La OMS recomienda el uso de fármacos adelgazantes como Ozempic para personas con obesidad
La organización subraya que es necesario adoptar políticas y preparar los sistemas de salud para el uso de este tipo de medicamentos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una recomendación oficial a favor del uso de tres medicamentos análogos del GLP-1 -originalmente desarrollados para tratar la diabetes tipo 2- en personas con obesidad.
La enfermedad afecta a 1.000 millones de personas en el mundo, una cifra que podría duplicarse en apenas cinco años si no se implementan medidas efectivas. Además, la guía de la OMS plantea el problema de un acceso desigual a las terapias con GLP-1 y de preparar los sistemas de salud para el uso de estos medicamentos.
Desigualdad en el acceso
"Sin políticas adecuadas, el acceso a estas terapias podría agravar las disparidades sanitarias existentes", reconoce la organización. Incluso con una rápida expansión de la producción, se prevé que las terapias con GLP-1 lleguen a menos del 10% de las personas que podrían beneficiarse de ellas en 2030.

Po ello, se plantean estrategias para mejorar el acceso, como compras conjuntas, precios escalonados o acuerdos para que las compañías que poseen las patentes autoricen a otras a fabricarlos y venderlos con el fin de bajar los precios
Cómo actúan los GLP-1 y por qué su uso ha generado polémica
Se trata de tres medicamentos: semaglutida, liraglutida, tirzepatida. Estos imitan hormonas intestinales y reducen el apetito, retardan el vaciado gástrico (hacen que la persona se sienta llena más tiempo) y mejoran la regulación de la glucosa.

No obstante, su uso para ayudar a la gente a perder peso ha sido polémico. La demanda para adelgazar provocó escasez en pacientes diabéticos, además de alimentar un debate ético sobre su uso con fines estéticos y su elevado coste para los sistemas sanitarios. A esto se suma que muchos pacientes recuperan parte del peso perdido al suspender el tratamiento, lo que podría convertirlos en una terapia crónica.
Una crisis global que exige nuevas soluciones
La recomendación llega en un contexto de creciente alarma por la obesidad, asociada a 3,7 millones de muertes en 2024 y con un costo económico estimado en 3.000 millones de dólares en 2030.
La obesidad, además, también es un factor de enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares, la diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer, y contribuye a empeorar los resultados de los pacientes con enfermedades infecciosas.

Cambios en el estilo de vida
"Aunque la medicación por sí sola no resolverá esta crisis sanitaria mundial, las terapias con GLP-1 pueden ayudar a millones de personas a superar la obesidad y reducir los daños asociados a ella", señala el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. La recomendación se dirige a adultos, excluyendo embarazadas, que requieran un tratamiento de larga duración, de seis meses o más.
La organización matiza, sin embargo, que la recomendación es "condicional" debido a la escasez de datos sobre su seguridad y eficacia a largo plazo, su elevado coste y la preparación insuficiente de muchos sistemas de salud. También sugiere acompañar estos fármacos de dieta saludable y actividad física, aunque reconoce que la evidencia sobre el impacto de estas intervenciones combinadas todavía es limitada.


