Qué significa skimming y cómo protegerte: el fraude que pone en jaque tus datos bancarios

Las tarjetas bancarias almacenan una cantidad importante de información que las convierten en un potente atractivo para los ciberdelincuentes. Su uso está muy asentado en el día a día de las personas: pagos mediante monederos electrónicos o métodos contactless son frecuentes.

Por eso, los estafadores recurren a técnicas como el skimming con el objetivo de robar dinero. Con esta táctica se pueden conseguir los datos de la banda magnética de las tarjetas para después clonarla y realizar un uso fraudulento de la misma.

Qué es el skimming

Skimming proviene del inglés, to skim (leer rápidamente u hojear), por lo que los delincuentes cuentan con diferentes dispositivos, conocidos como skimmers, para apropiarse de los datos sin que la víctima se dé cuenta.

Estos datos, además de los impresos en la propia tarjeta bancaria (nombre del titular, número de la tarjeta, fecha de vencimiento o código CVV (Código de Valor de Validación), están almacenados en la banda magnética y el chip. El skimming trata básicamente de robar toda esa información.

Cómo funciona

Como se ha mencionado, los ciberdelincuentes utilizan diferentes dispositivos, los skimmers, para conseguir los datos. Generalmente se lleva a cabo al realizar transacciones en un cajero automático o pagar en un terminal de punto de venta (TPV) manipulado previamente.

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Isabel Martínez

Cabe destacar que un skimmer no es capaz de capturar el PIN de la tarjeta. Esto no es un dato que esté en el plástico rectangular que se introduce en la ranura del cajero, sino que es el propio dueño de la cuenta quien lo teclea para acceder a sus datos. Por ello, los estafadores deben hacer uso de una cámara que colocan en la parte de arriba del cajero y que graba los movimientos del dueño de la tarjeta.

Ejemplos

Posteriormente, la información recopilada por el skimmer y el PIN que se conoce gracias a la cámara instalada, se pasan a un ordenador. Así, los ciberdelincuentes pueden usar un software especializado para clonar la tarjeta. Una vez que lo consiguen, los propietarios solo pueden detenerlo bloqueándola en cuanto detecten una operación no autorizada.

Los métodos más utilizados para hacer skimming son dispositivos externos diseñados para copiar los datos de la banda magnética de la tarjeta; un lector o teclado fraudulento superpuesto en los terminales para capturar los datos; dispositivos incorporados en el interior de los terminales de pago para capturar los datos de chip, cámaras ocultas en los cajeros automáticos y programas maliciosos instalados en los terminales para robar los datos

Diferencias con otras estafas

Una vez que los ciberdelincuentes tienen esos datos pueden realizar compras, contratar servicios o retirar dinero, entre otras transacciones, así como vender la información en el mercado negro para que sea un tercero quien materialice el fraude.

A diferencia de otras estafas como el vishing o el phishing, que utilizan técnicas de ingeniería social para suplantar a empresas y obtener los datos de los clientes ganándose la confianza de las víctimas, en el caso del skimming es un robo en el que no hay ni por qué entablar contacto con la víctima, que puede creer que está haciendo un pago como cualquier otro.

Cómo evitar que te estafen

Para evitar caer en una estafa de skimming conviene seguir unos consejos a la hora de sacar dinero en un cajero. Antes de introducir la tarjeta en la ranura del cajero, hay que asegurarse de que no muestra signos de haber sido manipulada. No introducir la tarjeta si hay lector contactless.

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Ana Siles

No pierdas de vista tu tarjeta cuando hagas una compra en una tienda física. Utiliza los cajeros de las oficinas bancarias y trata de evitar las que se encuentran en otros espacios. Tapa las teclas del cajero cuando introduzcas el PIN y vigila los movimientos de tu tarjeta periódicamente.

Qué hacer si he sido víctima

Siguiendo estos consejos, reduces el riesgo de ser víctima del skimming.  Si sospechas que has sido víctima de este delito, deberías informar lo más rápido posible al banco para que puedan tomar medidas para proteger tus cuentas y tus tarjetas.

Coloca una alerta de fraude en el informe de crédito y congélalo. También se aconseja cambiar rápidamente todas las contraseñas.