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El peligroso turrón de Donuts de Torrons Vicens: “No lo recomiendo ni de manera ocasional”
Este medio ha probado el producto, catalogado por los nutricionistas como una bomba de calorías y con un excesivo nivel de azúcar
No hace mucho que el verano ha desaparecido por la esquina, pero con el paso de los días, las temperaturas bajan y las ganas de invierno aumentan. Lo cierto es que todavía quedan un par de meses antes de entrar de lleno en la vorágine navideña, pero las estanterías de los supermercados empiezan a decorarse no sólo con dulces de Halloween, sino también con los primeros turrones. En concreto, hay uno que ha llamado la atención de muchos consumidores y, de hecho, ya se ha viralizado en redes sociales: el turrón de Donuts, catalogado por los nutricionistas como una bomba de calorías.
La firma Torrons Vicens ha sido la que ha lanzado este producto, fruto de la colaboración con la famosa marca de esta rosquilla redonda, que ya fue presentado en la feria Alimentaria de Barcelona el pasado abril. Está elaborado con un praliné de almendras fundido con una pasta de Donuts y se vende en forma de barra de turrón simulando las famosas rosquillas. Sin embargo, aún es complicado encontrarlo en alguna tienda, ni siquiera está disponible, de momento, en los establecimientos físicos de la propia marca. No obstante, hace un par de días una consumidora consiguió ubicar una tableta en un establecimiento de Aldi, llevándose una gran decepción. “Yo no encuentro el sabor de Donuts por ninguna parte”, admite a Consumidor Global.
Más de 10 euros y sin sabor a Donuts
“Tiene un sabor a praliné de almendras y dulce, muy dulce, y, obvio, esto lo hace muy empalagoso”, describe la usuaria. “Mi pareja también lo probó y dijo que notaba a lo mejor un ligero sabor al glaseado clásico del Donut pero bueno que después de una porción lo tienes que pasar con un poco de leche o algo”, reconoce esta clienta que no duda en añadir que no recomienda a nadie. “Ya no solo porque no tenga un sabor real a las rosquillas sino también porque es demasiado caro. Decepción total”, concluye.
El turrón de Donut cuesta en la tienda de Aldi 10,59 euros y en la página web de Macro aparece a un precio de 11,72 euros. Por otro lado, se prevé que a comienzo de noviembre se empiece a vender en más lugares como El Corte Inglés o través de la web y tiendas físicas de Vicens, por un valor que, aún sin confirmar, puede alcanzar los 14 euros, un precio bastante superior a otros turrones como los de la conocida marca Suchard que no pasan de los cinco euros. “Es caro para lo pobre que es desde el punto de vista nutricional”, resalta Elena Sánchez, nutricionista y técnica superior en dietética.
No lo recomiendan ni ocasionalmente
“Simplemente leyendo la cantidad de ingredientes que tiene ya te puedo decir que es un producto malísimo y horrible para la salud”, expone Sánchez. De hecho, en el etiquetado del paquete se puede observar como contiene azúcar proveniente del chocolate blanco, el azúcar añadido, grasa de palma, lecitina de soja, jarabe de glucosa, fructosa, y un largo etcétera de ingredientes que, según la experta, pueden ser bastante perjudiciales para la salud. ”Nutricionalmente hablando es una basura para el cuerpo. Lleva todas las porquerías posibles”, destaca.
El paquete del turrón de Donuts tiene un peso de 300 gramos, y cada 100 gramos supone 655 kilocalorías, es decir, el producto entero tiene casi 2.000 calorías. “Eso es una barbaridad. Esas son las calorías que consume en un día una persona adulta”, indica la experta. Además, el dulce de Vicens tiene 29 gramos de azúcar. “O sea el 30 % del producto es azúcar. Es una bomba calórica. Desde mi punto de visto esos productos no deberían ni de venderse, ya que puede ser hasta peligroso. Es que no lo recomiendo ni de manera ocasional”, zanja la profesional.
La experiencia de 'Consumidor Global'
Al abrir el envase, envuelto por dos plásticos, se desprende un aroma artificial. Al cogerlo los dedos quedan manchados inmediatamente por la capa de crema de pasta de Donuts que cubre la superficie. Al hincarle el diente, está crujiente aunque se deshace en el paladar rápidamente, como cualquier turrón de esas características. Lo cierto es que no se reconoce el sabor claro de la rosquilla de la marca del grupo Bimbo, aunque deja un suave regusto al glaseado de los Donuts. Sin embargo, es bastante empalagoso. No termina de convencer.
El equipo de Consumidor Global se ha puesto en contacto tanto con el grupo Bimbo como con la marca Vicens para conocer sus posición en cuanto al valor nutricional de este turrón, que no agrada a los expertos. Sin embargo, al término de este reportaje, todavía no se habían pronunciado ambas compañías al respecto.
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