Aceites, fragancias y hasta collares antiparasitarios para mascotas. La lista de artículos más robados en España es cada vez más variada y afecta a prácticamente todo el retail. Los datos del último barómetro de CheckPoint Systems, que analiza el comportamiento delictivo de 2024, muestran un panorama complicado para las tiendas. La pérdida desconocida alcanza ya el 1,1% de la facturación, o lo que es lo mismo: 2.817 millones de euros al año.
Carlos Cruz, director de la compañía, advierte que sin las medidas de seguridad actuales la cifra sería mucho mayor. "¿Qué pasaría si no tuviéramos implantadas estas medidas? Pues que la cifra pasaría del 1,1 a una aún mayor", explica a Consumidor Global. Por eso, insiste, el impacto afecta igual a grandes cadenas que a pequeños comercios.
Alimentación, belleza y ahora mascotas: los reyes del hurto
En alimentación, el aceite sigue siendo el producto más robado. Le siguen las conservas, los ahumados y los clásicos: embutidos, quesos y vinos o licores. En cuidado personal, las fragancias encabezan la lista, seguidas de protectores solares, cuchillas de afeitar y maquillaje.
La gran novedad es la categoría de cuidado para mascotas. Hasta ahora, este segmento no se incluía en el estudio. "¿Qué se roba más aquí?", preguntamos a Cruz. Él asegura que son los collares antiparasitarios y los productos de higiene. Después vienen los piensos y las latas de comida húmeda.
Los probadores, un punto caliente que preocupa
La sala de venta sigue siendo el lugar donde más se roba: lo señala el 96% de los comercios. A cierta distancia están las cajas y, después, los probadores, donde se produce un 17% de los hurtos. "En textil, el probador es un punto de calor porque no hay cámara y el hurtador se siente con tiempo para vulnerar las medidas de seguridad", detalla Cruz.
Aunque se han implantado controles, como contar las prendas que entran y salen, no siempre basta. "Tenemos una solución que identifica que ha entrado un imán no permitido en el probador", añade Cruz, en referencia a los imanes ilegales que se usan para desactivar las alarmas de las prendas.
Qué medidas usan las tiendas y por qué no bastan
La herramienta más extendida son las antenas antihurto de los accesos. "El 96% utiliza antenas antihurto", afirma Cruz. A esto se suman collarines en botellas, alarmas duras en ropa o cajas de policarbonato en alimentación. En electrónica, destacan las "arañas", unos cables que bloquean móviles y pequeños electrodomésticos.
Pese a estas medidas, los robos no han disminuido. Pero Cruz invita a mirar el dato al revés. "Si un establecimiento utiliza tres, cuatro o más medidas de seguridad, sus hurtos se reducen drásticamente", subraya.
Ladrones no profesionales y aumento de la agresividad
El perfil del hurtador ha cambiado. El 65% no son profesionales, sino clientes esporádicos que roban por impulso. El 35% restante pertenece a bandas organizadas.
Cruz también subraya el aumento de la agresividad en los hurtos. Cuando el personal detecta un robo, intenta recuperar el producto. "El 26% nos dice que ha aumentado la agresividad verbal o física", apunta.
Cómo la IA ayuda a prevenir los hurtos
La inteligencia artificial se está convirtiendo en una aliada clave. Las antenas analizan datos en tiempo real para mejorar la toma de decisiones. "La IA ayuda a tratar el dato bruto que recogen las antenas y convertirlo en conclusiones", explica Cruz.
Toda la información se guarda en la nube y permite a los responsables de seguridad ver qué productos se intentan robar más y cuándo. El objetivo es claro: "intentar ir por delante de la casuística del hurtador, sobre todo del profesional".