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No lo sabías, el consejo de Coco Chanel que triunfa en la moda española: "La simplicidad es clave"

"Menos es más" es el secreto de estilo que lleva años trasformando cualquier look con la elegancia minimalista de Coco Chanel

Rocío Antón

Coco Chanel y uno de sus perfumes / Montaje CONSUMIDOR GLOBAL

Detrás de cada gran diseñadora hay una historia que desarma, y la de Gabrielle Chanel —más conocida como Coco— es puro contraste: fragilidad en los comienzos, fuerza en la construcción de su imperio, y una visión que rompió con todos los moldes establecidos.

Coco Chanel, la diseñadora detrás del legado / PINTEREST

Nacida en 1883 en Saumur, Francia. Gabrielle creció entre silencios y ausencias. Huérfana de madre a los diez años y abandonada por su padre, fue criada por monjas en un convento de Auvernia. Allí, lejos del ruido de la alta sociedad, aprendió a coser a mano. Pero lo que parecía el inicio de una historia triste se transformaría en el punto de partida de una revolución estilística que cambiaría la moda para siempre.

Coco Chanel: De los focos del cabaret al atelier

A comienzos del siglo XX, en una época donde los límites para las mujeres eran tan rígidos como los corsés que vestían, Coco se reinventó como cantante de cabaret. Quería ganar dinero, independencia y visibilidad. Durante esos años, en los cafés-conciertos conoció a miembros de la élite y a figuras influyentes que más tarde serían clave en su ascenso. Chanel no cantaba solo por amor al arte: tejía contactos, soñaba con agujas, telas y libertad creativa en un taller propio que pronto conseguiría financiación a través de su labia.

Coco Chanel construyó auténticas obras de arte en el mundo de la moda / Montaje CG 

Fue en esa atmósfera bohemia y decadente donde nació su ambición más auténtica: construir una nueva silueta femenina. Una que no necesitara de varillas ni adornos excesivos para deslumbrar. Quería liberar a las mujeres… y vaya si lo consiguió.

Estilo con carácter: la revolución Chanel

Coco Chanel no diseñaba ropa, diseñaba actitud. Mientras otras mujeres desfilaban entre sombreros enormes, corsés imposibles y capas de encaje, ella apostó por líneas limpias, sobriedad y comodidad. El estilo garçonne (esa suerte de look masculinizado donde la feminidad sigue desbordándose por las comisuras de la tela), los trajes de tweed, el pequeño vestido negro, los pantalones de vestir, pero femeninos… su visión fue disruptiva, poderosa y absolutamente moderna.

Los trajes de tela tweed son un emblema de la firma donde la elegancia de lo simple funciona / Montaje CG

En tiempos en que la opulencia era sinónimo de estatus, Coco entendió que la verdadera elegancia estaba en la simplicidad. “Menos es más” no era un eslogan de marketing, era su filosofía de vida. Apostó por prendas funcionales, por el lujo que no grita, por un armario en el que cada pieza tuviera algo que decir.

Hollywood, perfumes y polémicas

En 1931, la industria cinematográfica llamó a su puerta. El magnate Samuel Goldwyn la contrató por una cifra astronómica para vestir a sus actrices más icónicas: Grace Kelly, Katharine Hepburn, Gloria Swanson, entre otras. Chanel no solo se convirtió en un nombre de referencia en las pasarelas europeas, también conquistó el séptimo arte con su mirada refinada y atemporal.

¿Quién iba a decir que su creación Chanel n.º 5 acabaría siendo el perfume de la mujer más deseada del momento? Y es que no fue otra que Marilyn Monroe, la actriz que convirtió su esencia en icono al asegurar que ella dormía desnuda pero con unas gotas de dicho perfume puestas.

El perfume Chanel n.º5 "vistió" a Marilyn Monrroe, la mejor publicidad jamás contada/ PINTEREST

Pero no todo fue glamour. Durante la Segunda Guerra Mundial, sus decisiones personales y políticas generaron controversia, especialmente en Francia. Aunque su figura fue cuestionada en su país natal, su influencia seguía imparable en Estados Unidos y Reino Unido. Su legado era demasiado potente para ser silenciado.

