El pasado viernes se celebró en Madrid Circular 3: Encuentros de moda circular y sostenible, un foro sobre sostenibilidad que tuvo lugar el mismo día que muchas tiendas colgaban carteles rojos de descuentos con motivo del Black Friday. Así lo señaló en la presentación del evento Helena López de Hierro, directora del Museo del Traje, edificio que acogió y abrazó la cita, quien aseguró que el modelo de consumo desaforado daña a las personas y al medio ambiente.
Los ponentes recordaron que uno de los debates más acuciantes de la industria textil de nuestro tiempo es la sostenibilidad Entre los datos más demoledores figura el hecho de que cada europeo consume 19 kilos de textil al año, de los cuales 16 se desechan. Deseos de usar y tirar, que cantaría Bunbury.
Moda Re- y la gestión de la ropa usada
Otra de las ponentes fue Noema Paniagua, la directora de Moda-Re, una cooperativa de iniciativa social sin ánimo de lucro promovida por Cáritas. La entidad, que cuenta con multitud de tiendas por toda España, se dedica a gestionar íntegramente el ciclo de la ropa usada: desde la recogida y preparación para la reutilización hasta el reciclaje, la donación social y la venta.
Además, Moda Re- emplea a 1.600 personas, la mitad de las cuales están en situación o riesgo de exclusión social, “acompañándolas en el desarrollo de habilidades y competencias clave”, explican en su página web. Hablamos con ella.
--Helena López de Hierro afirmó que “cada uno de nosotros tiene que hacer un ejercicio de autoconsciencia sobre qué consumidores somos y en qué tipo de consumidores nos queremos convertir. ¿Qué piensa al respecto, hay que tirar un poco de las orejas al consumidor?
--No sé si tirarle de las orejas. Lo que creo es que el reto al que nos enfrentamos es global, de un calado importante desde el punto de vista ecológico y social, y nos afecta a todos. En este sentido, todos tenemos un lugar en ese abanico de corresponsabilidad. Cuando hablamos de la ciudadanía, creo que a lo que se refería Helena es a hacernos conscientes de qué estamos comprando, cuánto van a durar las prendas que compramos, cómo van a ser reparadas, si cuando nosotros ya no las queramos podrán ser donadas y si los materiales de los que están hechas podrán o no ser reciclados y entrar de nuevo en la cadena de valor de la industria textil.
--Moda Re- es una entidad sin ánimo de lucro, pero ¿es posible rentabilizar la recogida de ropa usada? Lo pregunto porque, recientemente, la Universidad de Harvard ha analizado el modelo de negocio de su entidad y lo ha añadido a su catálogo de publicaciones.
--Sí, Impact Bridge ha colaborado con el Instituto de Empresa para hacer de Moda Re- un caso que ahora se puede estudiar en Harvard, de lo cual estamos súper orgullosos. La organización es interesante en tanto que es una organización sin ánimo de lucro constituida por empresas de inserción. Evidentemente, o somos rentables o no podemos dar respuesta al objeto de nuestra organización, que es el empleo a personas que están en riesgo de exclusión. Desde esa perspectiva, Moda Re- quiere ser rentable para dar trabajo a las personas que más lo necesitan.
--Usted ha comentado que cada vez recogen ropa de menor calidad. Esto hace pensar en un informe reciente de Greenpeace que alertaba de que muchas prendas de Shein contienen sustancias tóxicas, como los PFAS, que pueden perjudicar la salud. Sin embargo, el consumidor sigue eligiendo esta plataforma por el precio. ¿Cómo dar la vuelta a esta situación?
--Es una pregunta difícil, pero tiene que ver con la primera cuestión de la que hablábamos: cómo concienciamos a toda la ciudadanía de la importancia que tienen nuestros hábitos de compra. La ultra fast fashion está poniendo una cantidad de moda en el mercado que lo hace a veces insostenible. ¿Qué hacemos con todo ese producto? Porque, además, al ser de peor calidad, termina siendo un residuo antes. Creo que pasa por saber cómo nos decimos a nosotros mismos, a nuestros hijos o nietos cómo consumir de una manera diferente que haga sostenible la cadena.
--Uno de los ponentes destacó que sería importante resaltar los aspectos positivos de la industria y no demonizar la moda por su impacto ecológico.
--Sí, quizá estoy de acuerdo con él. Es una industria que está realizando muchos esfuerzos por competir en este contexto. Desde nuestra perspectiva, creo que siempre es más fácil afrontar un reto tan importante como es el desafío ecológico y social que supone el residuo textil en España con mensajes positivos, que pongan a la ropa de segunda mano de moda. Hacer que sea interesante para todos comprar segunda mano de calidad y duradera.
--La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) ha alertado de que el Real Decreto que prepara el Gobierno en materia de gestión de ropa y calzado usado podría suponer la destrucción de miles de empresas y 21.000 empleos directos. ¿Qué opina al respecto?
--Todo el sector está preocupado por la creación de esta regulación: los productores, las marcas, los gestores que estamos en el día a día… Creo que el Ministerio de Transición Ecológica tiene un interés por transponer las directivas europeas y por impulsar la circularidad en el sector textil. Desde Moda Re- hemos aportado alegaciones y pensamos que es imprescindible que se regule con urgencia y que se traslade el principio de que quien produce es quien se tiene que hacer responsable de la totalidad de la vida útil del producto. Este real decreto nos va a ayudar a poner recursos para que esto se pueda gestionar adecuadamente.
--¿Cómo funcionan los contenedores de Moda Re-? Usted ha hablado de que están sensorizados.
--Tenemos 9.000 contenedores, imagínate la dificultad que supone saber cuándo tienes que abrir uno para ir a recoger lo que hay dentro. Los sensores determinan cuándo está lleno o cuándo alcanza cierta capacidad, de tal manera que, cuando alcanza un nivel determinado, somos capaces de trasladar los camiones para recogerlo. Así se optimizan las rutas y tenemos mayor eficiencia en los transportes y la logística.
--No sé si manejan algún dato sorprendente en cuanto a volumen de ropa donada o si coincide con las áreas más pobladas, Madrid y Barcelona.
--La calidad de la ropa varía en función del local en el que están los contenedores y también el tipo: recogemos muchos más abrigos en el sur de España que en el norte. La población española sigue siendo increíblemente entregada: recibimos muchísima donación, y eso favorece la reutilización en las 200 tiendas que tenemos por toda España.
--Algunos ayuntamientos han tenido problemas con los robos de ropa de sus contenedores, ¿a ustedes les ha ocurrido?
--Sí, también. Es verdad que hay amantes de lo ajeno en todos los sectores, en este también, y en ocasiones nos encontramos los contenedores forzados. Estamos intentando establecer mecanismos para identificar cuándo nos han robado.