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La regla de George Clooney para evitar los teléfonos en casa: "Tengo una cesta para guardarlos"

La inesperada regla 'tech' de George y Amal Clooney para proteger su privacidad y desconectar del móvil en el hogar

Rocío Antón

La regla de George Clooney para evitar los teléfonos en casa: "Tengo una cesta para guardarlos"/ Montaje CG

¿Alguna vez te has preguntado cómo sería pasar una tarde con una superestrella de Hollywood? ¡Spoiler Alert!: No se parece a lo que ves en Instagram. En el universo ultra expuesto de las celebridades, donde cada movimiento puede convertirse en un meme o titular viral, George y Amal Clooney han activado su propio 'modo avión' hogareño… y no es una metáfora.

En un gesto que mezcla descortesía analógica y seguridad digital, Amal Clooney reveló una insólita, pero eficaz medida que acordó con su marido George y que aplica con sus invitados: todos los smartphones se quedan fuera de juego. Literalmente. La abogada de derechos humanos, además de compañera sentimental y madre de los mellizos de Clooney, tiene una cesta donde los teléfonos de sus visitantes aterrizan nada más cruzar la puerta.

“Quiero que la gente sienta que puede hablar libremente, sin preocuparse por quién escucha o graba,” contó Amal en una charla con Charlotte Tilbury publicada por Glamour.

Privacidad en la era del 'smartphone': la medida tecnológica de los Clooney 

En un mundo donde lo más normal es vivir pegado a la pantalla, esta regla suena casi distópica, pero tiene todo el sentido. La idea de “cero notificaciones, cero stories” permite algo que escasea en la era digital: conversaciones reales. De esas que no se interrumpen con alertas de WhatsApp ni se documentan con un Boomerang en el salón.

George y Amal Clooney tienen una regla en casa: confiscar teléfonos a sus invitados/ CANVA

Y, aunque a simple vista puede parecer una norma estricta, sabemos que tú también te preguntas: ¿Cómo sería eso de quitarle el móvil a tus amigos? La pareja Clooney tiene razones de peso para apostar por esta desconexión intencional. La primera, proteger la intimidad de sus hijos. La segunda, mantener su hogar como un santuario libre de scroll infinito y vigilancia implícita.

La trampa de estar siempre online

Piensa por un momento: en la era de los deep fakes tan avanzados gracias a la IA y los paparazzi con drones, tener invitados con una cámara con buenos megapíxeles en el bolsillo ya no es simplemente una cuestión de cortesía… sino de ciberseguridad emocional.

@javihoyosmartinez Pillan una infidelidad en un concierto de Coldplay #kisscam #coldplay ♬ sonido original - JaviHoyos

George Clooney, que lleva décadas en el ojo del huracán mediático, lo sabe mejor que nadie. Aunque lo veamos relajado en alfombras rojas o sonriendo en entrevistas, su vida fuera de cámara está blindada con protocolos que muchos directivos envidiarían. No hay más que ver el revuelo causado a causa de una indiscreta Kiss cam en un concierto de Coldplay. Esta ha destapado la infidelidad del Andy Byron, CEO de Astronomer, y Kristin Cabot, directora de recursos humanos de la misma empresa. Y Amal, experta en derechos humanos, tiene claro que la privacidad no es negociable.

“Desde que somos padres, la exposición nos preocupa aún más”, admite. “Nunca hemos compartido fotos de nuestros hijos. Queremos protegerlos al máximo”, declara el actor, muy celoso de su vida privada y de la protección de sus hijos menores.

Un lujo real: desconectar

En tiempos donde estar conectado se vende como necesidad, los Clooney han abrazado el lujo opuesto: la desconexión. Su hogar, entre residencias en el Reino Unido, la costa italiana y el sur de Francia, no es solo un refugio físico, sino también un espacio emocional blindado ante las hiperconexiones.

Varias personas usando el móvil en esta era hiperconectada/ CANVA

Su mudanza a una finca en la Provenza parisina en 2021 no fue casual. Rodeados de viñedos, olivares y sin cobertura digital omnipresente, allí sus hijos pueden jugar al aire libre sin ser filmados en secreto. Y sus amigos pueden charlar sin temor a convertirse en contenido viral accidental.

¿Privacidad 2.0? Más actual que nunca

El gesto de dejar el móvil en una cesta puede parecer retro, pero tiene más vigencia que nunca. En una época donde compartir se ha vuelto sinónimo de existir, reservar momentos que no queden registrados es una especie de resistencia digital. Algo así como poner en pausa el algoritmo por un rato.

No se trata solo de evitar filtraciones o proteger la infancia de sus hijos. Se trata de recuperar algo que muchas veces olvidamos: la atención plena, el diálogo sin distracciones, y esa sensación de presencia real que ningún filtro puede replicar.

La lección 'tech' del caso Clooney

Quizá no vivamos en una villa en el sur de Francia ni seamos los protagonistas de una saga de premios Oscar, pero algo de su filosofía puede inspirarnos. Organizar una cena entre amigos sin móviles. Dejar el teléfono en modo avión durante una conversación importante. Desconectarse para reconectar.

En un presente hiperconectado, donde todo se comparte y se monetiza, quizás la verdadera revolución es esa: saber cuándo apagarlo todo.