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Ni las grasas ni los hidratos: este es el compuesto que alimenta a las células cancerígenas

Descubre al enemigo número uno de tus células y empieza a evitar su consumo si no quieres padecer un problema de salud a largo plazo

Rocío Antón

Este es el compuesto que alimenta a las células cancerígenas/ Montaje CG

La ciencia ha dejado claro que nuestra alimentación no solo influye en el desarrollo de muchas enfermedades, sino que puede ser clave para prevenirlas. Y ahora, un nuevo estudio vuelve a poner el foco sobre un ingrediente común, presente en muchísimos productos del supermercado: la fructosa.

Una niña con un donut, un alimento ultraprocesado / FREEPIK

El cáncer es, sin duda, una de las palabras más temidas al salir de boca de un médico. Con un crecimiento constante en su incidencia a nivel global, se estima que en el año 2050 se superarán los 35 millones de diagnósticos en todo el planeta. Frente a ese futuro preocupante, cada vez más personas están tomando conciencia de cómo ciertos hábitos cotidianos —como lo que comemos— pueden marcar una gran diferencia en nuestra salud.

¿Podría la fructosa oculta en tus alimentos estar favoreciendo un cáncer?

La fructosa es un tipo de azúcar que se encuentra de forma natural en frutas, vegetales y miel. Pero no hay que alarmarse: comer una manzana o un plátano no es un problema. El riesgo aparece cuando esta sustancia se consume en grandes cantidades a través de productos ultraprocesados, como refrescos, dulces industriales, cereales azucarados y embutidos, entre otros.

Células de cáncer que se multiplican y se puede detectar de forma temprana / QUIRÓNSALUD

Investigadores de la Universidad de Washington han observado que una dieta alta en fructosa podría favorecer el crecimiento de ciertos tumores. En experimentos con animales, detectaron que los cánceres de piel, mama y cuello uterino se desarrollaban con más rapidez cuando los sujetos recibían una dieta rica en este tipo de azúcar.

La fructosa podría estar alimentando a tus células cancerígenas

El estudio, publicado en la revista Nature, mostró que el exceso de fructosa es transformado por el hígado en unas moléculas llamadas LPC (lisofosfatidilcolinas), las cuales están asociadas a procesos inflamatorios que estimulan la multiplicación de células tumorales. Según el doctor Gary Patti, autor del estudio: “Las células cancerosas no solo consumen glucosa, como ya sabíamos, sino que también podrían aprovechar la fructosa como fuente de energía”.

Este hallazgo refuerza la preocupación que existe sobre el abuso del jarabe de maíz alto en fructosa, un edulcorante muy económico que inunda los productos procesados desde hace décadas.

¿Y qué dicen los expertos?

El doctor Anton Bilchik, especialista en cirugía oncológica, considera que este estudio ayuda a explicar por qué el aumento de cáncer en personas jóvenes podría estar vinculado al consumo de alimentos ultraprocesados. “La cantidad de productos con azúcar añadida en nuestra dieta diaria es alarmante”, comentó en medios estadounidenses.

Por su parte, la dietista Monique Richard aconseja alejarse de los productos artificiales y volver a lo básico: frutas frescas, verduras y alimentos sin empaques. “La clave está en leer las etiquetas. Muchos productos esconden grandes dosis de azúcar bajo nombres técnicos”, advierte.

La solución está en comer simple y limpio

Este nuevo estudio subraya un mensaje que parece cada vez más evidente: no todos los azúcares son iguales. La fructosa en su forma natural no es peligrosa, pero su versión industrial, altamente concentrada y escondida en miles de productos, puede representar un riesgo real si se consume en exceso.

Una mujer come saludable y limpio / FREEPIK

Por eso, elegir comida real —la de verdad, la que no necesita etiqueta— es una de las decisiones más inteligentes que podemos tomar para cuidar nuestra salud. Y aunque el cáncer es una enfermedad compleja que depende de muchos factores, lo que ponemos en nuestro plato sigue siendo una de nuestras mejores armas de defensa.

¿Qué es la comida real o 'realfooder'?

Una dieta basada en comida real es básicamente volver a lo natural, a lo que no necesita una lista de ingredientes para saber lo que es. Es comer alimentos frescos, mínimamente procesados y lo más cercanos posible a su estado original. Nada de cosas raras que no puedes pronunciar. Aquí te cuento cómo es, de forma sencilla:

¿Qué incluye una dieta de comida real?

Categoría Descripción
1. Verduras y frutas frescas Son la base. De todos los colores, porque cada color tiene beneficios distintos. Crudas, al vapor, asadas, en cremas… ¡Como quieras!
2. Legumbres Lentejas, garbanzos, alubias, habas… Son baratas, nutritivas y saciantes. Aportan proteína vegetal y fibra.
3. Proteínas reales Carne, pescado, huevos, mariscos, tofu, tempeh… A poder ser, de calidad, sin rebozados, sin salsas ultraprocesadas.
4. Cereales integrales Avena, arroz integral, quinoa, pan de masa madre con ingredientes simples (harina, agua, sal y levadura).
5. Grasas saludables Aceite de oliva virgen extra, aguacate, frutos secos, semillas (chía, lino, sésamo) y pescado azul (como el salmón o las sardinas).
6. Agua Como bebida principal. Evitando refrescos, zumos envasados o bebidas “light” que, aunque digan tener cero azúcar, no son comida real.

¿Qué se evita?

  • Ultraprocesados (bollería, galletas, snacks, cereales de desayuno, comidas listas para calentar…).

  • Azúcares añadidos (incluidos los siropes y jarabes).

  • Grasas trans y aceites refinados (como el de palma o el de girasol usado en frituras industriales).

  • Harinas refinadas y productos con listas de ingredientes interminables.

¿Por qué seguirla?

  • Mejora la salud digestiva.

  • Ayuda a mantener el peso de forma natural.

  • Disminuye el riesgo de enfermedades como la diabetes, hipertensión, colesterol alto, e incluso cáncer.

  • Más energía, mejor sueño, piel más sana y menos antojo

Idea de menú 'realfooder':

1. Desayuno:Tostadas de pan integral con aguacate y huevo. Café o infusión sin azúcar. Fruta fresca.

Una tostada con aguacate y huevo es un alimento equilibrado con grasas, hidratos y proteínas/ Montaje CG

2. Comida: Ensalada grande con legumbres (como lentejas o garbanzos), tomates, cherrys, zanahoria rallada, aguacate y aceite de oliva. De postre, una manzana.

Ensalada de lentejas/ PEXELS

3. Cena: Salmón al horno con verduras asadas y arroz integral. Un puñado de nueces o una infusión si te apetece algo más.

Una persona dorando el salmón en una sartén bien caliente/ PEXELS