Maribel Verdú, alto y claro sobre las canas naturales: "Todavía no estoy preparada"
La actriz española comparte sus secretos de belleza y bienestar después de los 50: autocuidado, rutina capilar, salud mental y actitud positiva

En los últimos años, el mundo de la belleza y la moda ha comenzado a mirar con otros ojos a las mujeres de más de 40. Ya no se quedan relegadas a papeles secundarios ni se las esconde en campañas publicitarias. Ahora, ellas cuentan sus propias historias, protagonizan anuncios y demuestran que siguen activas, presentes y con mucho que aportar. La conversación sobre la menopausia, por ejemplo, ha salido del terreno tabú y se aborda desde la naturalidad y la información.
Y si no que se lo digan a Maribel Verdú, que a sus más de 50 años irradia la misma energía y carisma que la han convertido en un icono del cine español. Su icónica belleza, lejos de detenerse, ha continuado como un emblema que surca el tiempo con una elegancia exquisita. La actriz continúa en plena forma y su filosofía de vida se ha vuelto aún más inspiradora.
Habla sin tapujos de belleza, salud, menopausia y de cómo ha aprendido a cuidarse —no solo por ella, sino también por los que la rodean— para mantenerse vital, auténtica y feliz.
Maribel Verdú: “Cuidarme es una forma de estar bien conmigo y con los que quiero”
Para Maribel, la belleza no se trata de cumplir estándares, sino de sentirse bien por dentro y por fuera. “Me gusta cuidarme, sí, pero lo hago también por los demás, para que me vean con energía, con alegría”, confiesa. Para ella, el cuidado personal está vinculado al bienestar emocional, y esa actitud positiva la refleja en cada poro de su piel.
Además de un cutis envidiable, lo que Maribel nota es que las marcas siguen haciendo productos y campañas publicitarias protagonizadas por mujeres maduras, es decir, son un target importante que ya no desaparece como en otras épocas: “Seguimos aquí, seguimos comprando, cuidándonos y con ganas de vivir”.
Atrás quedan los tiempos en los que cumplir 40 implicaba desaparecer de los papeles protagonistas. “Antes, si pasabas cierta edad, ya solo te ofrecían roles secundarios. Ahora, las mujeres de 40, 50 o 60 tenemos nuestras propias historias que contar”, comenta en su última entrevista en el Pódcast de la revista Telva.
Cambios físicos y autocuidado: adaptarse con inteligencia
La actriz reconoce que su cuerpo ha cambiado, y no pretende esconderlo. “Hay que adaptarse, si no te amargas. El cuerpo ya no responde igual, por eso el ejercicio, sobre todo de fuerza, es fundamental”. También ha notado cambios en su cabello: “La calidad del pelo cambia mucho con la edad. Hace dos años empecé a tomar Olistic, la caja azul para mayores de 50, y noté una gran diferencia desde el primer mes”, comenta sobre los efectos de densidad que ha notado al consumirlo.
En lo estético, no ha tenido miedo de experimentar: ha llevado el pelo corto, largo, alisado o rizado, según la época y los rodajes. Pero el paso del tiempo ha hecho que aumente los cuidados: ahora se tiñe cada 15 días porque, como su madre, comenzó a tener canas muy joven: “Aún no quiero dejármelas al natural. Todavía no estoy preparada”, admite con sinceridad.
Minimalismo cosmético con criterio
Aunque prueba muchos productos, Maribel se define como una mujer minimalista. “Me quedo con lo que me funciona, el resto lo regalo. En esta vida hay que compartir”, asegura. Su ritual básico incluye mascarillas capilares, hidratantes corporales muy nutritivas y cremas fluidas para el rostro. “Con la menopausia, mi piel ha cambiado. Ahora necesito fórmulas que no me aporten grasa, porque es como una segunda adolescencia”.
Además, es fiel defensora del contorno de ojos y de la protección solar. “Antes me excedía con el sol. Hoy no me da nunca en la cara, y en el cuerpo siempre con protección alta”, reflexiona.
El tratamiento favorito de Maribel Verdú
Entre los tratamientos que se hace, destaca uno: el Thermage, que realiza una vez al año. “Antes no me animaba porque decían que dolía mucho, pero ahora es mucho más llevadero. Un tratamiento estético no invasivo que utiliza radiofrecuencia para reafirmar, tensar y mejorar la textura de la piel. Está especialmente diseñado para combatir la flacidez y los primeros signos del envejecimiento sin necesidad de cirugía.
"Me ayuda a mantener la firmeza de la cara, sin cambiar mi expresión”. Aclara que no le gustan los tratamientos invasivos como ocurre si te pones ácido hialurónico: “Quiero tener mi cara, lo más pegada posible, pero sin rellenos”. Tampoco ha contemplado pincharse bótox, pues en una actriz es fundamental mantener el gesto.
¿Cómo mantiene Maribel Verdú la línea?
Maribel no cree en las restricciones. Come de todo, disfruta de un buen postre y no renuncia a una copa de vino. “Eso sí, ahora me cuido más: cenas ligeras, planes de día, ejercicio diario. La clave está en la compensación y en vivir con buen humor”.
Camina mucho y practica ejercicio funcional desde hace años. También ha integrado la suplementación a su rutina: toma Olistic, Omega 3 para cuidar el cerebro y magnesio para los músculos. Todo, con moderación y siempre escuchando su cuerpo.
Salud mental: su verdadero secreto de belleza
Para Maribel, la mente es tan importante como el cuerpo. “La terapia la descubrí hace poco y me parece esencial. Igual que vamos al médico, también debemos cuidar nuestra salud mental. Por nosotras, pero también por quienes nos rodean”.
Los 5 mandamientos de belleza (y bienestar) de Maribel Verdú
1. El humor como mejor cosmético
Reírse de una misma cada día es su truco infalible para mantenerse luminosa. El sentido del humor, dice, es el filtro más poderoso.
2. Hidratación, por dentro y por fuera
Una piel bonita empieza por el agua. Maribel no perdona su rutina de hidratación diaria, tanto facial como corporal.
3. Cuerpo en movimiento, mente despierta
Nada de sedentarismo. Caminar, hacer ejercicio funcional y mantenerse activa es, para ella, un ritual de vida.
4. La mente también se cuida
La terapia ha sido un descubrimiento transformador. Igual que vamos al médico por lo físico, también hay que cuidar lo emocional.
5. Dormir como si fuera un tratamiento de belleza
El descanso es sagrado: intenta dormir entre ocho y nueve horas cada noche. La piel, el ánimo y la energía lo agradecen.