La conversación transcurre a 17.000 kilómetros de distancia. Marta Caparrós (El Masnou, Barcelona) atiende a Consumidor Global desde Byron Bay, el paraíso hippie de la costa este australiana que se ha convertido en su hogar. Allí fundó en 2012 – literalmente en un garaje–, lo que hoy es YouTooProject, una de las agencias líderes en movilidad estudiantil con presencia en múltiples países. Era 100% online, usaba Skype como oficina y un blog como altavoz, en un sector dominado por las agencias tradicionales.
Hoy, la compañía que presume de "no gustarle las oficinas" y de tener una plantilla compuesta en un 95% por mujeres, factura cinco millones de euros al año y ayuda a miles de estudiantes a dar el salto a destinos como Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Dubái o Irlanda. Pero la historia de Caparrós no empezó con éxito. Antes de encontrar su lugar en el mundo, hubo un fracaso en el Reino Unido y un salto al vacío.
De la oficina a una granja australiana
"Cuando tenía 20 años me fui a Reino Unido con el objetivo de aprender inglés. Acabé viviendo con españoles, trabajando con españoles en un bar y, obviamente, mi nivel seguía siendo bajísimo", relata la fundadora de YouTooProject. Tras ese intento fallido, volvió a España, terminó la carrera y empezó a trabajar en la consultora LLYC. "Acabé trabajando allí unos tres años y me di cuenta de que no podía crecer profesionalmente si no hablaba inglés", confiesa.
Fue entonces cuando buscó el lugar más alejado posible. "Me topé con Australia, me sonó lejísimos". En 2009, sin Instagram y con un Facebook incipiente, la información era escasa. "Empecé a leer blogs y encontré uno que hablaba de una organización para trabajar de forma voluntaria en granjas a cambio de comida y alojamiento". La idea la sedujo. "Pensé que era una forma más barata de viajar y podría hablar inglés con los granjeros". Aquel año aterrizó en Darwin. "Así que pasé de estar 12 horas al día con traje en Barcelona, en una oficina, a irme a trabajar en granjas australianas, que fue lo mejor que he hecho en mi vida".
--PREGUNTA: Si aquel viaje –en el que llegó con visado de turista, poco dinero y trabajó en granjas a cambio de comida– lo hubiera hecho con YouTooProject, ¿cómo hubiera cambiado la experiencia?
--RESPUESTA: Hombre, cambia muchísimo. Hemos conseguido facilitar mucho el camino. Ayudamos con el visado, el estudiante ya tiene un curso, sabe a la ciudad que va a llegar y tiene un visado de estudiante con el que puede trabajar 24 horas a la semana, lo que obviamente facilita la vida. Cuando yo llegué a Australia estaba sola, no conocía a nadie. Aterricé en un país donde me sentía más perdida que Wally y no hablaba nada de inglés. Ese acompañamiento lo cambia todo.
--Usted misma fracasó en Inglaterra por caer en la “burbuja española”. ¿Cómo evita YouTooProject que los estudiantes terminen relacionándose solo entre ellos?
--Es verdad que en nuestros eventos la mayoría son hispanohablantes, pero siempre insistimos en que son ellos (los estudiantes) los que tienen que poner de su parte. Yo siempre he dicho lo mismo: no vivas con españoles. El día a día en una casa, el vivir, comer y cenar, te da muchas tablas para aprender inglés, tanto como la escuela o el trabajo. Lo fácil es irse a un restaurante español o a una casa con españoles. Si realmente tu objetivo es aprender inglés, tienes que poner de tu parte.
--¿Qué diferencia a YouTooProject de otras agencias que también organizan viajes de estudio o trabajo al extranjero?
--Nuestra diferenciación siempre ha sido el acompañamiento. Fuimos pioneros en crear la figura del local advisor, ese estudiante que recibe a otros estudiantes y lo hace de forma personalizada. Nos sentamos con ellos, nos tomamos un café, les explicamos cómo funciona el transporte público, les ayudamos con el currículum o las mejores zonas para vivir. No les buscamos el trabajo, pero les ayudamos a poner las cosas más fáciles.
