Es oficial: así es como puedes conseguir que tu casa huela bien, según los expertos
En Consumidor Global te revelamos los consejos más prácticos para mantener el hogar libre de malos olores: 7 rutinas simples para conservar el aire fresco en cada rincón de tu casa

Tengo que confesar que mi estado de humor es directamente proporcional al estado de limpieza en el que tengo la casa. Y qué decir tiene que el mantener un aroma agradable en esta no solo transforma como percibo yo el ambiente, también influye en el bienestar de mis convivientes. Un hogar que huele bien transmite orden, limpieza y confort, aunque sea indirectamente.

Aunque los ambientadores y las velas aromáticas son grandes aliados, lo cierto es que el secreto para lograr un espacio que desprenda buen olor va más allá de los productos perfumados. Requiere atención a ciertos detalles y hábitos de higiene que, bien aplicados, marcan una gran diferencia.
Cómo conseguir que tu casa huela siempre bien: 7 claves prácticas
En primavera, muchos buscan fragancias frescas que evoquen limpieza. Un aroma que se ha convertido en favorito de quienes valoran el orden en casa es el de colonia infantil, como el clásico olor tipo Nenuco, que honestamente, en lo personal, es mi preferido. Su popularidad radica en que deja una sensación de pureza que recuerda a la ropa recién lavada o al frescor de una habitación ventilada.
Sin embargo, la verdadera clave para que el hogar mantenga ese aire renovado y perfumado está en la constancia con la limpieza y en saber identificar las fuentes que suelen generar malos olores. Aquí te compartimos siete consejos eficaces para conseguirlo, con recomendaciones de expertos en limpieza como Begoña Pérez, conocida en redes como “la Ordenatriz”. A continuación te dejamos un vídeo explicativo de su ambientador casero elaborado a base de colonia, agua y bicarbonato.
1. Ventilar correctamente: el primer paso esencial
No basta con ventilar una vez al día ni solo las estancias principales; cada espacio debe airearse según el uso que se le da. Eso sí, algunos olores persistentes necesitan acciones más profundas, ya que no desaparecen solo con abrir ventanas.

La renovación del aire es el punto de partida para un hogar con olor a limpio y fresco. Abrir las ventanas al menos diez minutos por la mañana y otros diez por la tarde permite que el aire circule y se lleve consigo los olores acumulados. Después de cocinar también es un buen momento para ventilar el hogar.
2. Atención a las zonas olvidadas
Las partes altas de los muebles de cocina, detrás de los electrodomésticos o esquinas donde se acumula humedad, son algunos ejemplos de sitios donde se acumula la mugre y por ende, los malos olores.

Hay rincones del hogar que suelen pasar desapercibidos y aunque no sea necesario limpiarlos a fondo o a diario, incluir estas áreas en la rutina de mantenimiento semanal puede hacer una gran diferencia en como huele una estancia. Lavar cortinas, limpiar tapicerías… suele renovar el aroma de una estancia al completo.
3. Textiles: atención a cortinas, cojines y tapicerías
Como te contábamos, los tejidos del hogar, como cortinas, cojines o mantas, absorben olores con facilidad, especialmente cuando la ventilación es escasa. Una forma sencilla de mantenerlos frescos es preparar un espray casero con agua, bicarbonato y un poco de colonia suave.

Pulverizarlo sobre los textiles ayuda a eliminar el olor a cerrado y aporta una fragancia ligera. También existen en el mercado productos específicos para eliminar olores en tejidos que no pueden lavarse con regularidad.
4. Cubos de basura: desinfección regular y trucos aromáticos
Los residuos orgánicos tienden a generar malos olores rápidamente. Además de vaciar los cubos de la basura a diario, es importante lavarlos con frecuencia usando productos desinfectantes como lejía o limpiadores con oxígeno activo.

Para potenciar su efecto, se pueden colocar bolas de algodón con aceites esenciales en el fondo o espolvorear bicarbonato en el fondo, que actúa como neutralizador natural de olores.
5. Baños y frigoríficos: limpieza profunda con oxígeno activo
Tanto el inodoro como el interior del refrigerador son zonas propensas a generar aromas desagradables si no se limpian con frecuencia.

El oxígeno activo es una opción eficaz y segura para higienizar estas superficies sin productos agresivos. También es recomendable colocar paños con agua oxigenada en el frigorífico para mantenerlo fresco entre limpiezas.
6. Combatir la humedad, una causa frecuente de mal olor
Las toallas húmedas, la condensación en los baños o la ropa guardada sin secar por completo son causas comunes de olores desagradables. Para prevenirlos, asegúrate de secar bien los textiles antes de guardarlos, cambiar las toallas semanalmente y utilizar vinagre como suavizante natural, que además potencia la suavidad.

Para absorber la humedad, puedes colocar recipientes con arroz, tiza o carbón vegetal en zonas críticas. Y no subestimes el efecto de un buen jabón perfumado o una vela encendida.
7. Aromatizantes naturales para armarios y rincones
Cuando la ropa del armario pierde el aroma del suavizante, es hora de recurrir a los saquitos aromáticos. Puedes elaborarlos tú mismo con flores secas como lavanda o hierbas aromáticas, envueltas en tela y atadas con cordón. También puedes usar pieles de frutas cítricas como naranja o limón en agua caliente: no solo aromatizan, sino que sus propiedades desinfectantes ayudan a neutralizar los olores.

En definitiva, lograr que tu casa huela bien cada día no requiere de grandes inversiones, sino de pequeños gestos sostenidos en el tiempo. Ventilar, limpiar a fondo ciertos rincones, cuidar los textiles y utilizar ingredientes naturales son hábitos simples que transforman cualquier espacio. Y lo más importante: un hogar que huele bien no solo se siente limpio, también transmite armonía.