La historia de la humanidad también puede contarse a través de lo que calzamos. Mucho antes de que existieran las deportivas de alta gama o las pasarelas de moda, los primeros agricultores de la península Ibérica ya habían creado un zapato funcional, ergonómico y sorprendentemente moderno.
Hablamos de la sandalia de esparto hallada en la cueva de los Murciélagos de Albuñol (Granada), considerada el calzado más antiguo de Europa, con una antigüedad de 6.200 años.
El zapato más antiguo de Europa
El hallazgo, realizado en 2021 por un equipo de investigadores de la Universidad de Alcalá y la Autónoma de Barcelona, reveló no solo un objeto de uso cotidiano, sino también un símbolo de ingenio y adaptación.
Confeccionada con fibras vegetales trenzadas en forma de ocho, la sandalia incorporaba sujeciones para el talón y el empeine, muy similares a las de una alpargata actual. Tanto, que hoy podría pasar por una pieza artesanal contemporánea.
Un puente entre el Neolítico y la moda actual
Las excepcionales condiciones de sequedad de la cueva granadina permitieron conservar una veintena de sandalias en perfecto estado. El ejemplar más destacado, por su diseño y conservación, forma parte hoy de la colección del Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
El hallazgo llamó la atención de Toni Pons, la histórica firma catalana especializada en alpargatas desde 1946. “Recuerdo ver la noticia y quedarnos maravillados, porque era tal cual la suela de una alpargata”, explica Claudia Bermejo, directora de comunicación de la compañía, en declaraciones a El País Semanal.
'El origen de la alpargata'
De esa fascinación nació el proyecto El origen de la alpargata, una colaboración entre la marca y el equipo de arqueólogos que ha permitido reproducir fielmente las sandalias prehistóricas. Bajo la dirección de la investigadora textil Anna Homs y el maestro zapatero Miquel Quer, se fabricaron réplicas expuestas en varias tiendas de la firma este verano.
“Es como tender un puente entre el pasado y el presente. Rendimos homenaje a nuestros ancestros y al calzado que forma parte de nuestra identidad mediterránea”, señala Jordi Pons, tercera generación al frente de la empresa.
Un legado que sigue caminando
Lejos de ser una mera curiosidad arqueológica, este hallazgo refuerza la idea de que la artesanía y la innovación siempre han convivido. El éxito de Toni Pons en los últimos años lo demuestra: la firma vende más de 1,5 millones de pares de zapatos anualmente y está presente en más de 90 países.
El zapato más antiguo de Europa no solo es una reliquia del pasado, sino también una inspiración para el presente. Una prueba de que lo que un día fue necesidad puede convertirse, miles de años después, en símbolo cultural, identidad mediterránea y moda global.