Cuando pensamos en los secretos de belleza de las estrellas de Hollywood, es fácil imaginar rituales eternos y estanterías repletas de cosméticos. Sin embargo, muchas de las que verdaderamente apuestan por el bienestar cutáneo, prefieren la sencillez inteligente a la acumulación sin sentido. Elsa Pataky es uno de esos casos donde la filosofía del “menos es más” cobra todo el protagonismo.
A sus 48 años, la actriz luce una piel firme, jugosa y con un glow natural que no necesita filtro. Su secreto no está en una fórmula milagrosa, sino en una rutina disciplinada, enfocada en la limpieza y la hidratación, dos pasos que considera sagrados desde hace años y que realiza con mimo y esmero después de su rutina de entrenamiento mañanero.
La evolución del cuidado personal: "Lo llevo a rajatabla..."
La rutina beauty de Elsa ha cambiado con el paso del tiempo, igual que cambia la piel y las necesidades del cuerpo. “Cuando tienes veinte, te crees invencible”, confiesa entre risas. Pero con los años, reconoce que los efectos del estrés, el cansancio y el estilo de vida se reflejan de inmediato en el rostro. "Ahora sé que el descanso, una buena hidratación y mantener hábitos saludables son pilares clave… Eso lo llevo a rajatabla”, zanja sobre sus tres claves para lucir espectacular con casi 50 años.
Su enfoque de bienestar va más allá del rostro. El deporte, por ejemplo, ha sido una constante en su vida desde la infancia y ahora que comparte su vida con uno de los actores con los físicos más cuidados… el hábito del ejercicio ya es su segunda forma de maquillarse: “Si no me muevo, me falta energía. Hacer ejercicio me cambia el humor, me recarga. No lo veo como una obligación, sino como algo natural, como respirar, me embellece de hecho... Acabo de entrenar y estoy resplandeciente”, asegura.
Una rutina simple, pero efectiva: menos productos, más constancia
Tras haber probado de todo —como todas nosotras—, Elsa ha llegado a una conclusión clara: no hace falta una rutina extensa para tener una piel espectacular. “Cuando eres joven, experimentas mucho. Pero con el tiempo, aprendes lo que realmente te funciona y construyes tu rutina ideal”, afirma. Para ella, los básicos nunca fallan: una limpieza profunda y una hidratación que respete la piel.
Elsa Pataky representa un nuevo enfoque del cuidado personal: consciente, realista y centrado en lo esencial. Porque la belleza no está en los pasos que sumas, sino en aquellos que haces con convicción. Y si además se heredan y comparten, mejor.
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Limpieza pre y post ejercicio: no entrenar con maquillaje y lavar bien el rostro, después es esencial para evitar brotes. Para ello usa el de Biotherm, llamado Aquasource Hydra Barrier Cleanser con bioceramidas, niacinamida y plankton biotecnológico, ingredientes que calman, restauran la barrera cutánea e hidratan profundamente.
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Protección solar: si haces deporte al aire libre, siempre aplica SPF para evitar manchas y envejecimiento solar. La Waterlover Face SPF 50+, también de Biotherm —no es casualidad su predilección por ducha marca, puesto que es su embajadora desde hace años— ha sido destacada por su combinación de filtración Mexoryl y protección antioxidante, además de ser biodegradable y tener textura fluida.
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Hidratación constante: tanto interna (agua) como externa (cremas) para contrarrestar la pérdida de líquidos. Su preferida es la crema facial Aquasource Hydra Barrier Cream de Biotherm, una crema pensada para la hidratación intensa de la piel del rostro con una fórmula que destaca por su ligereza y transpirabilidad (ideal si haces deporte tras aplicartela).
Belleza que se hereda
Como muchas mujeres, Elsa también ha heredado hábitos beauty de su madre. Recuerda verla aplicarse crema hidratante después de cada ducha por rostro y cuerpo, un gesto sencillo que no todas las mujeres hacen —confieso— y que marcó su propia rutina de cuidado personal: “Me enseñó a no saltarme nunca ese momento”, cuenta.
Hoy, intenta transmitir esos mismos valores a sus hijos, aunque reconoce que el amor propio y la constancia deben nacer de forma espontánea cuando uno va creciendo.
“Mi hija tiene la piel seca, y estoy tratando de inculcarle la importancia de hidratarse. Pero al final, cada uno descubre por sí mismo lo que necesita”, explica.
Para Elsa, la belleza está estrechamente relacionada con la salud física y emocional: comer bien, cuidarse por fuera... pero sobre todo y lo que más pretende inculcar a sus hijos es cómo de importante es tener una rutina deportiva para la edad adulta, puesto que si de joven te mantienes atlético también conseguirás envejecer con un buen físico.
Pero es que además el deporte influye directamente en la belleza del rostro, y no solo desde el punto de vista físico, sino también desde el bienestar general que se refleja en la piel, la expresión y la vitalidad:elimina toxinas de la piel, tonifica los músculos faciales, por no hablar de que una piel bien oxigenada y con buena circulación absorbe mejor los activos de las cremas y sérums.
Entrenar con cabeza (buscando el músculo)
Desde su primer libro junto al entrenador Fernando Sartorius, han pasado varios años y muchos entrenamientos. Elsa asegura que no ha abandonado la fuerza, sino que ahora entrena con más inteligencia. “Antes hacía muchas pesas, y sigo haciéndolo, porque mantener el músculo es fundamental con los años. Pero ahora complemento con pilates, que es más respetuoso con el cuerpo. Siento que es un equilibrio perfecto”, comenta.
Pilates se considera un deporte completo porque trabaja cuerpo y mente de forma integral, fortaleciendo músculos, mejorando la postura, aumentando la flexibilidad y promoviendo la conciencia corporal, pues fortalece todos los grupos musculares.
Elsa Pataky y la importancia de entrenar fuerza pasados los 35
La pérdida de masa muscular a partir de los 35 años es un proceso natural conocido como sarcopenia, y se debe a una combinación de factores fisiológicos, hormonales y de estilo de vida.
A partir de los 30-35 años, empiezan a descender lentamente hormonas esenciales para el mantenimiento muscular:
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Testosterona (en hombres y también en mujeres en menor medida)
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Hormona del crecimiento
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Estrógenos y progesterona (en mujeres)
Estas hormonas ayudan a reparar, mantener y construir tejido muscular. Su disminución provoca una menor síntesis de proteínas musculares.
Con la edad, las células satélite (responsables de reparar el tejido muscular dañado) se vuelven menos activas. Esto significa que tras esfuerzos físicos o lesiones, el músculo tarda más en regenerarse o se reconstruye en menor cantidad.