Ryanair ha anunciado que impondrá una multa de 500 euros a los pasajeros cuyo mal comportamiento obligue a su expulsión del avión. La medida, comunicada a través de una nota de prensa, pretende disuadir conductas indisciplinadas que, según la compañía, representan un problema creciente para todo el sector aéreo.
Un portavoz de la aerolínea calificó estas conductas de “inaceptables” y aseguró que no permitirán que los viajeros sufran “trastornos innecesarios” por culpa de un pasajero conflictivo. “Aunque se tratan de hechos aislados que ocurren en todas las aerolíneas, el comportamiento perturbador en un espacio compartido tan reducido es inaceptable”, añadió.
Erradicar las conductas a bordo
Además de esta sanción directa, Ryanair ha afirmado que continuará persiguiendo judicialmente a los pasajeros problemáticos por daños civiles. La empresa espera que este enfoque proactivo actúe como un “elemento disuasorio” para erradicar estas conductas a bordo.
La decisión llega tras varios incidentes recientes. Uno de los más destacados tuvo lugar el pasado 22 de marzo, cuando un pasajero fue multado con 2.000 euros por un tribunal en Malta tras fumar en pleno vuelo entre Colonia (Alemania) y Malta y negarse a obedecer a la tripulación.
Más incidentes recientes
Otro caso se produjo el 17 de enero en el vuelo FR2001 entre Lanzarote y Santiago de Compostela, cuando un viajero fue expulsado por la Guardia Civil tras intentar ocupar un asiento no asignado, alegando falsamente ser diplomático de la ONU. El incidente retrasó la salida del avión durante 40 minutos.
También en enero, la aerolínea vetó por cinco años a un pasajero que causó daños valorados en 3.000 euros en un vuelo entre Berlín y Marrakech. Ryanair lo denunció tanto ante los tribunales polacos como ante la Guardia Civil.