por algo más slow. Que sientas que cuando estás comprando estás acompañada antes de la venta, durante y después”, describe la joven emprendedora.
Productos algo más caros
Más allá de eso, por supuesto, es importante “saber transmitir esa sensación o ese concepto de bienestar asociados a un perfume”. Y los que más en boga están ahora son los gourmand, más dulces, venidos del suculento universo de la perfumería árabe. En este sentido, Fernández cree que, poco a poco, la gente está dispuesta a comprar productos un poco más caros en aras de su bienestar.
“Respiramos lo que difunde cualquier ambientador que utilicemos, así que cada vez hay más preocupación por los ingredientes, la calidad…”, relata. Hay quienes buscan que su casa huela como hotel de lujo, con tonos amaderados, y quienes compran un artículo en Bahía Lemon porque aprecian su valor estético y lo ven como un objeto decorativo. “Si hay una mesa en la que un jarrón enorme con varillas decora y además huele muy bien, pues fenomenal”, dice Fernández.
Subida de ventas y facturación
En estos dos años, el subidón de ventas y facturación de Bahía Lemon ha sido muy significativo. “Cada vez nos escriben más marcas que quieren que contemos con ellas. Así que nuestro objetivo es seguir creciendo poco a poco y que seamos una comunidad bonita, donde se hable de cómo mejorar tus rutinas en casa, con contenido real y cercano”, detalla Fernández.
En el futuro también le “encantaría” sacar su propia línea de fragancias, pero, de momento, prefiere apostar por terceros. “La perfumería es un sector complicadísimo, porque para fabricar un buen perfume hace falta una buena marca, mucho tiempo… Imagina que saco un spray de ambiente de manzana. Si quiero hacer ese mismo de vela, se demorará dos años más, porque el proceso es distinto y complejísimo”, detalla.
@bahialemon Un #ambientador todoterreno | DIFUSOR NÓMADA 😍 lo puedes encontrar en bahialemon.com ❤️ LINK EN BIO | BAHIALEMON.COM #hogar #tips #trucos ♬ sonido original - Bahía lemon 
“Todo es un reto”
A pesar de su satisfacción, Fernández no niega los desafíos. “Como joven empresaria, todo es un reto, hasta la cosa más nimia, como ir a un banco y que te digan que necesitas determinados documentos que ni siquiera sabes qué son. Nadie sabe cómo montar una empresa. Tienes que apoyarte siempre en profesionales del sector, en expertos, y en gente cercana. Sin mi padre, que es mi asesor, mi empresa se caería a cachos”, valora.
Más allá de los beneficios que pueda reportar Bahía Lemon en el futuro, Fernández ya ha ganado. “He crecido mucho como persona al tener mi marca porque he logrado vencer pensamientos que eran horribles. Venía de experiencias laborales muy malas que me habían hecho sentir que no tenía talento, que no iba a llegar a nada. Ahora me pregunto cómo pude llegar a pensar así de mí misma. Parece un poco tópico, pero es totalmente real: la confianza es la mayor lección que me llevo, independientemente de dónde esté Bahía Lemon el día de mañana”.