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El desconocido pueblo de Menorca que esconde la cala con el agua más fría de la isla
Junto a su playa nace una corriente de agua dulce que provoca que la temperatura del mar sea inferior a la del resto de calas de la costa menorquina
Menorca tiene 75 playas repartidas por sus 216 kilómetros de costa. En muchas de ellas, la entrada al mar es poco profunda, lo que provoca que, durante los meses estivales, la temperatura del agua suba progresivamente hasta convertirse en lo que se suele denominar ‘un caldo’.
Sin embargo, en el sudeste de la isla, entre casas blancas, rocas y cuevas, se esconde Alcaufar, un pequeño pueblo de pescadores que puede presumir de tener la cala con el agua más fría de Menorca.
La cala de Alcaufar
La estrecha y alargada cala de Alcaufar está a quince minutos en coche de Mahón, y cuenta con una bonita playa, diferentes plataformas sobre las rocas preparadas para el baño y aguas de color turquesa.
Además, conserva un encanto especial gracias al público autóctono que la frecuenta y que tiene allí sus barcas de pesca.
El agua más fría de Menorca
La temperatura del agua en cala Alcaufar es más baja que en el resto de la isla porque, en la orilla izquierda, a la altura de la enorme Cova d’en Putó, que se encuentra a escasos metros de la playa, nace una corriente de agua dulce que recorre gran parte de la cala.
Así, mientras la temperatura media del agua de mar en agosto es de alrededor de 26 grados en todas las playas de Menorca, en Alcaufar suele estar varios grados más fría. Al entrar al mar por la playa, esta diferencia de temperatura puede no percibirse de inmediato, pero, al recorrer a nado la vertiente izquierda de la cala, las corrientes de agua fría son como una bendición en los días más calurosos.
Una cala con historia
En esta preciosa cala de aguas y gentes tranquilas desembarcaron, el 19 de agosto de 1781, las carabelas y los galeones de una numerosa flota franco-española para reconquistar la isla de Menorca, que estaba en manos de los británicos.
Unos años después, en 1787, los españoles construyeron la torre fortificada de Alcaufar, junto a la salida de mar, para proteger el litoral del sudeste de Menorca de las incursiones de los piratas argelinos. Aunque permanece en buen estado de conservación, actualmente está cerrada al público y no tiene ningún uso. Pero es una parada obligada en el tramo de Camí de Cavalls Punta Prima-Alcaufar, y un mirador privilegiado desde el que contemplar la cala, las casas blancas sobre las rocas y el horizonte.
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