El primer episodio comenzó en octubre de 2022 con un cargo de tres euros asociado a un canal de música clásica llamado Mezzo. “Tuve que buscar qué era porque ni siquiera lo conocía”, recuerda José Cuadrado. Lo primero que pensó fue que se trataba de un error, quizá incluso un descuido suyo o de sus padres, con quienes comparte la cuenta.
“Les pregunté, porque no son muy hábiles con la tecnología, pero tampoco sabían nada”, comenta el joven a Consumidor Global. Lo extraño es que tampoco había recibido ninguna notificación de Amazon Prime Video sobre esa activación. “No me llegó ningún correo, ninguna alerta en mi cuenta. Nada”, asegura.
Amazon le cobró un mes sin su permiso
La única pista estaba en la página de pedidos de Amazon, un rincón al que sólo llegó tras buscar a conciencia.
Para entonces, ya le habían cobrado el primer mes. Intentó cancelar y recuperar su dinero, pero fue demasiado tarde. “Cuando te das cuenta, ya te han cobrado. Lo peor es que te la activan como una ‘prueba gratuita’, pero si no lo cancelas a tiempo, el cobro llega sin que te enteres”, señala Cuadrado.
El patrón se repite
El segundo incidente ocurrió en marzo de 2023, cuando el usuario se encontró con un cargo de 3,99 euros, esta vez asociado a un servicio llamado FlixOlé, una plataforma de cine español. Ya más alerta por su experiencia previa, revisó rápidamente sus movimientos y pudo cancelar la suscripción a tiempo, logrando que le devolvieran lo cobrado.
Sin embargo, lo que más le molestó fue que el proceso seguía el mismo esquema: primero, una prueba gratuita, luego, el cobro automático. “Es un sistema diseñado para que te pase desapercibido. Si no estás encima de tus cuentas, se lo quedan”, dice indignado.
El último capítulo (por el momento)
El último episodio tuvo lugar en diciembre de 2024, y Cuadrado ha documentado cuidadosamente todo el proceso para demostrar lo que considera una práctica sistemática por parte de Amazon. Según las imágenes que comparte, el 15 de diciembre se le activó de nuevo una suscripción a FlixOlé por 0 euros, correspondiente a la fase de prueba gratuita. Sin embargo, tan solo una semana después, el 22 de diciembre, llegó el cargo de 3,99 euros.
“Mismo modus operandi. Primero gratis y una semana después, el cobro”, denuncia el agraviado. Este caso reciente lo llevó al límite de su paciencia, y no dudó en expresar su frustración públicamente a través de la red social X (antes Twitter). “Es la tercera vez que me activáis una suscripción que no he solicitado y sin previo aviso. ¿Es necesario que os denuncie ante la OCU o interponga una querella? ¡Estoy harto de estas prácticas abusivas!”, publicó.
Amazon responde, pero no convence
La respuesta de Amazon no tardó en llegar, aunque para José resultó insuficiente. “Lamentamos el inconveniente. Para reducir el riesgo de compras por error, te sugerimos verificar esta información”, respondió la compañía, adjuntando un enlace genérico sobre cómo gestionar suscripciones. Cuadrado, sin embargo, no se quedó callado: “Compras por error, ninguna. Ponéis suscripciones a traición para ganar pasta a escondidas de los usuarios”.
Para él, no se trata de un problema puntual, sino de una estrategia deliberada para captar suscriptores de forma poco transparente. Y no parece estar solo en su experiencia.
Más afectados, más historias
Ana V., otra usuaria afectada, también denunció públicamente una situación similar. “Me han cobrado una suscripción al Ad-Free de Amazon Prime por la cara. No lo he solicitado y no hay forma de cancelar el servicio”. Según cuenta, ni siquiera pudo solicitar un reembolso y el servicio de atención al cliente no le ofreció ninguna solución.
Por su parte, Daniel Martínez vivió algo parecido tras cancelar su cuenta de Prime durante un año. Sin previo aviso, la madrugada siguiente a su decisión, se le reactivó la suscripción mensual. “Mucho cuidado con Amazon”, advirtió en redes. Incluso algunos usuarios han sido notificados de suscripciones futuras sin haberlas solicitado, como Miguel Ángel Ruiz, quien recibió un correo oficial de Amazon informándole de que, en 30 días, comenzaría su suscripción al servicio Lionsgate+. “¿Es un fallo? No he dado mi consentimiento para esto”, escribió en redes sociales.
Llamada a la acción
“Son tres euros aquí, otros tres allá… Al final, es una cuestión de principios. Te están cobrando por algo que no has pedido, y no todo el mundo tiene tiempo o conocimientos para detectarlo a tiempo”, reflexiona Cuadrado. “No quiero que nadie más pase por esto. Amazon tiene que dejar de jugar con sus usuarios”, concluye.
Consumidor Global se ha puesto en contacto con Amazon para conocer los motivos detrás de esta estrategia y su postura oficial al respecto. No obstante, al término de este reportaje no se ha obtenido respuesta alguna por parte de la empresa.