La película de la directora de 'La sustancia' que pocos conocen y es una obra de arte
Coralie Fargeat está de moda gracias al fascinante filme protagonizado por Demi Moore que es uno de los favoritos a los Premios Óscar, pero hace una década grabó un corto que avanzaba la genialidad de la realizadora francesa

La directora francesa Coralie Fargeat ha saltado a la fama mundial con su película La sustancia, una cinta de body horror (o terror corporal) protagonizada por Demi Moore que no deja a nadie indiferente y que, tras recibir numerosos galardones, está nominada en cinco categorías a los Premios Óscar 2025.
Pero esta no es la primera película de Fargeat. La joven cineasta tiene una corta pero intensa carrera como realizadora y guionista, en la que destacan filmes como Venganza. Pero hay una cinta que sobresale por encima de las demás y que muy pocos conocen.
Un corto de 22 minutos
La película en cuestión es un corto de 22 minutos que aborda temas similares a los de La sustancia, pero realizado en 2014, hace una década. En poco más de un cuarto de hora, el filme es una obra de ciencia ficción que explora acertadamente la relación entre la identidad, la percepción de la realidad y el impacto de la tecnología en la sociedad contemporánea, además de la presión de la sociedad sobre la imagen de las personas y sobre la belleza.
Con una estética futurista y un guion que recuerda a las historias de Black Mirror, el filme plantea una inquietante reflexión sobre cómo la tecnología puede distorsionar la percepción del yo y de los demás, y apunta elementos que Fargeat desarrolló posteriormente en La sustancia. Además, tiene un final impactante.
'Reality+', de Coralie Fargeat
La película a la que nos referimos es Reality+, y la historia se sitúa en un futuro cercano, donde la sociedad ha adoptado una nueva tecnología llamada Reality+, que permite a los usuarios modificar digitalmente su apariencia en tiempo real a través de un implante cerebral. Este sistema ofrece una versión mejorada de sí mismos, haciendo que las personas se vean más atractivas a los ojos de los demás. Sin embargo, este efecto tiene un límite: cada usuario solo puede mantener su "versión mejorada" durante 12 horas al día.
El protagonista, un hombre tímido y con baja autoestima, comienza a utilizar Reality+ y experimenta una transformación radical en su vida. Con su nueva apariencia, se siente más seguro, es tratado con mayor respeto y logra conquistar a la mujer de sus sueños. Sin embargo, cuando el sistema se desactiva y su verdadera imagen reaparece, se enfrenta a un conflicto interno y social que lo lleva a cuestionar su identidad y su valor personal.
Los mensajes de 'Reality+'
El eje central del cortometraje es la pregunta "¿quiénes somos realmente?". La tecnología de Reality+ permite que las personas proyecten una imagen idealizada de sí mismas, pero ¿qué sucede cuando la ilusión desaparece? El protagonista experimenta una profunda crisis de identidad cuando se da cuenta de que la aceptación y el éxito que ha logrado son producto de una apariencia artificial. La película expone el riesgo de depender de una imagen digital para definir la autoestima, un tema especialmente relevante en la era de las redes sociales, donde los filtros y ediciones crean versiones irreales de las personas.
En la sociedad de Reality+, la apariencia física determina el trato que una persona recibe. Cuando el protagonista es "mejorado", el mundo lo percibe como alguien más interesante, atractivo y seguro. Pero cuando su imagen real se revela, su estatus cambia drásticamente. El cortometraje evidencia cómo la validación social está cada vez más ligada a la estética y cómo las personas pueden convertirse en esclavas de una imagen artificial. Este aspecto recuerda el impacto que tienen hoy en día las redes sociales y las aplicaciones de edición de fotos, donde la aprobación ajena se convierte en una obsesión.

Dependencia tecnológica
Otro aspecto clave de Reality+ es su visión sobre la tecnología como una herramienta que no solo facilita la vida, sino que también altera las relaciones humanas y la percepción de la realidad.
El protagonista desarrolla una adicción a su versión mejorada y, cuando el tiempo de uso se agota, experimenta una angustia similar a la que sufren muchas personas cuando se desconectan de las redes sociales o no pueden acceder a su "yo digital".
Dirección y estética visual
Coralie Fargeat construye un futuro cercano con una estética minimalista y sobria, lo que hace que la tecnología de Reality+ se sienta plausible y realista. A diferencia de otras películas de ciencia ficción con entornos sobrecargados, aquí el mundo es reconocible y cercano, lo que refuerza la idea de que esta tecnología podría existir en un futuro no tan lejano.
Uno de los aspectos más interesantes del cortometraje es cómo la cámara juega con la percepción de la realidad. A través de sutiles efectos visuales, el espectador experimenta la diferencia entre la versión mejorada del protagonista y su apariencia real. Este recurso refuerza el impacto emocional del conflicto central. Además, la directora emplea una paleta de colores fríos y neutros que refuerzan el tono distópico de la historia. La iluminación también juega un papel clave en la diferenciación entre el mundo de la ilusión (cuando Reality+ está activado) y la dura realidad (cuando el efecto desaparece).
Influencia de 'Black Mirror'
El cortometraje comparte muchas similitudes con episodios de Black Mirror, especialmente con capítulos como Nosedive (donde la imagen social es determinada por un sistema de puntuación) y Be Right Back (donde la tecnología permite revivir a los muertos a través de inteligencia artificial). Ambos exploran la pérdida de identidad y la dependencia de la tecnología para la validación social, lo que refuerza el mensaje crítico de Reality+.
También se constatan elementos de otras películas. Por ejemplo, de Gattaca (1997), aborda el perfeccionamiento del ser humano mediante la genética, algo que Reality+ traslada a la apariencia digital. O de Her (2013) de Spike Jonze, que explora la relación entre humanos y tecnología de una manera similar, mostrando cómo la dependencia de lo artificial puede reemplazar el contacto real.
¿Dónde ver 'Reality+'?
Reality+ es una obra de ciencia ficción que, en apenas 22 minutos, logra transmitir un mensaje poderoso sobre el impacto de la tecnología en la identidad y las relaciones humanas.
Es una película imprescindible no solo para quienes les haya gustado La sustancia, y, por suerte, está disponible gratuitamente para todos los suscriptores de Filmin (con una valoración de 8 sobre 10) o de Prime Video.