Ilia Topuria y el secreto de su estricta dieta para el alto rendimiento: "Ecológico y sin químicos"

Así es la dieta de Ilia Topuria: los alimentos clave que sostienen su rendimiento y su estilo de vida basado en la exigencia constante y en la comida ecológica como base

Ilia Topuria con alguno de los alimentos de su estricta dieta para el alto rendimiento / Montaje Consumidor Global
Ilia Topuria con alguno de los alimentos de su estricta dieta para el alto rendimiento / Montaje Consumidor Global

Escucha el artículo ahora…

0:00
0:00

Cuando un deportista de élite atraviesa momentos de alta exigencia —tanto dentro como fuera del ring—, su rutina diaria se convierte en un pilar de equilibrio. En el caso de Ilia Topuria, campeón mundial de la UFC, la alimentación no es solo una cuestión de rendimiento físico: es una herramienta de control, constancia y bienestar. En un momento en el que su vida personal y profesional despierta interés mediático por los recientes rumores de ruptura con su mujer Giorgina Uzcategui, hay algo que permanece inalterable: su compromiso absoluto con una dieta limpia, estructurada y funcional.

Lejos de improvisaciones, el luchador ha hecho de la cocina una extensión más de su vida y base de su entrenamiento. No se trata de privarse por castigo, sino de entender la comida como combustible para su rendimiento físico. Un enfoque cada vez más común entre quienes viven el wellness como una filosofía integral, donde cuerpo y mente necesitan la misma atención.

Así es la alimentación que sostiene el estilo de vida de Ilia Topuria

A sus 28 años, Topuria representa una generación de atletas que hablan sin complejos de nutrición consciente. En sus rutinas no hay espacio para ultraprocesados ni atajos. La base de su alimentación gira en torno a productos naturales, ecológicos y sin artificios. Ingredientes reconocibles, combinaciones sencillas y un respeto casi ritual por la calidad de los alimentos.

Huevos, aguacate, carnes magras y grasas saludables forman parte habitual de su menú. No porque sigan una moda concreta, sino porque cumplen una función clara: aportar energía sostenida, facilitar la recuperación muscular y mantener la concentración durante entrenamientos que se repiten mañana y tarde.

Aguacate, carne y huevos, los alimentos fetiche de Ilia Topuria/ CANVA
Aguacate, carne y huevos, los alimentos fetiche de Ilia Topuria / CANVA

Aunque admite que le encantan platos como los tacos o el sushi, durante los periodos de preparación estricta estos placeres desaparecen por completo. No hay excepciones. El autocontrol, en este caso, no es una renuncia puntual, sino una elección consciente ligada a un objetivo mayor.

Proteínas, grasas y rutina

La dieta del luchador se apoya especialmente en alimentos ricos en proteínas de alta calidad y grasas buenas. El huevo ocupa un lugar destacado por su versatilidad, su perfil nutricional completo y su facilidad de adaptación a cualquier momento del día. Acompañado de aguacate o carne roja en cantidades controladas, se convierte en una fórmula eficaz para soportar entrenamientos dobles y cargas físicas intensas.

Cuando el cuerpo ya ha superado la fase de recuperación tras un combate, el ritmo vuelve a acelerarse. Dos sesiones diarias, trabajo técnico por la mañana y entrenamiento físico por la tarde. En ese contexto, comer bien no es negociable. La alimentación se ajusta con precisión, incluso cuando los viajes, compromisos o cambios de rutina obligan a gestionar todo en solitario.

Comida ecológica y libre de químicos

Una clave esencial de su dieta es la elección de comida real, casi sin procesar ni cocinar en exceso: "En mi día a día siempre me alimento superbién y saludable. Todo muy ecológico y natural, nada de químicos. Tengo la suerte de que todo ese mundo de la cocina y de la alimentación lo está llevando mi mujer; productos naturales y todo lo que provenga de lo que Dios ha creado". Un relato que parece llamar aún más la atención ahora que este pilar de su vida —y alimentación— parece tambalearse.

Aquí entra en juego otro aspecto interesante de su estilo de vida que parece ser más importante que nunca: tener los conocimientos de nutrición bien firmes y la autosuficiencia y disciplina para cumplirlos. Es decir, saber qué comer, cuándo hacerlo y cómo adaptarse fuera de casa es parte de su disciplina diaria. Una mentalidad que encaja perfectamente con el concepto de healthy lifestyle que cada vez más lectores buscan aplicar a su propia vida.

Cómo consigue bajar de peso antes de competir

Uno de los momentos más extremos —y menos conocidos— de la preparación para una pelea profesional es el ajuste de peso previo al pesaje oficial. Un proceso que exige planificación, control médico y una comprensión profunda del propio cuerpo.

Durante semanas, la alimentación se afina al máximo. La ingesta de agua se incrementa de forma progresiva, mientras que los alimentos se seleccionan con lupa. Proteínas animales y en distintos alimentos enriquecidos con más cantidad (como los que vende Postres Reina, marca de la cual es imagen), grasas muy concretas y ausencia casi total de carbohidratos en los días clave. El objetivo no es solo bajar kilos, sino hacerlo sin comprometer la salud ni el rendimiento.

En la recta final, la hidratación se reduce de forma drástica y el cuerpo responde eliminando líquidos de manera natural mediante la orina… los riñones siguen trabajando. Todo está medido: cantidades, horarios y reacciones físicas. Una vez superado el pesaje, llega la fase opuesta: la rehidratación (beber 7,5 litros de agua al día) y la recuperación energética, basada en la ingesta de grandes cantidades de carbohidratos, donde el cuerpo puede llegar a recuperar más de diez kilos en poco más de un día.

Cuando los carbohidratos vuelven a escena

Tras semanas de control absoluto, llega el momento de recargar. Es entonces cuando los hidratos de carbono regresan al menú de forma estratégica. La pasta se convierte en protagonista, porque le encanta al deportista básicamente —y si es en una comida con amigos, mejor que mejor—, especialmente en platos generosos que ayudan a reponer glucógeno y devolver al cuerpo su fuerza habitual.

Este contraste —entre la restricción extrema y la carga energética— es uno de los aspectos más fascinantes del enfoque nutricional de los deportistas de élite. Pero también una lección interesante para quienes buscan entender la alimentación como algo flexible, adaptable y al servicio del bienestar.

Más allá del deporte: una forma de vivir

La alimentación de Ilia Topuria no es una dieta puntual ni un sacrificio temporal. Es una estructura que sostiene su día a día, incluso cuando el foco mediático se desplaza o las circunstancias personales cambian. Una prueba de que comer bien no es una tendencia pasajera, sino una herramienta poderosa para mantener el equilibrio.

Porque, al final, el verdadero rendimiento —dentro y fuera del octágono— empieza mucho antes del entrenamiento. Empieza en el plato.