Nacida en 1919 en el pequeño pueblo alemán de Hersbruck, Fackelmann comenzó como un taller familiar dedicado a la fabricación de utensilios de madera. Más de un siglo después, la compañía se ha convertido en una multinacional con fábricas en China y sucursales en España, Italia y Francia, conocida especialmente por sus moldes de la marca Zenker y por su colaboración con Dr. Oetker.
El gran cambio llegó en los años 80, cuando sustituyó la madera por el plástico. Ahora, en plena era del consumo consciente, la compañía trabaja con rPET, un material reciclado que busca reducir el impacto ambiental y responder a un comprador "cada vez más preocupado por el valor añadido", según explica a Consumidor Global Saúl de la Torre, jefe de marketing y de producto de Fackelmann.
--Cuando Fackelmann nació, utilizaba la madera como materia prima, ¿por qué se decide cambiar al plástico?
--Es una visión estratégica que tuvo el actual CEO de la empresa, Alexander Fackelmann. El futuro no lo vio en la madera, sino en el plástico. Actualmente seguimos trabajando con la madera, pero en casa la mayoría de utensilios son plástico.
--El plástico es un gran enemigo del medioambiente. ¿Con qué tipo de plástico trabajan y cómo intentan que sea sostenible, si es que puede serlo?
--Nuestra bandera es la sostenibilidad. El nylon lo hemos cambiado por rPET, que es PET reciclado. El PET procede, por ejemplo, de las botellas de plástico de agua. Lo reciclamos y, a través de un sistema, generamos esos utensilios de cocina.
--¿Qué valora más el consumidor cuando compra menaje de cocina?
--Los precios bajos. Pero en cocina todos nos preocupamos por ese pequeño valor añadido. Entre un utensilio de 2 euros y uno de 2,99 euros con recubrimientos cerámicos o rPET… El consumidor piensa cada vez más en sí mismo. Actualmente, todos, especialmente las generaciones jóvenes, pensamos en el valor añadido del producto. Por ejemplo, si es una cuchara, que sea reciclada.
--En un mercado saturado con marcas como Arcos o Tefal, ¿cómo os diferenciáis?
--Intentamos ser innovadores. Es cierto que en sartenes hemos llegado tarde porque llevamos poco tiempo fabricándolas, pero salimos al mercado con una gama de aluminio reciclado y recubrimientos cerámicos. Esa bandera Fackelmann con la sostenibilidad y con el medioambiente nos hace ser diferentes al resto. Es muy difícil competir con Tefal y con Bra, pero aportamos diferenciación al producto. Todos sabemos que el PFA (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, conocidas popularmente como 'químicos eternos') es malo. Fackelmann es un valor seguro de que todos nuestros productos están libres de esas sustancias, que podríamos llamar cancerígenas.
--¿A partir de qué precio el consumidor está pagando marca y no calidad?
--Es complicado porque cada uno tenemos unos estándares y nos adaptamos al mercado. En sartenes es más complicado aún. Depende de la fabricación, los materiales, el transporte de fábrica… Tal y como está el mercado, pienso que comprar una sartén de 100 euros, es muy buena sartén, pero se va a deteriorar igual que una de 25 euros. Cada uno debe elegir libremente dentro del mercado qué sartén se puede permitir y cuál es mejor para cada uno.
--La tendencia actual es el acero inoxidable.
--Es más difícil todavía definir un precio. En Fackelmann nos caracterizamos por ser una marca en la que la población media puede comprar nuestros productos. Es calidad media, pero con la seguridad de que es una marca alemana con estándares de calidad alemanes a unos precios que todo el mundo se puede permitir.
--¿Por qué siempre pensamos que todo lo que viene de Alemania tiene un sello de calidad mejor que el del resto?
--Para sacar un producto al mercado, hay que pasar un test en un laboratorio. Hay que testear que el antiadherente de la sartén no se desprende, que es de buena calidad, que no hay migración de metales, etcétera. La ley en Alemania incluye estándares mucho más altos que en Italia, Francia o España. Nos regimos por esa legislación alemana, que es la más restrictiva. Podemos estar todos seguros de que los estándares de calidad Fackelmann son los máximos posibles.