--Háblenos de la figura del ‘local advisor’
--Esta figura la creé, básicamente, porque cuando empecé en 2011 con AUssieYouTOO (que era el nombre original), me di cuenta de que mucha gente me contactaba y quería venir, pero no venía. La respuesta de la mayoría era que les daba miedo llegar solos. Como yo empecé sola en Byron Bay, les decía: "No te preocupes, cuando llegues te vengo a buscar a la estación de bus, te enseño la escuela, te llevo al banco y te ayudo". Ahí me di cuenta de que, cuando daba ese servicio, tenía muchos más clientes. Así creé la figura del local advisor y luego la extrapolé a otras ciudades.
--Mencionáis que el servicio de asesoramiento es completamente gratuito. Si es gratis para el estudiante, ¿quién paga eso? ¿Está ese coste repercutido en la matrícula de la escuela?
--El estudiante no paga nada, es un servicio 100% gratuito. Lo que hacemos es cerrar acuerdos con las escuelas, y son ellas las que nos pagan una comisión por cada estudiante que cerramos. Trabajamos con cientos de escuelas alrededor del mundo. Con esa comisión pagamos al local advisor y financiamos todo el servicio (asesoramiento, visado, recepción) para que al cliente le salga gratis.
--¿Es para todo tipo de estudiantes? ¿Cuál es el perfil de vuestro cliente?
--El perfil es un chaval de entre 18 y 30 años. Normalmente, son gente que ha acabado la carrera o un grado superior y no saben qué hacer. Son jóvenes que necesitan aprender inglés y que tienen un poco de espíritu aventurero. Viajar a Australia o Nueva Zelanda no es para todo el mundo. Creo que tira que sea una persona con ganas de salir de su zona de confort, conocer nuevas culturas y que cree que el inglés le va a ayudar en su futuro profesional.
--¿Hay límite de edad? Tenéis clientes de 40, 50 e incluso 60 años. ¿Qué busca una persona de 50 en este tipo de viaje? ¿Es realista que encuentre trabajo no cualificado compitiendo con jóvenes de 20?
--Sinceramente, cada vez es más complicado que a una persona de 40, 50 o 60 años le den un visado de estudiante. Antes estaban más abiertos, pero todo depende del perfil. A una persona de 50 años que no tiene oficio ni beneficio, ni dinero en el banco, no le van a dar un visado. Tiene que ser un perfil concreto, con un background profesional, dinero en la cuenta y un motivo para volver a su país. Los gobiernos lo que quieren es que estudies, gastes el dinero y te vuelvas.
--Muchos jóvenes quieren vivir una experiencia fuera, pero no saben por dónde empezar. ¿Cuál diría que es el primer paso realista para hacerlo bien?
--El primer paso es comentarlo internamente con amigos y familia, y empezar a buscar información. Obviamente, hoy en día te metes en Google y hay tanta información que te puedes sentir abrumado. Para eso existimos nosotros. La mayoría de los que trabajan en YouTooProject han vivido esa experiencia y ahora se dedican a ayudar a otros. Es un servicio gratuito donde hablas con gente que ha pasado por una experiencia similar. Pero lo primero es hablarlo con tu entorno, analizar tu presupuesto, los destinos y, obviamente, contactar con YouTooProject.
--¿Exactamente qué parte del papeleo gestiona YouTooProject y qué cosas tiene que hacer el estudiante sí o sí por su cuenta?
--El estudiante tiene que elegir el destino, la ciudad, la escuela y tener claro el presupuesto. Nosotros nos encargamos de contactar con la escuela, hacer la inscripción y, una vez pagado, la escuela nos manda el documento (COE) con el que solicitamos el visado. Para el visado necesitamos que el estudiante colabore; las preguntas son personales. Dependiendo del país, te piden fondos. Ahora mismo, desde España para Australia, Nueva Zelanda o Irlanda no se tienen que demostrar fondos de forma obligatoria, pero desde Colombia, Chile o Argentina, sí. Una vez tienes el visado, lo único que tiene que hacer el estudiante es comprar el vuelo y organizar la llegada.
