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No lo sabías, esta es la tendencia en calzado de la temporada: efecto descalzo y máximo confort

Las zapatillas 'barefoot' y los zapatos 'tabi' sigue de moda desde que Rosalía los llevase por primera vez en 2023

Rocío Antón

Una mujer y varios zapatos en tendencia esta temporada / Montaje CONSUMIDOR GLOBAL

La corriente barefoot —o calzado de efecto descalzo— está viviendo un auténtico ascenso dentro del universo de la moda. Y aunque su filosofía nació lejos de la pasarela, hoy se alinea con un discurso que importa tanto como el estilo: ¡Bienestar, naturalidad y movimiento libre de tus dedos del pie!

Un zapato con forma tabi / PINTEREST

 A sus beneficios para la salud 'podológica' se suma un creciente interés estético que ha hecho que muchas marcas incorporen versiones minimalistas en sus colecciones de esta temporada. De hecho, no verás ningún influencer o insider de moda que se precie rechazando usarlas con orgullo por las calles de su ciudad.

La tendencia minimalista que conquista a los consumidores más 'fashion'

Sí, este otoño-invierno 2025 ha venido cargado de sofisticación, creatividad y estilismos que buscan impacto visual, pero en el terreno del calzado, el foco se desplaza hacia la extravagancia. Triunfan las líneas puras, la comodidad absoluta, las suelas planas y hasta los zapatos con forma de pezuña de animal. Basta con echar un vistazo a cualquier reportaje de alguna revista de estilo: botas, botines o flats, casi todo pisa a ras de suelo. Ya nadie quiere ver un tacón ni en pintura.

En este escenario no sorprende el auge del concepto barefoot: suelas finas, flexibles y hormas anchas pensadas para replicar la sensación natural de caminar descalza. Una tendencia que promete quedarse otro invierno más. Según un estudio de Allied Market Research, impulsada por firmas especializadas como Vibram FiveFingers o Vivobarefoot, esta categoría podría rozar los 800 millones de dólares en 2031, un crecimiento de casi el 40% respecto a sus cifras actuales.

'Barefoot': mucho más que una moda del momento

¿Qué hay realmente detrás de estas formas amplias y suelas ultraligeras? ¿Es un capricho estético o un cambio de paradigma?
Lara Díaz, cofundadora de Muris —firma pionera en calzado de suela fina con materiales plant-based— lo tiene claro: “No hablamos de una tendencia más, sino de una corrección necesaria”.

Para ella, el barefoot responde a una desconexión que llevamos décadas normalizando: el exceso de capas, estructuras y rellenos que limitan el movimiento natural del pie. Y así lo explicaban desde la marca:

El barefoot elimina lo accesorio para devolverle al pie lo que nunca debería haber perdido: su libertad.

Pensado es origen por la marca para dar soporte a los deportistas que sufrían de dolor de pies con sus deportivas practicando cualquier actividad física… nunca imaginaron que su invento se convertiría en toda una revolución de estilo.

'Tabi', del Japón ancestral a la pasarela más 'trendy'

Dentro de este giro hacia lo elemental, una silueta histórica ha reaparecido con fuerza: los zapatos tabi, reconocibles por su icónica separación del dedo gordo, a medio camino entre tradición y vanguardia.

Su origen se remonta al Japón del siglo XV, donde eran calcetines funcionales pensados para llevar con sandalias zōri o geta. Con el tiempo se convirtieron en calzado de trabajo, resistente y útil. Y entonces llegó 1988. Martin Margiela presentó su primer desfile y transformó esta pieza tradicional en un icono de culto. Elevó la forma tabi a botas, ballet flats y tacones, convirtiéndola en una declaración estética: artesanal, provocadora y absolutamente inolvidable.

Maison Margiela y su influencia a la hora de rescatar el zapato en forma de pezuña

El diseñador belga, graduado en la Real Academia de Amberes y maestro de la deconstrucción, encontró en esta silueta un vehículo perfecto para su visión: desafiar las reglas, cuestionar el lujo y abrazar la belleza imperfecta. Hoy, casi cuatro décadas después, la Maison Margiela sigue reinterpretando el tabi con un espíritu experimental que no pierde su filo.

Más allá del impacto visual, Margiela se inspiró también en teorías de reflexología que defienden que separar el dedo gordo ayuda a mejorar el equilibrio y la concentración. El resultado: un zapato que mezcla misticismo, ergonomía y rebeldía estética.

¿Por qué los 'tabi' vuelven a estar en todas partes? Rosalía tiene la culpa

Como casi todo lo que toca el mundo creativo actual, el fenómeno ha tenido un impulso cultural indiscutible: Rosalía. La artista ha convertido los tabi en un elemento recurrente de su guardarropa e imaginario de "chica fashion" catapultándolos nuevamente a la conversación de la gente pudiente y vanguardista que está verdaderamente de moda.

Rosalía usando sus Mary Jane tabi de Maison Margiela / PINTEREST

Eso sí, pertenecer al club Margiela exige inversión: sus modelos van desde los 700 hasta los 3.500 euros, dependiendo del acabado. Pero la fiebre ya no es exclusiva del lujo.

Firmas más accesibles, como la zapatería online Bosanova, han lanzado versiones asequibles: bailarinas de piel con puntera dividida, tacón bajo y plantilla acolchada, para evitar los dolores de pie propios de los zapatos muy planos, por menos de 40 euros. Una opción terrenal para quienes quieren experimentar sin dejarse la nómina.

Manoletina tabi / BOSANOVA

¿Son malos para los pies los zapatos tabi?

Su diseño dividido no es perjudicial en sí mismo. De hecho, separar el dedo gordo puede ayudar a prevenir deformaciones como los juanetes. Sin embargo, los podólogos advierten que cualquier calzado con horma muy rígida, escaso soporte o puntera excesivamente amplia puede causar problemas como uñas encarnadas o dolor.

Paradójicamente, muchos expertos critican con más severidad otros zapatos populares cuya estructura dificulta una pisada saludable: bailarinas muy blandas, zapatillas planas tipo Converse o calzado de suela curva como las MBT.