Con dos décadas de historia y una ubicación privilegiada frente al mar, el Hilton Diagonal Mar Barcelona se ha consolidado como uno de los grandes referentes hoteleros de la capital catalana.
En los últimos años, el hotel ha vivido un proceso de renovación y reposicionamiento que lo ha llevado a atraer a un perfil de cliente más exigente. Consumidor Global entrevista a Roger Brantsma, su director general, para conocer cómo este alojamiento ha sido capaz de seducir tanto a viajeros de ocio como a mujeres y hombres de negocios.
--Ha trabajado en hoteles Hilton de todo el mundo. ¿Qué hace diferente al de Diagonal Mar en Barcelona?
--El hotel ha construido una sólida reputación a lo largo de sus 20 años de trayectoria, y ha sido reconocido por su energía dinámica y su particular mezcla de encanto mediterráneo con sofisticación cosmopolita. Recibimos a viajeros de ocio, de negocios y asistentes a eventos de todo el mundo, cada uno con expectativas únicas.
--¿Es muy diferente dirigir equipos en Barcelona a hacerlo en ciudades como Tokio?
--En el fondo, es parecido, pero en la práctica es muy distinto. En Tokio, el énfasis está en la jerarquía y la formalidad. Los equipos respetan profundamente la estructura y las decisiones suelen tomarse de manera cuidadosa, a menudo de forma colegiada. Es un entorno reflexivo y muy orientado a los procesos.
--¿Y en Barcelona?
--En Barcelona la energía es más espontánea y creativa. La gente se expresa con libertad y muestra gran pasión por su trabajo. Liderar aquí exige flexibilidad e inteligencia emocional, fomentando que las personas tomen la iniciativa y celebrando tanto el espíritu de equipo como las individualidades. Estés donde estés, lo que marca la diferencia es mantener la conexión con tu equipo, ser visible tanto para huéspedes como para compañeros.
--¿Cómo ha evolucionado el perfil del cliente que se aloja en este hotel?
--En los últimos años, Hilton Diagonal Mar ha evolucionado hacia un segmento más premium, atrayendo a viajeros más exigentes que valoran tanto la calidad como la autenticidad.
--¿Qué buscan actualmente los consumidores?
--Nuestra clientela refleja ahora un equilibrio enriquecedor entre huéspedes de ocio y de negocios, de una gran variedad de culturas y nacionalidades, que buscan sumergirse en experiencias auténticas -culturales, gastronómicas o de ocio- sin renunciar a la comodidad y la conveniencia. Nos hemos alejado del turismo masivo de grupos y ahora recibimos audiencias más específicas y personalizadas.
--¿A qué se refiere?
--Nos hemos consolidado como punto de encuentro para empresas tecnológicas, desde startups innovadoras hasta grandes compañías consolidadas. Esta combinación única de experiencias atrae a huéspedes exigentes que ven nuestro hotel como una declaración de estatus y un reflejo de los valores de su propia marca.
--La compañía lleva mucho tiempo invirtiendo en hoteles de gran tamaño con amplios servicios, pero ciudades como Barcelona se ven presionadas a frenar el turismo de masas. ¿Cómo se posiciona Hilton en este debate social?
--El entrevistado prefiere no responder.
--¿Qué impacto tiene en el sector la prohibición de licencias de alquiler vacacional como la que afecta a Airbnb en Barcelona?
--El entrevistado prefiere no responder.
--¿Puede compartir algunas iniciativas de sostenibilidad que esté llevando a cabo el hotel?
--En el Hilton Diagonal Mar Barcelona, la sostenibilidad y la implicación social están en el centro de nuestra forma de operar. En lo gastronómico, estamos comprometidos a reducir a la mitad nuestra huella medioambiental mediante un abastecimiento sostenible, la reducción del desperdicio alimentario y el uso de tecnología.
--¿Cómo incorporan esta última?
--Trabajamos con Winnow, una herramienta basada en IA que ayuda a nuestras cocinas a identificar los flujos de desperdicio, reducir costes y ajustar las compras basándose en datos. Además, nuestros equipos culinarios trabajan con productos de proximidad y de temporada en todos los restaurantes y banquetes, y reutilizamos ingredientes de forma creativa para evitar desperdicios. Un ejemplo es nuestro licor de croissant elaborado con los excedentes de los desayunos.