La bodega valenciana donde la gente "llega andando y se marcha volando"

Las doce hectáreas de viñedo ecológico de esta bodega familiar son el mejor destino para descubrir la esencia del enoturismo

La bodega Pago de Tharsys / PDT
La bodega Pago de Tharsys / PDT

En el kilómetro 274 de la carretera N-III, a poca distancia de Valencia, hay un desvío que lleva hasta un lago, unos viñedos y una bonita bodega fundada en 1808. Aquí, en este soleado rincón vecino al mar mediterráneo, se elaboran algunos de los mejores vinos y cavas de la Denominación de Origen Utiel-Requena.

También tienen destilería propia, pero, además de hacer buenos caldos, la bodega Pago de Tharsys se ha especializado en el enoturismo. “La gente viene andando y se marcha volando”, asegura Rebeca García, la directora de marketing de esta pequeña cava familiar.

Enoturismo en Valencia

“El enoturismo está en nuestro ADN”, apunta García sobre las tres experiencias que ofrece Pago de Tharsys a los que quieren adentrarse en el mundo del vino. La Visita Exclusiva tiene una duración de una hora y media, incluye un recorrido guiado por los viñedos y la bodega, y la cata de cuatro vinos y cavas maridados con embutidos de Requena, por un precio de 30 euros por persona.

Tres personas recién llegadas a la bodega Pago de Tharsys / PDT
Tres personas recién llegadas a la bodega Pago de Tharsys / PDT

Sorprendentemente, la Visita Premium (15 euros) es más barata y se diferencia de la anterior porque incluye la degustación de un vino blanco D.O. Utiel-Requena, un tinto y un cava Millésime. La experiencia más completa es la visita con un enólogo (30 euros), que va descubriendo cada una de las etapas del mundo del vino desde el viñedo hasta la copa. 

Una bodega con alma de restaurante

“Somos una bodega con mucha tradición, pero también trabajamos como un restaurante”, explica García sobre las actividades de Pago de Tharsys, que también incluyen catas más informales, una vendimia nocturna e incluso una noche entre viñedos.

Una botella de Pago de Tharsys y dos copas / PDT
Una botella de Pago de Tharsys y dos copas / PDT

“Llevamos tatuada la medusa en nuestro corazón”, añade la ejecutiva sobre el logo de la bodega, que da nombre a varios de sus vinos más emblemáticos, entre los que destaca la apuesta por la uva Bobal, uno de los sellos diferenciadores de esta zona de la Comunidad Valenciana.

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