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El motivo por el que no llegas a fin de mes: así ha subido la gasolina en los últimos 20 años

El último trimestre de 2024 rompió la tendencia de estabilidad de precios, con una escalada impulsada por un repunte en los costes de la electricidad y la energía

Ana Carrasco González

Un indicador que dice cuánta gasolina hay en el depósito / GRUPO MOURE

Los precios de los carburantes en España han experimentado un incremento significativo en las últimas dos décadas, lo que ha afectado directamente a la economía de los ciudadanos. 

Desde 2004, el gasóleo ha subido un 94% y la gasolina un 80%, reflejando las fluctuaciones económicas, las tensiones geopolíticas y la evolución del sector energético.

Un ascenso constante en los precios

En 2004, el precio del gasóleo se situaba en 0,758 euros por litro, mientras que en 2024 ha alcanzado los 1,472 euros. La gasolina ha seguido una evolución similar, pasando de 0,875 euros a 1,577 euros en el mismo periodo. Este encarecimiento se ha visto impulsado por diversos factores, entre ellos el incremento de los costes de producción y distribución, la creciente demanda y la inestabilidad de los mercados internacionales.

Una gasolinera / PEXELS

El año 2024 estuvo marcado por una relativa estabilidad en los precios de los carburantes durante gran parte del ejercicio, atribuida a la moderación de la inflación, que alcanzó un mínimo del 1,5% en septiembre, el nivel más bajo en tres años y medio. Sin embargo, el último trimestre del año experimentó un repunte en los precios debido al encarecimiento de la energía y la electricidad, lo que situó el IPC en un 2,8% a finales de año.

Factores clave y previsiones para 2025

El inicio de 2025 no ha supuesto un alivio para los consumidores. Se ha registrado un aumento progresivo en los precios de la gasolina y el gasóleo, lo que responde a las tensiones acumuladas al cierre del año anterior. A ello se suman posibles ajustes fiscales, como la homogenización impositiva entre ambos carburantes, lo que podría incrementar el precio del gasóleo.

Otro factor determinante será la situación geopolítica, con conflictos y restricciones en el suministro de petróleo que pueden seguir afectando los precios. “Es difícil prever si alcanzaremos los máximos de 2022, marcados por el impacto del conflicto en Ucrania y las sanciones a Rusia, pero las dinámicas actuales sugieren precios elevados y un impacto creciente de la transición hacia energías limpias”, explica Manel Montero, director general de Grupo Moure.

Impacto en el consumidor y el mercado

El incremento de los carburantes no solo afecta a los conductores particulares, sino que también repercute en sectores clave como el transporte y la distribución de bienes, lo que puede derivar en una subida generalizada de precios en otros productos y servicios.

Además, el avance de la movilidad eléctrica y la transición energética también están redefiniendo el panorama. Aunque la adopción de vehículos eléctricos está en aumento, aún queda un largo camino para que estos sustituyan de manera generalizada a los coches de combustión. Mientras tanto, los consumidores continúan lidiando con el impacto de estos aumentos, haciendo que llenar el depósito sea una carga cada vez mayor para sus economías diarias.