Brad Pitt no solo es una de las figuras más icónicas de la belleza en Hollywood; también es, hoy por hoy, un referente bienestar y reinvención personal después de haber sufrido un batacazo emocional de lo más doloroso. A sus 61 años, el actor ha logrado conservar una imagen física envidiable, pero más allá de eso, ha transformado profundamente sus hábitos, su mentalidad y su forma de relacionarse con la vida. Su historia de evolución no se limita a lo estético: abarca salud física, estabilidad emocional, sobriedad y una renovada conexión con su creatividad intrínseca como actor.
Conocido por su papel en El curioso caso de Benjamin Button, en el que su personaje rejuvenece con los años, la paradoja de su apariencia actual no pasa desapercibida. Sin embargo, el actor no se limita a cuidar su imagen... Hoy se encuentra en lo que él llama un “descanso autoinducido”, una pausa consciente que explora el autocuidado y a la introspección después de sufrir una ruptura y un proceso de desintoxicación de su adicción al alcohol.
Brad Pitt a los 61: una nueva etapa marcada por el equilibrio y el autocuidado
No siempre fue así. El propio Pitt ha confesado públicamente que, en sus años más jóvenes, su rutina diaria era completamente caótica. “Me levantaba, fumaba en pipa, me tomaba cuatro Coca-Colas con hielo... y no comía nada”, comentó en una entrevista con Dax Shepard para el pódcast Armchair Expert.
Una imagen que contrasta radicalmente con la del Brad Pitt actual: un hombre enfocado en la salud, el bienestar y la estabilidad: “Ahora intento mantenerme en forma, comer sano y ser creativo”, revela sobre los cambios que ha necesitado su cuerpo para poder volver a ponerse delante de un objetivo.
El punto de inflexión vino cuando decidió dejar atrás esa vida desordenada y asumir un nuevo estilo de vida, más consciente y saludable. Desde entonces, Pitt ha integrado hábitos estructurados de alimentación, entrenamiento y autocuidado que hoy son la base de su equilibrio personal.
Una rutina física diseñada para la longevidad
El actor entrena con Duffy Gaver, el mismo preparador físico que ha guiado a otras estrellas de Hollywood y que esculpió su cuerpo para el espectacular físico que lució en la película de 1999 El club de la lucha. Juntos diseñaron una rutina enfocada no solo en el desarrollo muscular, sino también en la funcionalidad del cuerpo que ahora ha retomado, sin la intensidad de los 20 años, pero con más compromiso si cabe.
Brad realiza ejercicios compuestos —como dominadas, peso muerto y fondos— que activan varios grupos musculares a la vez, mejoran la postura y fortalecen el core.
Su semana de entrenamiento se organiza de forma meticulosa:
-
Lunes: Rutina de pecho (press de banca, flexiones, aperturas con mancuernas)
-
Martes: Trabajo de espalda (remo, dominadas, jalones)
-
Miércoles: Enfoque en hombros (press militar, elevaciones laterales y frontales)
-
Jueves: Brazos (curl de bíceps, tríceps en polea, martillo)
-
Viernes y sábado: Cardio moderado (correr, ciclismo, caminatas)
-
Domingo: Día de descanso o recuperación activa saliendo de compras o a dar un paseo largo...
Además, complementa su actividad física con deportes como el boxeo y ocasionalmente con artes marciales, lo que le permite mantener la agilidad, la coordinación y una mente enfocada.
La alimentación como pilar clave
La dieta de Brad Pitt es otro componente esencial de su estilo de vida actual. Sigue un plan nutricional que se basa en alimentos integrales y de bajo procesamiento. Su menú diario incluye arroz integral, pollo a la plancha, pescados magros, verduras como el brócoli o las espinacas y grasas saludables provenientes del aguacate, los frutos secos y el aceite de oliva. Por no hablar del sushi, su perdición y capricho "saludable", el cual consume al menos una vez a la semana.
Evita los azúcares refinados, el alcohol y los carbohidratos simples. Su meta no es una musculatura voluminosa, sino un cuerpo definido, funcional y libre de inflamación. La clave está en la constancia y en mantener una relación saludable con la comida, sin obsesiones pero con responsabilidad.
El camino hacia la sobriedad: su paso por Alcóholicos Anónimos
Uno de los aspectos más significativos de la evolución de Brad Pitt ha sido su proceso de recuperación del alcoholismo. El actor ha hablado abiertamente sobre su ingreso a Alcohólicos Anónimos, grupo al que acudió tras una etapa de fuerte inestabilidad personal que incluyó su divorcio con Angelina Jolie.
“Estaba completamente devastado. Llegué a la primera sesión prácticamente de rodillas... En AA —Alcohólicos Anónimos, aunque el de anónimo no tenga nada— encontré un espacio íntimo, humano, donde pude mostrarme sin máscaras”, recordó. Describió el grupo como una red de apoyo genuina, donde compartir desde la vulnerabilidad y el humor fue clave para su proceso de sanación.
Un proceso de sanación emocional
Pitt también ha agradecido públicamente el apoyo de su colega Bradley Cooper, quien fue fundamental durante esta etapa. Reconocer sus errores y asumir la responsabilidad de su recuperación se convirtió en un acto de valentía que, en sus palabras, “le devolvió el control sobre su vida”.
Hoy, Brad Pitt no entrena solo para mantenerse en forma, sino para sentirse mejor consigo mismo, física y mentalmente. Su objetivo no es verse joven, sino vivir con calidad, claridad y energía. En cada entrevista lo deja claro: la disciplina, la honestidad consigo mismo y el equilibrio emocional han sido claves en su camino para superar sus adicciones y volver más fuerte que nunca a la gran pantalla.