Las patatas fritas de McDonald's son famosas en todo el mundo y uno de los complementos favoritos de los clientes: la cadena de fast food vende más de 12.000 toneladas al año.
Sin embargo, lo que muchos consumidores desconocen es que, a ciertas horas, las patatas fritas no están ni recién hechas ni igual de buenas. Una trabajadora de McDonald’s desvela en Consumidor Global por qué motivo nunca hay que pedirlas durante determinadas franjas horarias.
Por qué no hay que pedir patatas de McDonald’s a esta hora
“Cuando hay poca gente en el local o cuando nos acercamos al cierre, las patatas se quedan ahí fritas y, como vemos que no hay tanta venta, no se fríen nuevas patatas”, asegura una trabajadora de McDonald’s sobre el protocolo que siguen.
Normalmente, “se hacen patatas fritas de forma constante porque salen bastantes todo el rato. Se acaban, haces otra tanda y se puede entregar un buen producto. Pero a media tarde y a partir de las 23 horas… Te las puedes encontrar fritas de hace un buen ratillo”, explica la empleada sobre las horas a las que es mejor no pedir patatas fritas, quien también señala que las patatas “son congeladas”.
“Patatas de goma”
“No había mucha gente en el McDonald’s, y cuando no hay gente es por algo: las patatas estaban frías. Yo creo que nos pusieron las que sobraron de la mañana y las volvieron a recalentar”, apunta un cliente sobre el establecimiento de la cadena estadounidense en Puertollano (Ciudad Real).
“Nos sirvieron patatas de goma”, opina otro consumidor sobre la textura que adopta este complemento de McDonald’s durante ciertas franjas horarias.
¿Qué le echan a las patatas de McDonald’s?
También hay muchos clientes de McDonald’s que no saben que las patatas fritas congeladas de la cadena de comida rápida llevan nada más y nada menos que diez ingredientes.
Las patatas de McDonald’s contienen patata, aceite vegetal, aceite de canola, aceite de maíz, aceite de soja, aceite de soja hidrogenado, saborizante de carne de res, dextrosa, pirofosfato ácido de sodio y sal en cantidad.