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Mujeres fuera del cribado de mamografías: "¿A partir de los 70 años no hay riesgo de cáncer o qué?"

El sistema público de salud deja de llamar, en la mayoría de las comunidades autónomas, a partir de los 69 años para las revisiones de cáncer de mama periódicas que salvan vidas

Ana Carrasco González

Una mujer de más de 70 años en la movilización ciudadana por los fallos en el cribado del cáncer de mama / Álex Zea - EP

Mercedes Ríos observa la calle desde el balcón de su casa en Sevilla. Luego, aparta las macetas para coger su pequeña silla de enea y se sienta. El 15 de noviembre cumplirá 90 años. No recuerda con exactitud cuándo fue la última vez que le hicieron una mamografía, pero calcula que tenía unos 68. “Me dijeron que estaba todo muy bien”, recuerda. “Y ya está”. 

Como ella, miles de mujeres en España cruzan cada año el umbral de los 70 años y desaparecen del radar de los programas de detección precoz del cáncer de mama. El sistema para reducir la mortalidad por el tumor más frecuente en mujeres deja de convocarlas, como si el riesgo expirara con la edad. Pero ellas siguen aquí, con una esperanza de vida que roza ya los 86 años. Su protección, en cambio, caduca antes que ellas.

“Si no tienes dinero, te mueres”

“Si quieres, te puedes hacer una mamografía por lo privado. Y si no tienes dinero para eso, te mueres”, lamenta Ríos. “Yo no tengo una pensión para gastarme ese dinero. El cribado no se debe quitar de la Seguridad Social para echarlo a la privada. Debía hacerlo la Seguridad Social hasta que duremos”, defiende.

Una mujer durante la concentración por los fallos en los cribados de cáncer de mama / Jorge Zapata - EFE

No obstante, exige que el sistema público actúe con rigor. Su advertencia se fundamenta en casos como el de Andalucía, donde unas 2.000 mujeres nunca recibieron los resultados de sus mamografías, algunas de las cuales presentaban anomalías. Esta situación provocó que, en algunos casos, se desarrollaran cánceres que no fueron tratados a tiempo debido a una posible negligencia que ya está en manos de la justicia. En otros casos, según diversos testimonios, este fallo habría contribuido incluso a la muerte de varias pacientes.

La edad límite varía

En España, la edad para el cribado de cáncer de mama varía entre las comunidades autónomas. En Andalucía, actualmente el programa se dirige a mujeres de entre 48 y 71 años, si bien anunciaron hace poco más de una semana que pretenden ampliar la cobertura hasta los 75 años. 

Por su parte, la Comunidad de Madrid realiza mamografías a las mujeres de entre 50 y 69 años, con la previsión de extender el programa a la franja de 45 a 74 años. En Cataluña, el cribado se efectúa en la actualidad a mujeres de 50 a 69 años. La mayoría de las comunidades que aún se rigen por la pauta del Ministerio de Sanidad finalizan el cribado a los 69 años. 

El modelo español, en general, está obsoleto

En septiembre de 2022, la Comisión Europea, dentro de su Plan de Lucha contra el Cáncer, instó a los Estados miembros a actualizar sus protocolos y ampliar el grupo de edad para el cribado, recomendando incluir a todas las mujeres entre los 45 y los 74 años. Un toque de atención que pone en evidencia que el modelo español se está quedando obsoleto y, según muchas voces, podría estar costando vidas.

Una doctora muestra una mamografía / Miguel Angel Polo - EFE

“A partir de los 69 ya no se convoca a mujeres para los cribados, cuando todavía pueden tener posibilidades de tener cáncer", clamó durante una entrevista a El Español Antonia Gimón, la presidenta de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA). “Las mamografías se deberían ajustar a ese rango inferior de edad, al igual que replantear el rango superior, porque también hay mujeres más mayores que desarrollan la enfermedad”, coincidió Eva Ciruelos, coordinadora de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital 12 de Octubre y de HM Hospitales. 

“Ya no interesa detectarlo a tiempo”

“A partir de cierta edad, parece que ya no interesa detectar a tiempo el cáncer de mama”, comenta Isabel E., de 73 años. “Llegas a un punto en el que te hacen sentir que ya no vales nada, que si te mueres, no importa”, añade mientras su voz se quiebra.

María Trinidad Noguer o “Mari Trini”, de 70, ha vivido la angustia de un diagnóstico a tiempo gracias a su ginecólogo de confianza en la sanidad privada, a quien sigue pagando. Años atrás, le detectaron una anomalía que requirió la extirpación de tres cuartas partes de un pecho. “Podía haber sido un cáncer que hasta que no se abriera no se veía”, explica. Ella se siente afortunada por poder permitirse revisiones privadas, pero piensa en todas las demás. “No lo veo justo”, insiste. “¿A partir de los 70 años ya no hay riesgo de cáncer o qué? Yo tengo amigas que lo han tenido”, subraya. 

La etapa crucial para detectar el cáncer: 55-65

La doctora María José Ortiz, con una larga carrera como responsable de Oncología Radioterápica en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y expresidenta de la Sociedad Andaluza de Cancerología, aporta el contrapunto técnico que explica, aunque no justifica, la reticencia del sistema. “La edad de mayor incidencia se da entre los 55 y los 65 años”, aclara. “A partir de ahí hay menos incidencia, pero eso no quiere decir que no vaya a aparecer y que no sea, en ocasiones, agresivo”.

Ortiz recuerda que la importancia del cribado radica en su capacidad para salvar vidas y alargar la supervivencia, al detectar el cáncer antes de que avance. Sin embargo, advierte que a medida que aumenta la edad, otras enfermedades, como las cardiovasculares, adquieren un peso mayor en la mortalidad. “Hasta los 70 años está claro que el cribado aporta un beneficio evidente. Después, su impacto se reduce, no porque el cáncer desaparezca, sino porque entran en juego otras causas de muerte que neutralizan parte de ese beneficio”.

A los 70, es más probable fallecer por otra causa que por el cáncer

La oncóloga insiste en que esto no significa que una mujer de 70 años no deba revisarse, sino que el enfoque debe ser más personalizado. “Si una mujer tiene antecedentes familiares o presenta algún síntoma, debe poder acceder igualmente a una mamografía”, señala. Lo que cambia, aclara, es que el sistema deja de citar automáticamente cada dos años a todas las mujeres a partir de esa edad. “A partir de los 70 el cribado ya no se hace de forma sistemática, pero si una mujer nota un bulto o cualquier molestia, puede y debe acudir a su centro de salud”, recalca.

“El cribado salva vidas porque diagnostica antes, reduce las recaídas y mueren menos mujeres. Pero cuando una mujer tiene 70 años y una esperanza de vida media de veinte más, es probable que, incluso si desarrolla un cáncer, no llegue a morir por él, sino por otra causa”, concluye Ortiz.