Motivaciones y consecuencias del 'mukbang'
El entretenimiento y la convivialidad digital son algunas características positivas que se asocian a esta tendencia digital, pero también podría tener consecuencias negativas para la salud, como obesidad y trastornos de la conducta alimentaria

Ya ha pasado más de una década desde que el conocido como mukbang empezó a convertirse en una tendencia planetaria. Tiempo más que suficiente como para pensar que, a estas alturas, esta moda ya se podría haber quedado atrás o, directamente, haber desaparecido. Más al contrario, en la actualidad, pareciera que el mukbang ha encontrado un aliado en el ASMR y, juntos, perpetuar esa pulsión que consiste en ponerse delante de una pantalla para ver comer (y oír comer) a otras personas que, muy probablemente, no conozcamos de nada y vivan en las antípodas o a miles de kilómetros.
Mukbang y ASMR en cristiano
Sí, perdón, me explico. El nombre mukbang, deriva de la combinación de dos términos coreanos combinados: “muk-ja” (comer) y “bang-song” (transmisión). En la práctica, refiere a la visualización de contenidos en los que el protagonista del vídeo se enfrenta a una variada combinación de alimentos. Cuando se dice variada refiere a que las vertientes del mukbang infinitas. En el origen, allá por 2009, los menús eran algo relativamente normal, pero con el paso de los años se ha ido derivando hacia minutas cada vez más estrafalarias, caracterizadas por el consumo de grandes cantidades de alimento, de alimentos típicamente insanos o alimentos más o menos exóticos... o incluso todo a la vez.
Por su parte, cuando hablamos del ASMR nos referimos, textualmente al acrónimo de Autonomous Sensory Meridian Response, que se expresa como una sensación física y psicológica que aporta calma y tranquilidad a quien la experimenta. Aunque son diversos los estímulos sensoriales que pueden aportar esta respuesta, en este contexto el ASMR se identifica con los sonidos hiper amplificados relacionados con el acto de comer: desde la preparación de la comida y su cocinado hasta el oír sorber, masticar, deglutir... de los propios alimentos y bebidas. Lo creas o no hay gente a la que este tipo de cosas les pone.
Los inicios del 'mukbang'
El mukbang es una tendencia que nació en Corea del Sur a principios de la década de 2010 y desde entonces ha experimentado una notable evolución en su popularidad hasta nuestros días. Inicialmente, estos vídeos, que mostraban a personas solas consumiendo alimentos delante de una cámara mientras interactuaban con su audiencia, es decir, entonces, lo habitual eran vídeos en directo y ganaron rápidamente seguidores en distintas redes sociales, en especial YouTube y AfreecaTV (actualmente SOOP, un servicio de transmisión de video en vivo surcoreano). Pero con el tiempo la mayor parte de estos contenidos ha ido perdiendo esa interacción y, actualmente se trata de clips de vídeo listos para consumir, sin interacción, y cuya popularidad se ha globalizado.
En la actualidad, el mukbang sigue siendo una tendencia significativa en las redes sociales, aunque cada vez con más frecuencia se enfrenta a críticas y preocupaciones relacionadas con la salud, tanto de los creadores de contenido como de los consumidores de los mismos.
El 'mukbang' genera preocupación en relación a la salud
Con esta trayectoria, sabiendo que a través del mukbang se proponen ingestas cada vez más inverosímiles (que en algunos casos rozan la bestialidad), ya ha pasado suficiente tiempo como para poder encontrar publicaciones científicas que resuman las motivaciones y riesgos de esta polémica conducta. Así, el estudio de revisión titulado El espectro de motivaciones detrás de ver videos de mukbang y sus efectos sobre la salud de sus espectadores: una revisión” analizó las diversas motivaciones que llevan a las personas a ver videos de mukbang y sus posibles efectos en la salud de los espectadores:
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Comensalidad digital: al menos al principio del movimiento, el mukbang podría ofrecer una sensación de conexión y de compañía para aquellas personas que comen solas, creando de algún modo la impresión de poder comer en compañía. En este contexto, el Mukbang podría favorecer una relación parasocial en la medida que los espectadores desarrollen una conexión emocional y empática con los anfitriones mukbangers, considerándolos como "compañeros de comida"
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Entretenimiento: los espectadores disfrutan de las expresiones gustativas y los sonidos asociados con la comida (ASMR), lo que les proporciona gratificación y placer sensorial.
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Escape de la realidad: ver mukbang sirve como una distracción de los aspectos desagradables de la vida diaria, ofreciendo una forma de evasión y reducción del estrés.
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Uso sexual: algunos espectadores, ven mukbang para fantasear sobre sus inclinaciones sexuales, es decir, generando una especie de parafilia.
Si bien el ver mukbang puede ofrecer beneficios como la reducción de la soledad y aportar cierto entretenimiento, lo cierto es que este estudio también ha identificado posibles efectos negativos en la salud:
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Obesidad: la exposición repetida a grandes cantidades de comida puede influir en los hábitos alimenticios de los espectadores, llevándolos a consumir más alimentos de alto contenido calórico.
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Trastornos alimentarios: la visualización de mukbang puede contribuir a comportamientos alimentarios desordenados, como la sobrealimentación o la restricción alimentaria, debido a la influencia de los hábitos alimentarios de los anfitriones.
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Percepción distorsionada de la alimentación: los espectadores pueden desarrollar la creencia de que existe una correlación negativa entre la cantidad de comida consumida y la delgadez, lo que puede llevar a prácticas alimentarias poco saludables.
En definitiva, el estudio concluye que, dado el limitado número de investigaciones sobre el fenómeno del mukbang, es crucial realizar estudios de alta calidad en este campo y que esto permitiría facilitar diagnósticos más precisos y estrategias de intervención adecuadas.
Cuando oír comer a alguien se convierte en una fobia: la misofonía
Dicen que el ser humano es especie llena de contradicciones y lo que a algunos les sugiere un placer extremo (ASMR) a otros les desagrada hasta la náusea. En este contexto y en las antípodas del ASMR relacionado con el mukbang, está descrita la fobia o aversión extrema a los sonidos que hacen otros al comer y se llama misofonía.
Es esta una condición médica en la que ciertos sonidos específicos, como la masticación, la deglución o la respiración, provocan una respuesta emocional intensa, que puede incluir irritación, ansiedad o incluso ira. No es simplemente una molestia común, sino una reacción exagerada e involuntaria del sistema nervioso ante estos sonidos desencadenantes. Sin llegar al extremo de la náusea ni de la exclusión social por este motivo, aquí el arriba firmante se reconoce más cerca de este polo que del maldito ASMR asociado al mukbang. Es decir, que me da asco.