--Australia, Canadá, Irlanda, Malta… ¿Cuál es el destino más popular y por qué cree que triunfa tanto?
—El destino por excelencia, sobre todo si hablamos de España, es Australia. Nosotros somos especialistas en Australia. A los españoles les encanta Sídney y Gold Coast. ¿Y por qué triunfa? Porque se vive muy bien aquí. Calidad de vida, hay trabajo y se paga bien. Es cierto que Australia es un país caro, pero si lo comparas con España, no creo que haya tanta diferencia, y los salarios son mucho más altos.
--¿Cuánto tarda un estudiante en encontrar su primer trabajo y qué sueldo puede esperar en un empleo no cualificado, por ejemplo, en Canadá o Australia?
--Canadá ahora mismo es un destino que está muy parado por cambios migratorios, así que me enfoco en Australia. En trabajos no cualificados, los estudiantes ganan entre 25 y 40 dólares la hora, dependiendo de la ciudad. Si trabajas el fin de semana, puedes cobrar 50, 60 o 70 dólares la hora, y los public holidays se cobra el doble. Ahora mismo la tasa de desempleo en Australia es bajísima, creo que un 3%. Trabajo hay. Obviamente, depende de tu nivel de inglés. Cuando yo empecé no tenía ni idea, pues limpiaba casas. Lo más habitual es hospitality (hostelería), limpieza (hoteles, casas, barcos) o mudanzas.
--¿Cuánto cuesta realmente la experiencia? Por ejemplo, para ir a Australia seis meses, ¿cuánto dinero necesito llevar ahorrado para estar tranquila el primer mes?
--Redondeando, para Australia, un curso de seis meses (que te da hasta nueve meses de visado) más el vuelo, serían unos 6.000 euros. Y luego, yo me vendría mínimo con unos 5.000 euros para estar tranquila. Creo que en un mes puedes encontrar trabajo, pero depende de tu nivel de inglés, de lo proactivo que seas. Hay gente que en dos días encuentra trabajo y gente que tarda dos meses. Pero en general, hay oportunidades.
--Vivir fuera “te enseña a espabilar”. ¿Crees que los jóvenes españoles están demasiado protegidos antes de irse al extranjero?
--No diría "protegidos", simplemente creo que en España estamos muy obsesionados con un camino fijo. Parece que tienes que hacer bachillerato, selectividad, carrera, máster, posgrado... está todo muy condicionado. Si un chaval de 18 años no sabe qué quiere estudiar, ¿qué hay de malo en que se vaya un año a aprender inglés? Que se vaya a espabilarse, a vivir solo, a convivir con otras culturas, a enfrentarse, a buscar trabajo y casa. Yo creo que eso te da unas tablas brutales. En muchos países está muy instaurado el gap year (año sabático); en España no. A mí me dio tantas tablas que lo recomendaría siempre.
--¿Qué errores cometen más a menudo los jóvenes cuando se van al extranjero?
--Juntarse solo con españoles. He conocido gente que lleva tres o cuatro años en Australia y no habla inglés. Para mí eso es un grave error, no solo por el idioma, sino por perderte la riqueza de mezclarte con otras culturas. El segundo error común es intentar conseguirlo todo las dos primeras semanas: casa, trabajo... No. Cuando llegues, la primera semana lo más importante es buscar alojamiento. Olvídate del trabajo hasta que tengas una casa donde te sientas seguro y puedas dejar tus cosas. Y tercero, algo en lo que alertamos mucho: los timos (scams). No se puede pagar nada por adelantado, especialmente en las habitaciones. No puedes, desde España, pagar por una habitación a alguien que no conoces, porque es un timo. Tienes que llegar, visitar las casas, conocer a la gente y, a partir de ahí, cerrar el trato.
--¿Qué pasa si un estudiante llega, no se adapta o no encuentra trabajo? ¿Tenéis algún tipo de seguimiento?
