Cierre definitivo: cinco locales del Time Out Market de Barcelona bajan la persiana
Nombres de prestigio como el multiestrellado chef Jordi Artal, el grupo Nuri, el histórico Colmado Murria o el cocinero Óscar Manresa, entre otros, abandonan el proyecto

El Time Out Market de Barcelona, ubicado en el centro comercial Maremágnum, se asoma al abismo tan solo un año después de su esperada apertura. Lo que prometía ser un revulsivo para la escena gastronómica de la ciudad se ha convertido en una sangría de locales.
Cinco operadores de renombre han cerrado permanentemente sus locales y un sexto ha reducido su actividad a fines de semana puntuales, sembrando serias dudas sobre la viabilidad del proyecto.
Cierran cinco locales del Time Out Market Barcelona
Según informa Crónica Global, la lista de bajas incluye a algunos de los nombres más potentes que conformaban su oferta inicial. Han abandonado el barco restauradores del calibre del chef con estrellas Michelin Jordi Artal (Cinc Sentits), el popular Grupo Nuri, el histórico Colmado Murria, el conocido cocinero Óscar Manresa (Casa Guinart) y la reconocida pastelería Bubò, liderada por Lena Maria Grané y Ricky Smith.

A esta desbandada se suma la retirada parcial del Grup Confiteria, propietario de Paradiso, la coctelería que llegó a ser nombrada la mejor del mundo. Su concepto en el mercado, Monk, cerrará temporalmente y solo abrirá durante la temporada de verano y en eventos o fines de semana específicos, un golpe significativo para la oferta del espacio.
El motivo del fracaso: "Nunca fue rentable"
La razón detrás de esta fuga masiva es unánime entre los restauradores que han abandonado el proyecto: el Time Out Market no es rentable. Las fuentes consultadas por el citado medio coinciden en que los altos costes de alquiler, sumados a un flujo de clientes insuficiente, han hecho imposible mantener la operativa.
La única incorporación
Los primeros en tomar la difícil decisión fueron Bubò y Jordi Artal, que se despidieron el pasado 2 de marzo. Desde entonces, las bajas han goteado de forma constante, siendo el Colmado Murria el último en sumarse a la lista.
El miedo al invierno
Un consultor gastronómico analiza para Crónica Global la situación con dureza, señalando el principal error del proyecto: la ubicación. “Es muy difícil conseguir que los barceloneses vayan al Maremágnum. Empresarialmente, solo funciona la restauración para guiris”, lamenta. En su opinión, el modelo “ha errado el tiro” al no conectar con el público local.

Esta crisis no es nueva
Hace un año, ya se produjo un primer motín de operadores que dejaron de pagar el alquiler por inconformidades con la gestión. Aunque la dirección ha intentado atraer al público local con una nutrida agenda de eventos –conciertos, monólogos y pódcasts en directo–, los esfuerzos no parecen haber sido suficientes para consolidar un modelo que siempre se comparó con el exitoso Time Out Market de Lisboa. Un año después, la evidencia es clara: el Maremágnum no es el Mercado de la Ribeira, y el tiempo para enderezar el rumbo se agota.
Por el momento, Time Out Market, que recientemente prescindió de su agencia de comunicación, ha declinado hacer declaraciones al respecto.