Islas privadas para todos los bolsillos en España: de 260 a 85.000 euros por pasar un fin de semana

Tagomago, imagina que no es un sueño. Abres los ojos y sales a la terraza de la habitación. Ante ti se extiende una rocosa isla de 60 hectáreas bañada por aguas cristalinas. No hay nadie, sólo calas desérticas de arena blanca, acantilados que caen hasta el mar, alguna lagartija asustadiza que se esconde entre plantas aromáticas y mucha paz. Todo lo que ves es tuyo. Al menos durante unos días. Un zumo de naranja recién exprimido y una tostada con sobrasada te esperan bajo una cama balinesa. La brisa agita suavemente las finas cortinas de lino blanco y te sientes dichosa. Aquí el sol brilla más de lo normal. Una breve pausa y toca salir a navegar. “¿A dónde quiere ir hoy, señora?”, pregunta el capitán. “A Tagomago, por favor”.

¿Quién no ha soñado alguna vez con estar en una isla desierta? En España hay cuatro islas privadas que se pueden alquilar en su totalidad y en exclusiva para disfrutar junto a la familia o con los amigos de unas vacaciones idílicas. Es verdad, dos de ellas tienen unos precios completamente prohibitivos para el común de los mortales, pero hay alternativas para todos los bolsillos.

Artículo relacionado

Un aislamiento de lujo: casi 500 euros por pasar la noche bajo la luz de un faro

Teo Camino

Las islas privadas más exclusivas del Mediterráneo

La mejor finca vacacional de Europa, según los premios World’s Best Boutique Hotel, es Sa Ferradura, una península privada de 35.000 metros cuadrados ubicada en la bahía de Sant Miquel de Ibiza. La villa tiene capacidad para 12 personas, cuenta con todo tipo de lujos y se alquila con 22 empleados de servicio. “Lo que más valoran los clientes es su privacidad y el servicio todo el rato a tu disposición”, apuntan desde Land and Sea Ibiza, una de las varias agencias de alto standing que gestionan el alquiler de Sa Ferradura, cuya estancia mínima es de siete días a razón de 300.000 euros --algo más de 42.857 euros la noche--. “De momento tiene una ocupación de mes y medio este verano”, aseguran desde la agencia Ibiza Top Villas. Los acaudalados clientes suelen ser latinoamericanos, rusos y árabes a los que les gusta pasar unos días con amigos en uno de los rincones más exclusivos del Mediterráneo y decir que han alquilado Sa Ferradura o Tagomago.

Si en Sa Ferradura celebraron la fiesta de su boda la modelo libanesa Daniella Semaan y el futbolista Cesc Fábregas, la isla de Tagomago ha visto desfilar a Cristiano Ronaldo, Justin Timberlake y Gareth Bale, entre otros famosos. Situada junto a Sa Conillera y Es Vedrà, y a tan sólo 900 metros de la costa nordeste de Ibiza, en las 60 hectáreas de la isla privada de Tagomago sólo hay tres construcciones: un antiguo faro, un beach club y una magnífica villa rodeada de bosque llamada Can Domingo --tiene capacidad para 10 personas y cuenta con chef, mayordomo, técnico, jardinero y capitán--. Los 70.000 euros que cuesta el alquiler de tres noches incluyen los traslados al aeropuerto, un barco auxiliar para realizar todo tipo de deportes acuáticos o trasladarse las 24 horas del día a la bahía Pou Lleó, y un largo etcétera de lujos, pero no la ecotasa turística, tal y como se puede ver en el anuncio de Airbnb. Puede que sea el lugar perfecto para descansar, pero son muy pocos los que pueden permitírselo, y otros tantos pensarán que es inmoral gastarse más de 20.000 euros por noche.

Una isla privada en medio de España

No todas las islas privadas de España están en el mar. En mitad de Castilla y León también hay islas. En el embalse de Burguillo, rodeado de montañas y frondosos bosques, se encuentra un islote amurallado de 8.000 metros cuadrados en el que desde 2004 se alquila su única construcción: un castillo con capacidad para entre 8 y 10 personas que se alquila en su totalidad por 1.300 euros la noche, o, lo que es lo mismo, 130 euros por cabeza. El precio incluye una barca con remos, aunque también se puede alquilar una a motor por 150 euros el día. La mala noticia es que hasta octubre no tienen disponibilidad en fin de semana.

También celebran bodas e incluso conciertos. “Si viene más gente porque se celebra algún evento, mi hijo monta cinco tiendas de campaña con capacidad para 38 personas”, explica Yolanda Merino, cantante de jazz y administradora del Castillo de la Isla de Burguillo, quien asegura que si llegara una oferta interesante por la isla y el castillo se plantearía su venta. “Le tengo mucho cariño porque mi padre construyó el castillo, pero el mantenimiento conlleva mucho trabajo y muchos gastos. Si llega una buena oferta, lo dejaría porque a mí lo que me gusta es cantar”, sentencia Merino.

Otra opción para todos los públicos

El precio por metro cuadrado más alto de Vigo está en el paradisíaco islote de Toralla, al que se puede acceder a través de un estrecho puente de 400 metros que parte de la playa del Vao. Toralla tiene apenas 10 hectáreas y cuenta con alrededor de 30 chalets de lujo y una altísima torre de apartamentos cimentada sobre la misma ría.

Curioseando en Airbnb se pueden encontrar varios apartamentos disponibles por entre 130 y 270 euros la noche. Lo que más destacan los clientes que se han hospedado en la isla son las increíbles vistas y la tranquilidad absoluta. “Dan ganas de quedarte allí más tiempo del reservado. Es el paraíso”, comenta un usuario en Airbnb. Seguramente los ecologistas y muchos vigueses no piensen lo mismo cuando miren hacía las Cíes y se encuentren una torre de hormigón de 70 metros que parece salir del mar.