En los últimos tiempos, el horno ha dejado de ser aquel electrodoméstico reservado para ocasiones especiales y se ha convertido en una pieza clave de la cocina cotidiana. Con más tiempo y ganas de cocinar en casa, hemos redescubierto su potencial: no solo para panes, bizcochos y tartas, sino también para preparar verduras, carnes y pescados con resultados espectaculares. ¡Casi sin ensuciar!
Pensando en quienes buscan platos sabrosos, pero sin complicaciones, hemos reunido una selección de recetas al horno divididas por grupos —vegetales, carnes y pescados— ideales para cenar ligero o sorprender en una comida informal. Cocinar al horno no solo ahorra tiempo, también permite mantener intactos los sabores y conservar mejor los nutrientes.
Una cena estratégica que trabaja mientras tú descansas
Además de su practicidad, el horno puede convertirse en un aliado para cuidar tu alimentación de forma inteligente. Según el nutricionista Carlos Quintas, si el objetivo es regular el peso corporal equilibrando los niveles de insulina, una de las estrategias más efectivas es cenar sin carbohidratos y priorizar las proteínas al caer la noche.
¿La razón? Al reducir el consumo de hidratos en la última comida del día, el cuerpo se ve obligado a recurrir a sus reservas de grasa como fuente de energía. Esto activa el llamado ciclo de Krebs, también conocido como ciclo del ácido cítrico, que ayuda a transformar la grasa en combustible durante el descanso nocturno. En otras palabras: mientras tú duermes, tu metabolismo sigue trabajando.
Recetas al horno con mucho sabor y poca complicación
Has de saber que el horno, lejos de ser una herramienta lenta o antigua, es hoy sinónimo de cocina práctica, limpia y sabrosa. Estas recetas son solo el comienzo. Porque a veces, lo más sencillo es también lo más delicioso. A continuación te revelamos la mejor receta de cena que harás al horno mientras te pones cómodo y eliges película en Netflix.
Zanahorias tandoori en cama de yogur especiado
Una receta aromática, colorida y deliciosa que convierte una verdura humilde en una guarnición o entrante idóneo para la pedida de grasa. Y es que además de ser muy saciante, es perfecto como acompañamiento del pescado al horno que coronará esta cena proteica y llena de sabor.
Ingredientes:
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450 g de zanahorias
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250 g de yogur griego natural
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2 cucharaditas de especias tandoori
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15 ml de zumo de limón
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Ralladura de medio limón
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20 ml de mostaza de Dijon
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Aceite de oliva virgen extra
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Sal y pimienta negra molida
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Pistachos o almendras picadas
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Semillas de sésamo
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Cilantro o perejil fresco
Preparación:
Precalienta el horno a 200 ºC. Cubre una bandeja con papel de hornear o engrásala ligeramente. Lava bien las zanahorias y pélalas suavemente. Si conservan algo de las hojas, puedes dejarlas como toque decorativo. Mezcla 4-5 cucharadas de yogur con el zumo y la ralladura de limón, las especias, la mostaza, aceite de oliva, sal y pimienta. Unta las zanahorias con esta mezcla y hornéalas durante unos 25 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción. Sirve con frutos secos picados, semillas y hierbas frescas.
Rodaballo al horno con gambas al ajillo (inspirado en Dani García)
Una receta con alma mediterránea que combina la suavidad del rodaballo con el punto picante y aromático de unas gambas al ajillo. Una auténtica fiesta de sabores, fácil de hacer y digna de restaurante.
Ingredientes:
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1 rodaballo entero limpio
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200 g de colas de gambas peladas
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3 patatas
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2 cebollas
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2 dientes de ajo
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2 guindillas cayena
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1 cucharadita de pimentón dulce
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150 ml de vino blanco seco
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Vinagre de sidra en spray
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Aceite de oliva virgen extra
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Perejil fresco
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Sal y pimienta negra
Preparación:
Lava el rodaballo bajo el grifo para eliminar restos y sécalo con papel de cocina. Pela las patatas y las cebollas, córtalas en rodajas finas y colócalas en una fuente de horno. Salpimienta, riega con aceite y hornea a 190-200 ºC durante unos 25 minutos.
Mientras, abre ligeramente los lomos del rodaballo con cortes a lo largo de la espina, sin separarlos del todo. Sazona por dentro y por fuera. Pasado el tiempo, añade la mitad del vino blanco sobre las patatas y coloca el pescado encima. Añade el resto del vino y hornea a 200 ºC durante 25 minutos más. Rocía con vinagre de sidra dos o tres veces durante la cocción, excepto en los últimos diez minutos, para lograr una piel más crujiente.
En una sartén con aceite, dora los ajos laminados junto con las semillas de guindilla. Añade el pimentón y, enseguida, las gambas. Remueve fuera del fuego y deja que se cocinen con el calor del aceite. Al sacar el pescado del horno, cubre con esta mezcla y termina con un poco de perejil fresco.