La inteligencia artificial ha dejado de ser un concepto futurista para convertirse en una presencia cotidiana. Y uno de los grandes responsables de este salto es ChatGPT, el modelo conversacional de OpenAI que ha revolucionado la forma en que las personas interactúan con la tecnología.
Pero más allá de su uso como chatbot, muchas personas han encontrado en él un aliado polifacético: desde consejero emocional al más puro estilo coach o terapeuta, pasando por ver a la herramienta como un oráculo digital al que pedirle que te eche las cartas, hasta guionista improvisado para no fallar a la hora de ligar en las apps de citas.
Diseñado para mantener diálogos coherentes, multilingües y contextuales, ChatGPT ha sorprendido por su capacidad de generar contenido personalizado, responder con fluidez sobre infinidad de temas y mantener una conversación que se siente... humana. Todo esto, a pesar de que su conocimiento se basa en información recopilada previamente y no se actualiza en tiempo real desde internet.
ChatGPT: de herramienta viral a protagonista todopoderosa del debate tecnológico global
Desde su debut en 2021, ChatGPT no tardó en convertirse en un fenómeno digital. Lo que empezó como una herramienta de prueba pronto fue adoptado masivamente. Hoy, millones lo usan no solo para resolver dudas, sino también para escribir guiones, redactar correos, planificar viajes o hasta buscar inspiración emocional.
Con su evolución, la IA de OpenAI ha incorporado capacidades visuales: ahora también puede generar imágenes desde cero, simulando con precisión estilos artísticos específicos. Esto ha abierto nuevas posibilidades para diseñadores, creadores de contenido y usuarios cotidianos que buscan soluciones completas en texto e imagen... pero al igual que les facilita la vida, también existe cierto miedo de que le suplante en el entorno laboral.
Sam Altman: paternidad, inteligencia artificial y un futuro compartido
Sam Altman, CEO de OpenAI, ha sido una de las voces más visibles del desarrollo tecnológico en los últimos años. Pero también ha mostrado el lado más íntimo de esta transformación. En una entrevista reciente en el pódcast de la compañía, Altman compartió cómo ha recurrido a ChatGPT para recibir consejos sobre el cuidado de su bebé, mezclando su rol como innovador con el de padre primerizo.
Mis hijos no serán más listos que la IA. Pero eso no me preocupa, será simplemente parte de su realidad
Altman reflexionó sobre una idea que para muchos puede parecer desconcertante: sus hijos crecerán en un mundo donde la inteligencia artificial será más inteligente que ellos. Lejos de verlo como una amenaza, lo interpreta como un cambio generacional inevitable. Los niños de hoy no aprenderán a convivir con la IA, nacerán con ella y asumirán que esta es más inteligente que ellos.
Avances extraordinarios, pero no exentos de riesgos
Sin embargo, Altman también se muestra prudente. La omnipresencia de la inteligencia artificial trae consigo desafíos éticos, sociales y emocionales. Uno de los riesgos que más le inquietan es el de las relaciones parasociales: vínculos emocionales unilaterales que las personas pueden desarrollar con las máquinas.
“No todo lo que traerá la IA será positivo. Necesitaremos límites claros para que no reemplace las relaciones humanas reales”, advirtió. Además, recordó que la tecnología aún comete errores. “Es curioso cómo la gente cree todo lo que dice ChatGPT. No deberíamos confiar ciegamente en algo que todavía puede inventarse cosas”, sentenció.
Un desarrollo imparable… y bajo vigilancia crítica
El avance técnico de OpenAI ha sido vertiginoso. Modelos como GPT-3 y GPT-4 han permitido que las máquinas generen texto de manera casi indistinguible de los humanos, con aplicaciones en redacción, programación, atención al cliente o educación. Sin embargo, este progreso no está exento de críticas.
Necesitamos un desarrollo ético y consciente. La innovación no puede ir por delante del debate social
Daniel Ziegler, exingeniero de OpenAI y uno de los firmantes de una carta abierta por una IA más responsable, ha alzado la voz sobre los riesgos de la automatización acelerada. En su opinión, la comunidad tecnológica debe fomentar la transparencia y proteger a quienes cuestionan los efectos de estas herramientas.
¿Por qué exempleados de OpenAI alertan del peligro de la inteligencia artificial?
No es la primera vez que la IA plantea una serie de dudas sobre el futuro de nuestra sociedad en manos de una tecnología con excesivo poder. De hecho, pese a que su director general San Altman haya alimentado la visión de un futuro dulcificado por esta ayuda extra de ChatGPT... Lo cierto es que lo citado ha quedado en entredicho cuando un antiguo miembro de la compañía de Open Ai ha filtrado una carta sobre los posibles peligros que puede suponer esta tecnología que está tan de moda.
En dicha carta confesaban como les obligan a firmar un acuerdo de confidencialidad tras su salida para que no filtren los temores que se plantean desde dentro de esta empresa de inteligencia artificial. Comparándolo con el Titanic, este extrabajador unía el poder de la IA a una inminente catástrofe de aquí a tres años: “La empresa muestra un exceso de confianza en sus medidas de seguridad y una falta de preparación para posibles catástrofes, es una realidad inminente", revelaba para mayor preocupación de sus detractores.