Probablemente, no estés preparado para asumir esta afirmación tan rotunda que avala la psicología: “Te puede gustar otra persona teniendo pareja”. Y es que, una de las ideas más extendidas en torno a las relaciones de pareja es que la atracción hacia una tercera persona es incompatible con un vínculo amoroso saludable. Existe esa idea de quien se siente atraído por otra persona es un traidor o potencial infiel.
Sin embargo, la psicología moderna invita a replantear esta creencia y a observar con mayor comprensión las complejidades del deseo y la convivencia a largo plazo. De hecho, sentir interés por otra persona mientras se está en una relación estable es más común de lo que se suele admitir, y no necesariamente representa un problema profundo o una señal de crisis.
¿Es posible sentir atracción por alguien más estando en pareja? Lo que dice la psicología
Diversos expertos en salud mental coinciden en que el ser humano, por naturaleza, es sensible a lo nuevo y lo diferente. La atracción por otras personas puede aparecer en cualquier etapa de una relación y, en la mayoría de los casos, no implica una falta de amor o compromiso hacia la pareja. Se trata, más bien, de una respuesta emocional o fisiológica que tiene que ver con el modo en que nuestro cerebro procesa el deseo, la novedad y la curiosidad.
Según la psicóloga Alicia González, sentir que otra persona nos resulta atractiva no debería entenderse automáticamente como una amenaza a la relación. Así lo explica en este vídeo de su cuenta de Instagram: "Es una experiencia que muchas personas viven, y suele generar culpa porque va en contra de la idea romántica tradicional de exclusividad emocional y física absoluta", explica.
"Cuando te das cuenta de que otra persona te gusta es porque la has dejado acercarse demasiado. Esas conversaciones que tú creías que eran inocentes en realidad no lo eran. Ahora debes entender por qué has llegado hasta este punto", remata.
La atracción como experiencia humana natural
Desde un punto de vista psicológico, esta atracción puede surgir por múltiples factores: la afinidad con alguien nuevo, una conexión emocional inesperada, una conversación estimulante o simplemente el atractivo físico. No es necesario que haya insatisfacción en la relación de pareja para que surjan estos sentimientos. En ocasiones, se trata únicamente de una reacción espontánea que no va más allá.
El desarrollo de una relación de pareja a largo plazo suele atravesar varias fases. La primera, comúnmente conocida como “enamoramiento”, está caracterizada por una gran intensidad emocional, idealización del otro y una fuerte atracción física. Con el tiempo, esta fase da paso a una relación más estable, en la que predominan el apego, la complicidad y el compromiso.
Las etapas de la relación y el impacto de la rutina
Es tras esta etapa de mayor estabilidad cuando algunas personas experimentan una disminución de la pasión inicial. Esta transición, completamente natural, no significa que la relación esté fallando. Sin embargo, en un contexto en el que muchas parejas no han trabajado aspectos más profundos del amor —como la comunicación, el respeto mutuo y la construcción de un proyecto compartido—, es más probable que la aparición de una nueva atracción genere dudas o confusión.
El psicólogo Javier Campos señala que muchos vínculos se inician basándose únicamente en la pasión, y cuando esta se desvanece, puede aparecer la sensación de vacío. “En ese momento es cuando realmente comienza la construcción del amor. A veces, la atracción hacia alguien externo simplemente pone en evidencia lo que aún no se ha desarrollado dentro de la relación actual”, explica.
Reflexión antes de tomar decisiones
Frente a esta situación, no es raro que surjan preguntas como: ¿Debería terminar mi relación si me atrae otra persona? ¿Significa esto que ya no amo a mi pareja? La psicóloga Alicia González propone abordar este tipo de dudas desde la autoexploración más que desde la acción inmediata.
"Es importante identificar qué necesidad personal está siendo cubierta por esa nueva conexión y si esa necesidad está insatisfecha dentro de tu relación actual", señala González.
La importancia de la honestidad emocional
Además, advierte sobre la tendencia a idealizar a la nueva persona: “Las comparaciones no suelen ser justas, porque la novedad siempre despierta emociones intensas. Es fácil proyectar en una persona nueva todas aquellas sensaciones que se han ido apagando con el tiempo en la relación estable”.
Afrontar esta realidad sin dramatismos ni culpas excesivas puede ser un primer paso hacia una vida afectiva más consciente. Reconocer que la atracción por otra persona no necesariamente destruye una relación permite abrir un espacio de reflexión honesta, tanto individual como en pareja.
Qué hacer si te gusta otra persona estando en pareja
Sentir atracción por otra persona mientras se está en una relación no es un fallo moral ni un síntoma definitivo de que la relación ha terminado. Es, en muchos casos, una experiencia humana más, que puede servir como oportunidad para comprender mejor nuestras emociones y profundizar en la calidad de nuestros vínculos.
Más que enfocarse en el impulso inmediato, la clave está en observar, reflexionar y, si es necesario, dialogar desde un lugar de honestidad y madurez emocional. Así, se puede transformar un dilema emocional en un punto de partida hacia una mayor claridad sobre lo que realmente se desea y necesita en una relación de pareja.