Tesla lanza su primer servicio de robotaxi: así funciona la apuesta de Elon Musk

La compañía inicia pruebas públicas con viajes limitados por 4,20 dólares, medidas de seguridad y altas expectativas frente a competidores más avanzados como Waymo

Un robotaxi de Tesla
Un robotaxi de Tesla

Tesla ha dado un paso clave en su ambiciosa visión del transporte autónomo al lanzar una versión limitada de su esperado servicio de robotaxi. 

El anuncio, considerado por el propio Elon Musk como la culminación de “una década de arduo trabajo”, marca el inicio de una nueva etapa en la carrera por el dominio del transporte sin conductor.

Un lanzamiento estratégico en medio de desafíos comerciales

La apuesta por los robotaxis llega en un momento crítico para Tesla. Las ventas de vehículos eléctricos de la compañía han mostrado signos de desaceleración en los últimos trimestres, afectadas en parte por la creciente polémica en torno a la figura de Musk y su presencia política. La conducción autónoma representa, en este contexto, una de las áreas clave para la diversificación y recuperación del crecimiento de la empresa.

@zackfeldstein

Tesla Robotaxi in Austin making turns

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El servicio piloto, que por ahora solo está disponible en zonas geocercadas de Austin (Texas), opera entre las 6 de la mañana y la medianoche, y no está habilitado en condiciones de lluvia. Según Tesla, el despliegue se realizará de forma progresiva, ampliando tanto el número de vehículos como el área operativa en función de la evolución del sistema.

Así funciona el robotaxi de Tesla

En esta fase inicial, solo un pequeño grupo de personas influyentes en redes sociales e inversores seleccionados han podido acceder al servicio. Los viajes, completamente sin conductor al volante, tienen un costo simbólico de 4,20 dólares. Sin embargo, un empleado de Tesla viaja en el asiento delantero del pasajero como medida de seguridad, aunque no se ha confirmado si tiene capacidad para intervenir directamente en la conducción.

Videos compartidos en la red social X revelaron detalles que despertaron inquietud entre los usuarios: los monitores de seguridad eran vistos sujetando la manija de la puerta del pasajero con el pulgar en el botón de apertura. Esto llevó a especular que dicho botón podría funcionar como un “interruptor de emergencia” para detener el vehículo en caso de un fallo, aunque Tesla no ha emitido comentarios al respecto. El propio Musk reconoció que el equipo estaba siendo “súper paranoico” en este lanzamiento inicial, subrayando el enfoque cauteloso de la empresa en una tecnología que aún enfrenta escrutinio técnico, regulatorio y social.

¿Qué tan avanzado está Tesla frente a la competencia?

A pesar del entusiasmo que rodea el anuncio, la realidad es que Tesla todavía está por detrás de algunos de sus principales competidores en el sector. Waymo, filial de Alphabet (Google), lanzó sus servicios de robotaxi al público en 2020 y actualmente opera una flota de 1.500 vehículos autónomos en varios estados de Estados Unidos, con más de 250.000 viajes pagados por semana.

El gran objetivo de Musk es transformar todos los vehículos Tesla en robotaxis autónomos que generen ingresos para sus propietarios cuando no estén en uso. Una visión futurista que, de hacerse realidad, podría revolucionar la movilidad urbana, pero que aún enfrenta múltiples desafíos técnicos, regulatorios y de confianza del consumidor.

Lo que viene

Por ahora, el lanzamiento en Austin representa más una demostración de capacidad tecnológica que un servicio comercial masivo. La clave estará en si Tesla logra escalar la operación, garantizar la seguridad y obtener la aprobación regulatoria necesaria para competir seriamente con empresas como Waymo en el emergente mercado de la movilidad autónoma.

El tiempo dirá si este paso inicial será recordado como el inicio de una nueva era o como una maniobra temprana en una carrera que sigue lejos de definirse.