Joaquín Sabina se despidió el domingo 30 de noviembre de los grandes escenarios con un último concierto en el Movistar Arena Madrid. Este evento de despedida supuso el colofón de su gira Hola y adiós, con el que el poeta rockero de voz rasgada baja el telón tras cinco décadas de carrera. Parece que, esta vez sí, el portazo no suena como un signo de interrogación.
Hasta ahora, el artista, de 76 años, no había cerrado la puerta a volver a los escenarios, pero así lo confirmó en el concierto. "Este concierto en Madrid es el último de mi vida y por tanto el más importante. El que en unos años recordaré con más emoción", afirmó el emblemático artista ante 12.000 personas.
Lágrimas del público
El artista emocionó hasta las lágrimas al público que abarrotó el pabellón madrileño con un emotivo repaso a su trayectoria musical. En su adiós a los escenarios no faltó ninguno de sus grandes éxitos.
Desde el inicio de la gira, el 27 de enero en México DF, Sabina ha ofrecido un total de 70 recitales —71 con el de esa noche— en México, Estados Unidos, Puerto Rico, Costa Rica, Colombia, Perú, Chile, Uruguay, Argentina y España, incluyendo diez noches en el Movistar Arena de Madrid. En total, Sabina ha vendido más de 700.000 entradas en esta gira.
Próximos proyectos
Según afirmó recientemente Sabina a la revista Esquire, entre sus próximos proyectos destaca su intención de hacer "mi libro de sonetos, un disco y quiero estar en casa, pintando y escribiendo".
Hoy, la emoción se filtra a los medios de comunicación, que encumbran a Sabina. RTVE, por ejemplo, habla de un “poeta de meticuloso oficio, artesano de la palabra y narrador de historias con inicio, nudo y desenlace”, con ecos de Bob Dylan y Chavela Vargas; mientras que El País publica que “lo de anoche pintó mucho como algo parecido a un réquiem, una coda a una carrera soberbia”; y ABC interpreta que “Sabina dice adiós y es apoteosis”.