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El nuevo Cruapán de Bimbo: dos rebanadas tienen más calorías que una hamburguesa de McDonald’s
El último producto de bollería de la multinacional mexicana causa furor en TikTok y temor entre los nutricionistas
Y cuando pensabas que ya lo habías visto todo, de la mano de Grupo Bimbo llega el Cruapán. “Pan por fuera. Cruasán por dentro”, se puede leer en el frontal del envase, debajo de la imagen de un cruasán artesano. Lo que no destaca la multinacional mexicana es que sólo dos rebanadas de Cruapán tienen más calorías que una hamburguesa clásica de McDonald’s.
El Cruapán, que se ha hecho viral en TikTok --los vídeos de usuarios untándolo con la nueva Nocilla Cookies & Cream acumulan millones de visualizaciones--, se puede comprar en Carrefour, Alcampo, Condis y Consum por 2,69 euros. Sin embargo, a nivel nutricional es “imposible defenderlo”, expone la doctora en ciencia y tecnología de los alimentos Beatriz Robles, quien advierte que se trata de un producto de bollería industrial que habría que meter en la categoría de “nada recomendables”.
Más calorías que una hamburguesa de McDonald’s
Una hamburguesa clásica de McDonald’s tiene 250 kilocalorías; una cheeseburger aporta 300; y un Big Mac alcanza un valor calórico de 500 kcal. Y cuando un consumidor pide cualquiera de ellas, sabe lo que va a comer. En cambio, pocos imaginarán que dos rebanadas de Cruapán contienen 300 kilocalorías y que se trata de un alimento "mucho más pobre, nutricionalmente hablando, que una hamburguesa, por mala que sea”, expone la nutricionista y tecnóloga de los alimentos Paloma Quintana, quien apunta que, por lo menos, la carne tiene proteínas.
“No podemos comparar las kilocalorías de los frutos secos o el aceite de oliva, que tienen valores calóricos elevados, pero aportan muchísimos nutrientes, con las del Cruapán. Sin embargo, sí lo contextualizamos y comparamos dos productos que no son saludables, como este último de Bimbo y las hamburguesas de McDonald’s, sí se puede hacer, y el primero tiene más”, resume Robles.
Una bomba de grasa
Aunque el Cruapán tenga casi el doble de calorías que un pan de molde cualquiera, este aspecto no es el que más preocupa a las nutricionistas. El verdadero problema de este producto “es la cantidad de grasas refinadas que contiene y todo consumidor debería evitar porque se asimilan peor”, advierte Quintana. En concreto, 23 gramos de cada 100 son grasas --mientras una hamburguesa de McDonald’s tiene alrededor de 8 gramos--.
De hecho, tiene hasta tres fuentes de grasa distintas. La primera es grasa vegetal de palma; la segunda, la mantequilla; y la tercera, el aceite de nabina (colza). “La de palma hace que muchas de estas grasas sean saturadas. Y no hay que demonizar todas las grasas saturadas, pero sí las de palma, que no son recomendables”, apunta Robles. “Los aceites vegetales refinados hay que rechazarlos todos y optar por el aceite de oliva virgen extra”, coincide la otra experta.
No es lo mismo Cruapán que pan de molde
Ambas nutricionistas advierten de la necesidad de diferenciar entre un pan de molde y este producto de bollería industrial. “Legalmente, entra dentro de la categoría de panes especiales. Es un pan, sí, pero con este producto hay que poner una barrera, un freno”, apunta Robles. Así pues, debido a su pobre valor nutricional, el Cruapán debe ser un alimento de consumo ocasional.
No obstante, la gran cantidad de grasa y azúcar (7%) lo convierten en un producto muy palatable. “Casi nadie come 30 gramos de galletas y casi nadie comerá sólo una rebanada de Cruapán”, advierte Quintana, quien asegura que con este tipo de bollería industrial se corre el peligro de desplazar el consumo de otros alimentos, como unas tostadas de pan integral, que son más saludables.
Un nombre seductor y poco más
"¡Qué imaginación para el horror!", exclama Robles al ver por primera vez la última creación de Bimbo. Sin embargo, la experta reconoce el mérito de la marca a la hora de llamar la atención con estas mezclas tan innovadoras que no caben en la mente del consumidor. “Me recuerda a las mezclas, un poco alocadas, de Telepizza y KitKat, pero el tirón de ser un producto totalmente distinto al resto lo tiene hecho”, añade Robles.
Este medio se ha puesto en contacto con Bimbo para preguntar si la formulación (tabla nutricional) del Cruapán ha sido la última prioridad de la marca a la hora de lanzar esta llamativa novedad. También se les ha preguntado si se plantean reducir la elevada cantidad de aceite de palma que contiene el producto. La empresa, lejos de contestar, ha hecho referencia al comunicado oficial que hizo para el lanzamiento, en el que se refiere a Cruapán como un producto "disruptivo".
¿Sabe a pan o a cruasán?
El equipo de Consumidor Global ha probado el nuevo Cruapán de Bimbo sin añadir ni crema ni embutidos a un producto ya de por sí hipercalórico. Y la decepción ha sido mayúscula.
Huele y sabe al típico pan de leche envasado de La Bella Easo, que también forma parte del Grupo Bimbo, pero ni rastro de la textura hojaldrada ni del sabor de un cruasán. La conclusión es que necesitaría untarse con crema de cacao (o similar) o añadirle algún otro condimento para ser realmente sabroso, pero este servidor no ha podido comerse siquiera media rebanada. Siguiente.
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