¿Estás a dieta? Estos son los platos que sí puedes comer en un chiringuito

La operación bikini es una meta que se fija en enero y se escucha hasta bien entrado junio, aunque rara vez se cumple. Cuando llega el momento de enfundarse el traje de baño nadie recuerda ya las estrategias para lucir tipo. Ya no existen. O se ha alcanzado el objetivo o se espera al verano siguiente. No hay más. Y las fotos de la cuenta de Instagram serán la prueba de si se ha logrado o se ha fracasado en el intento.

No obstante, hay algunos valientes que siguen a dieta en agosto. “Valientes”, porque mantenerse a raya en los meses de chiringuitos, heladerías, terrazas, arroces con la familia y otros muchos planes gastronómicos del verano no es fácil.  Sin embargo, es posible comer sano y sin pasar hambre a pocos metros de la playa, en cualquier quiosco de tapas y platos combinados.

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Núria Messeguer

El rebozado: a la andaluza o a la romana

Para Carlos Palomo, nutricionista en la consulta Vita Sane de Sevilla, no hay ningún frito que merezca clemencia: “No serán el pescado frito o los boquerones más sanos que los calamares o la sepia, una vez se pone en la freidora todo está en el mismo saco”. Aunque, en el aspecto nutricional, hay rebozados “mejores” y “peores” --partiendo siempre de que esta técnica  no es la mejor opción para mantener la línea--. “Los empanados más gordos, tipo el de los calamares a la romana o las tempuras, conservan mejor las propiedades del alimento. Al tener una capa más gruesa el aceite no penetra en su interior”, por lo que aconseja priorizar estas opciones a los calamares a la andaluza, por ejemplo.

Otro apunte, aunque difícil de controlar en un chiringuito, es la manera en la que se fríen los alimentos. Palomo señala que “lo importante no es la cantidad de aceite, sino la temperatura a la que está”. Este especialista afirma que si el aceite permanece muy caliente en la freidora o sartén, “los alimentos crean como una especie de capa que impide que entre el aliño”. Así, se queda únicamente en la parte superficial. En cambio, si en la sartén o freidora se pone muy poco aceite y se cocina frío, los productos “se empaparán más con él y, por lo tanto, desde el punto de vista nutricional es peor”. 

Las opciones no fritas 

Pero antes de arriesgar con los fritos, siempre es mejor pedir directamente las opciones de pescado y carnes a la plancha. Además, como remarca Palomo a este medio, cada vez existen más opciones “frescas en las cartas de los chiringuitos”: “Ahora es muy común encontrar  tartar de salmón o de atún, ambas opciones son muy aconsejables”. También el salpicón de marisco, las ensaladas y “los platos de hummus y guacamole”. 

Eso sí, aconseja prescindir de las salsas, aunque, como matiza el experto, “una salsa rosa o una mayonesa casera tampoco son un crimen, con este tipo de aliños se puede hacer más excepción”. Además, otros elementos que pueden entrar en la versión del chiringuito light son “los frutos secos, siempre mejor sin sal, las aceitunas, banderillas o altramuces”. 

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Teo Camino

Cuidado con las albóndigas 

Otro plato estrella de cualquier chiringuito o terraza son las albóndigas. Se hacen a partir de carne de ternera o cerdo, o combinación de ambas, y como ingredientes básicos: huevo, ajo, perejil y pan rallado. 

Y, pese a que son una buena opción como alimento, “en muchos bares las rebozan antes de cocinarlas con su salsa, y eso las convierte en una mala decisión para los que estén a dieta”, concluye el especialista.