Con 62 tiendas en España y un crecimiento del 9% en 2024, Okaïdi pisa fuerte en el sector de la moda infantil. La marca francesa, integrada en el grupo Ïd Kids y presente en más de 70 países, vive un buen momento en el mercado español, su tercer mercado más importante en Europa tras Francia e Italia.
Consumidor Global entrevista a Sergi Brunet, director de Okaïdi en España, que repasa los retos de la compañía y reflexiona sobre cómo han cambiado los hábitos de consumo cuando toca vestir a los más pequeños. Una metamorfosis marcada por la sostenibilidad y las prendas de segunda mano.
--¿Cómo definiría el momento que atraviesa Okaïdi en España?
--Estamos en un momento muy interesante, con ligero crecimiento en España. En 2024, crecimos un 9% y obtuvimos un resultado positivo por encima de los objetivos. Hemos logrado establecer una sólida presencia en el mercado, con más de 60 tiendas en España y nuestra marca es reconocida por las familias españolas.
--¿Qué objetivos se plantean en los próximos años?
--En los próximos años queremos seguir con una expansión controlada y razonable. Estamos muy bien desarrollados en Cataluña y en Madrid, pero queremos llegar a las poblaciones medianas.
--¿Cómo han cambiado las familias los hábitos de compra de ropa infantil?
--En los últimos años los hábitos de consumo han cambiado significativamente. Las familias se ajustan cada vez más al presupuesto, realizando una compra más de necesidad y menos impulsiva. Ya no se compra con previsión, se espera a que llegue el momento adecuado.
--¿Por ejemplo?
--Antes todo el mundo se lanzaba a comprar en febrero las colecciones de primavera -verano. Ahora, el cliente espera a que haga calor para hacer esa compra. Este tipo de comportamientos los podemos ver incluso en colecciones de ceremonia. Sabemos que las comuniones se realizan sobre todo en abril y mayo, pues cada vez se retrasa un poco más esa compra de último minuto. También ocurre en Navidad.
--¿Por qué cree que apuramos y ya no somos tan previsores?
--Por dos razones. Por la meteorología y el presupuesto. Vivimos una situación compleja con estos cambios que estamos viviendo en el mundo y en Europa. En España, el cliente invierte más en el ocio. Es la primera prioridad después de cumplir las básicas como la educación, la comida, etcétera.
--El gran hándicap de la ropa infantil es que rota con mucha frecuencia, los niños están en constante crecimiento. ¿Qué priorizan las familias, durabilidad, calidad o precio?
--Hay una creciente conciencia sobre la sostenibilidad. Cada vez son más los consumidores que se fijan en la durabilidad y el impacto ambiental de los productos que adquieren. Nosotros hemos creado Idtroc y hacemos dos campañas durante el año de venta en consigna de ropa de segunda mano.
--¿Y cómo funciona?
--Es una manera de vender nuestro producto como uno de segunda mano. El cliente nos lo deja en consigna, nosotros lo vendemos y con ese importe le realizamos un cheque para que compre otros productos. Ayudamos a la economía circular y a las familias, ya que somos garantes de que tenemos productos de calidad, que no se deterioran. Antes crece el niño a que el producto se deteriore.
--¿Cuánto gastan de media los consumidores en vestir a sus hijos?
--Es muy variable. Normalmente, nuestros clientes más asiduos son aquellos que pueden llegar a comprar entre siete y nueve veces al año. También depende del momento. No es lo mismo venir a comprar en verano, que son prendas más ligeras como camisetas, shorts o un bañador y que tienen un precio más bajo, a equiparse en Navidad o en invierno, cuando hay que comprar una chaqueta o un abrigo. Entonces, depende mucho de la estacionalidad del año.
--¿Y qué hay de las rebajas? ¿Siguen siendo los descuentos más esperados?
--Los periodos de rebajas es verdad que siguen siendo importantes y con un peso a destacar en el grupo y en el país, pero sí que es cierto que en los últimos años ese peso también ha ido bajando.
--¿Por qué?
--Porque antes realmente había dos focos importantes, las rebajas de verano y las de invierno. En cambio, actualmente a lo largo del año se hacen ciertas operaciones comerciales sobre productos. Cada mes hay algún tipo de operación que puede durar unos días en los cuales el cliente puede hacer compras a precios asequibles. Y eso hace que el peso de las rebajas se vaya repartiendo. No está tan focalizado como podía estarlo hace 10 o 15 años.