Ni normal ni común: descubre por qué tener migrañas puede ser un signo de alerta en nuestra salud

¿Cansada de padecer fuertes dolores de cabeza? ¿Has normalizado acabar el día con migrañas? Descubre las posibles causas y cómo evitar esta dolencia en la medida de lo posible

Una chica con migrañas que desconoce que puede ser un signo de alerta en su salud/ CANVA
Una chica con migrañas que desconoce que puede ser un signo de alerta en su salud/ CANVA

A menudo se habla de la migraña como si fuera “solo un dolor de cabeza”, pero la realidad es muy distinta. Este trastorno neurológico afecta a millones de personas en España y tiene un impacto profundo en su calidad de vida. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), más de cinco millones de españoles sufren migraña de forma recurrente, lo que equivale a casi un 13% de la población, siendo las mujeres las más afectadas.

Una mujer con fuertes dolores de cabeza/ CANVA
Una mujer con fuertes dolores de cabeza / CANVA

Lejos de ser una simple molestia, la migraña es una condición incapacitante que puede alterar la rutina diaria. Los episodios suelen ir acompañados de dolor intenso y pulsátil, náuseas, vómitos y sensibilidad extrema a la luz, el sonido o los olores. Estos síntomas pueden durar horas o incluso días, generando un fuerte impacto emocional y físico.

Migraña: más que un dolor de cabeza, un problema que se normaliza

Uno de los principales retos en torno a esta enfermedad es la tendencia a minimizar el dolor. Muchas personas conviven con episodios frecuentes de cefalea sin buscar atención médica, recurriendo únicamente a analgésicos de venta libre. ¿De verdad es esta la única solución posible?

Una mujer padece migrañas por exceso de pantallas/ CANVA
Una mujer padece migrañas por exceso de pantallas / CANVA

Esta práctica puede provocar una cronificación del dolor, según explica la doctora Noemí Morollón, neuróloga del Hospital de Sant Pau en Barcelona. “Es muy habitual que los pacientes piensen que es normal tener dolor de cabeza de forma recurrente, cuando en realidad estamos ante una enfermedad que necesita un diagnóstico específico y un tratamiento adecuado”, señala la especialista.

Muchas personas creen que la solución a la migraña es meterse en la cama con luz tenue/ CANVA
Una persona con migraña / CANVA

A esta situación se suma el estigma social que aún rodea a la migraña. En el ámbito laboral y familiar, no siempre se entiende el grado de incapacidad que puede generar un ataque. La falta de empatía o comprensión aumenta el estrés y la frustración de quienes la padecen, lo que a su vez puede agravar los síntomas.

El papel de las hormonas femeninas en la migraña

En el caso de las mujeres, las hormonas juegan un papel crucial. La fluctuación de los niveles de estrógenos durante el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia puede influir directamente en la frecuencia e intensidad de los ataques. Se estima que hasta el 68% de las mujeres con migraña asocian sus crisis con la menstruación.

Una madre durante su lactancia coge en brazos a su bebé / PEXELS
Una madre durante su lactancia coge en brazos a su bebé / PEXELS

Durante el embarazo, muchas experimentan una mejoría, sobre todo en el segundo y tercer trimestre. Sin embargo, tras el parto, los niveles hormonales descienden bruscamente, lo que puede provocar una recaída. El estrés, la falta de sueño y los cambios en la rutina también actúan como desencadenantes. Curiosamente, la lactancia puede ejercer cierto efecto protector gracias a la acción de la prolactina y la oxitocina, aunque no es así en todos los casos.

Actuar a tiempo, clave para evitar complicaciones

El diagnóstico temprano es fundamental para controlar la migraña y evitar su progresión. En España, muchos pacientes tardan más de seis años en obtener un diagnóstico y hasta catorce en acceder a una unidad especializada. Este retraso no solo prolonga el sufrimiento, sino que dificulta el tratamiento.

La doctora Morollón subraya la importancia de contar con protocolos médicos claros y una formación continuada para los profesionales sanitarios. “Reconocer los síntomas y derivar a tiempo a los pacientes puede cambiar completamente el curso de la enfermedad”, apunta.

En el abordaje de la migraña se distinguen dos enfoques:

  • Tratamiento sintomático o agudo, destinado a aliviar los síntomas cuando aparece el ataque.

  • Tratamiento preventivo, cuyo objetivo es reducir la frecuencia e intensidad de las crisis.

Las guías internacionales recomiendan recurrir a terapias preventivas cuando el paciente presenta más de cuatro días de migraña al mes. Sin embargo, solo uno de cada diez recibe este tipo de tratamiento, en parte debido a la desigualdad en el acceso a los fármacos según la comunidad autónoma o el hospital.

Cafeína: ¿Aliada o enemiga?

El consumo de cafeína, tan habitual en nuestra sociedad, tiene una relación compleja con la migraña. Más del 80% de la población toma café u otras bebidas con cafeína a diario, y su efecto puede variar según la persona y la cantidad ingerida.

Una chica bebiendo café / CANVA
Una chica bebiendo café / CANVA

Por un lado, algunos estudios sugieren que la cafeína puede aliviar el dolor al bloquear ciertos receptores cerebrales implicados en la inflamación. De hecho, su combinación con analgésicos como el paracetamol o el ácido acetilsalicílico potencia el efecto de estos medicamentos y permite reducir la dosis necesaria hasta en un 40%.

Sin embargo, un consumo excesivo o una retirada brusca de la cafeína puede tener el efecto contrario, provocando o intensificando los episodios de migraña. La clave está en mantener un consumo moderado y constante, sin oscilaciones bruscas.

Alimentos prohibidos si padeces migraña

La dieta también desempeña un papel relevante. Algunos alimentos contienen compuestos que pueden actuar como desencadenantes de la migraña, como la tiramina, un aminoácido presente en el chocolate, las nueces, los quesos curados, los embutidos o el vino tinto. Además, los sulfitos, presentes en algunas bebidas alcohólicas, pueden causar dolores de cabeza en personas sensibles.

Chocolatina de Nestlé / UNSPLASH
Chocolatina de Nestlé / UNSPLASH

Evitar estos productos o consumirlos con moderación puede ayudar a prevenir crisis. Por otro lado, mantener una buena hidratación, no saltarse comidas y dormir de forma regular también son factores clave para mantener el equilibrio y reducir la frecuencia de los ataques.

Vivir con migraña y estilo de vida

Más allá de los tratamientos médicos, el estilo de vida influye de manera decisiva en el manejo de la migraña. Practicar técnicas de relajación, controlar el estrés, realizar ejercicio moderado y cuidar la alimentación son herramientas que ayudan a reducir la intensidad y frecuencia de los episodios.

La migraña no define a quien la padece, pero sí invita a escuchar al cuerpo y a adoptar hábitos más conscientes. Con un diagnóstico adecuado, apoyo médico y estrategias de autocuidado, es posible mejorar la calidad de vida y recuperar el bienestar, incluso en medio de una enfermedad tan extendida como silenciosa.