La playa suele ser el plan por excelencia. Un refrescante chapuzón y descansar sobre la toalla mientras las gotas saladas resbalan es uno de los placeres que regala el verano. No obstante, hay algo con lo que es inevitable lidiar: la arena. Pese a los múltiples cuidados, se cuelan en los zapatos, bolsos, en el pelo y, eventualmente, consiguen instalarse hasta en el suelo de casa.
Por ello, se han estudiado varias estrategias para facilitar un poco la limpieza después de un día en la playa. Desde clásicos como traer talco para bebés , una bolsa de malla y una toalla adicional, así como favoritos como el truco de la sábana ajustable. Pero hay bastantes más consejos
La arena, un fastidio
Dan Seitz explicó en un artículo de 2018 en Popular Science, las moléculas de agua pueden adherirse directamente a los granos de arena, y otras moléculas de agua pueden adherirse a esas moléculas de agua , y así sucesivamente. Eso significa que la arena de la playa se adherirá a todo lo que esté mojado, incluido el sudor, y cuanto más seco puedas mantener tus cosas, mejor.
Para conseguirlo, uno de los consejos es usar suavizante de telas en tus toallas de playa. No puedes proteger completamente una toalla contra la arena, pero lavarla con suavizante de telas la ayudará a repeler el agua. Además, también se recomienda en un spray hidrofóbico para tratar previamente las suelas de sus zapatos
Más estrategias
Por otro lado, evita los envases de bebidas de metal, pues son proclives a cubrirse con arena. Es mejor llevar un vaso de plástico. De igual manera, es mejor traer agua u otras bebidas en botellas de plástico.
Por último, es aconsejable salir del agua cuando suba la marea. Si optas por meterte en el agua y te encuentras en una masa de agua con olas, sal cuando suba la marea. "Cuando la marea sube, arrastra consigo partículas de arena sueltas, que podrían pegarse a ti", explica Seitz.