--Nosotros no somos una agencia de empleo, no podemos garantizar el trabajo, pero sí damos apoyo. Si vemos que a una persona le cuesta más, el local advisor intenta ayudarle. En los grupos de WhatsApp colgamos ofertas laborales que vemos o que dejan otros estudiantes que se van. Intentamos ayudarnos mucho a nivel de comunidad. Gente que no se haya adaptado he conocido algún caso en mis 15 años aquí, pero es muy raro. Vale mucho dinero venir a Australia como para cogerte a la semana y decir "esto no me gusta, me voy". La gente que llega hasta aquí sabe que tiene que tener paciencia y acaba encontrando su camino.
--¿Y si llego a la escuela que me han recomendado y no me gusta o no es lo que esperaba? ¿Puedo cambiarme o he perdido el dinero?
--Lo dudo, porque intentamos analizar bien las necesidades y el presupuesto del estudiante para no equivocarnos. Pero puede pasar. Tienes un contrato con la escuela y no te van a hacer un reembolso total, pero si hay un motivo de peso, quizás te devuelvan un porcentaje. Es fácil recuperar el dinero un mes antes de empezar, pero una vez has empezado las clases, es bastante difícil. Por eso es importante analizar bien las tres o cuatro opciones que enviamos.
--Mucha gente con carrera universitaria acaba “lavando platos”. ¿Merece la pena esa inversión para volver con un mejor inglés, o es más una experiencia vital?
--Yo he lavado platos, he limpiado casas y he cuidado niños, y ha sido la mejor experiencia de mi vida. Decir que has estado lavando platos no mejora mucho tu currículum; el tema es dónde has estado. No es lo mismo decir que lavas platos en tu calle, que en Australia. Cualquier persona que lee ese currículum sabe que esa persona se ha enfrentado a un cambio de país.
--Los estudiantes viajan con expectativas muy altas: mejorar inglés, experiencia laboral, crecimiento personal. ¿Cuántos cumplen esos objetivos y cuántos regresan sin haberlo conseguido?
--No te puedo dar estadísticas, porque no hablo con los estudiantes para analizar si han cumplido sus objetivos concretos. Depende mucho de cada uno y de las metas que se marquen, las cuales, además, van cambiando. Hay muchísimos que, como yo, vinieron para seis meses y llevan cinco años trabajando en una empresa como residentes. El objetivo claro de la mayoría es aprender inglés, vivir la experiencia y trabajar para mantenerse. ¿Cuántos lo consiguen? No lo sé, cada persona es un mundo y no todos se esfuerzan igual.
--YouTooProject promueve mucho que esta experiencia “transforma vidas”. ¿Podría dar un ejemplo concreto de un caso real, tanto positivo como uno más complejo o negativo?
--Como ejemplo de transformar vidas conozco muchos casos, pero te doy el mío. Yo vine con la idea de estar seis meses y llevo 15 años; me he casado, tengo dos hijas australianas y un negocio 100% australiano. Mi vida se ha transformado. Conozco muchísima gente aquí en Byron Bay que llevamos 12 o 14 años, que ahora somos residentes, tenemos niños y hemos crecido aquí. Claro que hay gente que aprende inglés y se vuelve a casa encantada, pero la mayoría de personas que vienen a Australia se quieren quedar más. ¿Por qué? Porque se ganan bien la vida y ven que su inglés mejora.
--¿Algo negativo?
--El problema de quedarse. El hecho de que pases aquí tres o cuatro años y no acabes de conseguir el visado permanente, que no consigas ese sponsor. Australia es un país muy complicado para quedarse según tu profesión. Se buscan ingenieros, médicos o enfermeras, pero si eres de marketing, periodista o entrenador personal, es muy difícil. Necesitas que una empresa te esponsorice, y es un proceso caro y duro. Conozco gente que se ha pasado seis o siete años intentándolo y se han tenido que ir, porque Australia no te da ni un minuto. Esa es la parte negativa de Australia.