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¿Con cuántas cervezas se da positivo en un control de alcoholemia? La DGT responde

La Dirección General de Tráfico desvela el número de cañas a partir del cual puedes exponerte a una sanción por conducir bebido

Ana Carrasco González

Un control de alcoholemia / MIGUEL G. GARCÍA (EP)

“Si bebes no conduzcas”. Ese es el lema a seguir a rajatabla. Se estima que en España la ingesta de bebidas de graduación están implicadas en casi la mitad de los accidentes de tráfico. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), cada año mueren alrededor de 1.500 personas en accidentes de tráfico relacionados con el alcohol, y otras 50.000 resultan heridas.

Eso no quita que muchos sigan cogiendo el coche para salir por la noche porque prefieren priorizar la supuesta comodidad a la seguridad de circular de la forma más segura posible. Además, para qué negarlo, la 'tolerancia 0' con el alcohol se cumple pocas veces porque incluso los más concienciados suelen tomar una cerveza, dando por hecho que no habrá problemas en un control de tráfico si no se bebe mucho. Pero, ¿dónde está el límite que puede hacer dar positivo?

El límite

Precisamente esta cuestión es la que ha tratado de responder ahora la DGT. La respuesta, recuerdan, no es tan sencilla como parece ya que muchos factores pueden condicionar la metabolización del alcohol en cada persona. Así, el peso y la altura, el sexo, la edad, el estado de salud o la ingesta de alimentos paralela está claro que influyen en cómo sienta a uno el alcohol.

Cerveza en jarra / PEXELS

El estudio elaborado por el organismo estatal constata que con tan solo dos cervezas de tamaño pequeño un conductor de unos 70 kilos puede llegar a superar la tasa permitida. Hay casuísticas, además, en los que con solo una caña ya puede darse positivo: puede ocurrirle a alguien que pese todavía menos o a un conductor principiante, que tiene por normativa unos límites mucho más bajos a los estándares.

La penalización

La DGT recuerda, con todo, que cualquier cantidad de alcohol, por pequeña que sea, puede tener claros efectos negativos en la conducción, ya que está corroborado que puede afectar a la coordinación, a ralentizar los reflejos y formas de reacción y también incide en la concentración al volante y la toma de decisiones. Por lo tanto, lo más seguro es no beber ni una gota si se tiene que conducir.

En España, a día de hoy, se penaliza circular con más de 0,5 gramos por litro de sangre o de 0,25 miligramos por litro de aire exhalado y los límites se rebajan a la mitad para aquellos conductores noveles o que circulen por motivos profesionales.