¿Qué significa realmente “menos es más” en moda?

En el contexto de la moda, esta expresión celebra la simplicidad, la sobriedad y la moderación como claves del buen gusto. En lugar de recargar un look con muchos accesorios, colores estridentes o detalles innecesarios, se apuesta por prendas bien elegidas, líneas limpias y una paleta equilibrada.

La famosa frase “menos es más”, atribuida originalmente al arquitecto Ludwig Mies van der Rohe, ha sido adoptada por el mundo de la moda para expresar una idea poderosa que también entronca con esa búsqueda de patrones y líneas puras que buscaba la diseñadora con aquella emblemática frase:

La simplicidad es clave. la verdadera elegancia y estilo no necesitan excesos

  1. Elegancia atemporal:
    Los looks más recordados suelen ser simples, bien estructurados y sofisticados. Piensa en el little black dress de Chanel, la camisa blanca, un blazer impecable... Son piezas que no pasan de moda.

  2. Claridad visual:
    Un outfit sencillo permite que cada prenda respire, se entienda y destaque. El resultado es una imagen más armónica y pulida.

  3. Menos distracción, más presencia:
    Un look recargado puede opacar a la persona. La simplicidad permite que brilles tú, no solo tu ropa.

  4. Versatilidad:
    Un armario o vestidor minimalista se adapta a cualquier ocasión y estilo de vida. Es práctico, funcional y fácil de combinar.

  5. Empoderamiento silencioso:
    No necesitas gritar con tu ropa para ser vista. Muchas mujeres poderosas —desde Audrey Hepburn hasta Meghan Markle— han hecho del “menos es más” su sello.

m¿La frase “enos es más” significa vestir aburrido? ¡Para nada! No se trata de vestirse sin gracia, sino de hacerlo con intención. Es jugar con proporciones, texturas y cortes, sin necesidad de saturar. Es dejar que una sola pieza (como unos labios rojos, unos zapatos de diseño o un blazer estructurado) sea la protagonista.

Estilo simple sin fecha de caducidad

Coco no creía en las tendencias efímeras. “La moda pasa, el estilo permanece”, decía con firmeza. Y es que su propuesta no era sólo estética: era una declaración. Despreció los sujetadores con relleno, las faldas demasiado cortas, los adornos innecesarios. Su feminismo no necesitaba etiquetas; lo vivía desde la tela, la forma y la libertad de movimiento. Abogó por la sencillez y todo su mundo estilístico giró ante la idea de no “disfrazar el cuerpo de la mujer” sino potenciarlo.

Las revistas más influyentes del mundo no dudaron en rendirse a su magnetismo. Vogue la apodó “la gran revolucionaria”. Ella no necesitaba adaptarse. Era, y sigue siendo, el parámetro de estilo más fiel, el atemporal que te vale para vestir elegante tanto si tienes 30 como si tienes 50 años.

El legado de una mujer irrepetible

Coco Chanel no solo nos dejó un armario icónico; también un puñado de frases que condensan su personalidad arrolladora y su estilo indomable. Algunas de sus máximas siguen resonando en editoriales de moda, pasarelas y perfiles de Instagram:

  • “La libertad siempre es elegante.”

  • “Una mujer sin perfume es una mujer sin futuro.”

  • “Vístete como si fueras a encontrarte con tu peor enemigo.”

  • “El lujo debe ser cómodo, de lo contrario, no es lujo.”

  • “No es la apariencia, es la esencia. No es el dinero, es la educación.”

Cada palabra de Coco reflejaba una convicción: la belleza no reside en la exageración, sino en la autenticidad. Su arrogancia era su escudo. Su elegancia, su espada.

Hoy, décadas después de su muerte en 1971, Chanel no es solo una casa de moda: es una idea. Una forma de plantarse ante el mundo con seguridad, con clase y con rebeldía. Gabrielle fue una outsider que conquistó la cima a su manera, sin pedir permiso. Su perfume, su tweed, su rojo de labios y su petite robe noire siguen siendo sinónimo de poder femenino. Y así, Coco Chanel no solo reinventó la silueta de la mujer. Rediseñó su papel en la historia.