Nintendo ha desatado furor con su nueva Nintendo Switch 2. En solo cuatro días desde su lanzamiento, la compañía japonesa vendió más de 3,5 millones de unidades de la nueva consola, una cifra que, para marzo de 2026, se espera que haya engordado hasta los 15 millones de unidades. Como era de esperar, esta altísima demanda ha provocado problemas de stock que no todas las empresas han comunicado a sus clientes con la nitidez que sería deseable.
Uno de esos clientes es A. Sillero. Vive en Vigo, y el día 2 de junio reservó y pagó en Worten la Nintendo Switch 2 con el Mario Kart World, un pedido que, con gastos de envío, ascendía a 515,99 euros. La consola salía a la venta el 5 de junio, y la fecha de entrega estimada era ese mismo día de lanzamiento. La expectación era máxima y la posibilidad de poder estrenarla el propio día 5, un plus. Sin embargo, la empresa ha ido retrasando la entrega sin ser totalmente transparente.
Retrasos sucesivos con la Nintendo Switch 2
En un primer momento, el pedido se retrasó hasta el día 10. Más adelante, el 13 de junio, es decir, una semana después de la salida de la consola al mercado, Worten envió a Sillero un correo en el que le indicaba que la entrega se retrasaría hasta el 19 de junio. “Estamos haciendo todo lo posible para entregarlo en la fecha estimada del lanzamiento, aunque es probable que no consigamos realizar la entrega hasta la fecha indicada. Agradecemos desde ya tu comprensión y lamentamos las molestias ocasionadas”, arguyeron.
Seis días más tarde, el propio día 19, la compañía especializada en electrónica y electrodomésticos le confirmó que, “debido a la alta demanda, el proveedor no está cumpliendo con las entregas, por lo que se va a retrasar nuevamente”. Así, hasta el día 19, cuenta Sillero a este medio, la empresa no le dio una explicación certera y no informó de forma categórica de que había problemas de stock.
Las respuestas ambiguas de Worten
Además, Sillero denuncia que el único número de teléfono que aparece en internet para llamar no está a cargo de nadie. “La única manera de contactar con ellos ha sido a base de correos y mensajes directos de Twitter (bastante poco profesionales, la verdad). Aun así, las respuestas por parte de la empresa siempre son muy ambiguas, con el típico ‘Lamentamos las molestias ocasionadas’, pero sin ninguna solución concreta”, considera.
“Responden cuando quieren, lo que quieren y como quieren”, agrega este consumidor, que se plantea incluso acudir a Consumo. “No se puede jugar así con el dinero de la gente”, valora.
Sin voluntad de cancelar
Ahora, transcurridas más de tres semanas desde que la consola se lanzó al mercado, la intención de Sillero es apechugar y no cancelar el pedido. “A estas alturas, después de tanto tiempo esperando, no me apetece que otra empresa me vuelva a hacer lo mismo. Si hubieran mencionado lo del stock con antelación a lo mejor si lo hubiera cancelado, porque aún quedaba en otras tiendas. Ahora ya nada”, expone.
A preguntas de este medio, fuentes de Worten arguyen que Nintendo ha ido fallando en las últimas entregas, por lo que están aún pendientes de la previsión de entrada. “Reclamamos todos los días, pero Nintendo no confirma al 100%. Desgraciadamente, hemos tenido que ir modificando la fecha de entrega según el fabricante nos ha ido informando de sus retrasos”, señalan.
Comunicación con clientes
Defienden que esta situación no es específica de Worten, sino que afecta a todo el mercado, algo que es cierto. Ahora bien, en cuanto a la claridad en las comunicaciones, la compañía dice que “se informó a los clientes de la falta de stock de la Nintendo Switch 2 debido a problemas de suministro por parte del proveedor. Es una comunicación que se ha realizado dos veces específicamente a los clientes que compraron este producto. El problema es que el propio fabricante ha ido retrasando sus previsiones de entrega”.
“Las comunicaciones hacían referencia a los problemas de stock del fabricante de forma explícita y se produjeron el día 13 de junio y 19 de junio”, agregan desde Worten, lo cual no es del todo cierto: Sillero replica que hablar de comunicación fluida con el tema del stock “es más falso que una moneda de 3 euros. Sí, dijeron que había falta de stock, pero no lo dijeron hasta el día 19”. De haber reconocido esto antes, él podría haber buscado otras opciones.
Información disponible
No obstante, Worten defiende que fue comunicando al cliente la información que conocía, y que el día 13, cuando ya habían transcurrido ocho días desde la salida al mercado de la consola, no podían saber que Nintendo tendría problemas de envergadura con el stock: hasta entonces, aseguran, solo se concebían como retrasos.
Por tanto, subrayan que dieron los datos disponibles en cada momento.