Acusan a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) de imponer multas ridículas a las aerolíneas
Facua cree que el organismo actúa con "tibieza" y que no es lo suficientemente transparente cuando los ciudadanos solicitan información

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) es la autoridad en España que se encarga, en teoría, de que volar sea seguro para todos. No solo pone multas si una aerolínea no cumple las reglas, sino que también trabaja para que las normas de seguridad en los vuelos se respeten. Su labor también incluye impulsar y aplicar las leyes internacionales.
Según declara la entidad en su página web, su objetivo pasa por ser “una institución modelo para la sociedad, aportar seguridad, calidad y sostenibilidad al sistema de aviación civil nacional e internacional, ser una referencia en seguridad y eficiencia para Europa”.
Las reclamaciones no se traducen en multas
A pesar de estas palabras, la AESA no es todo lo transparente que debería ser: Facua ha denunciado que menos del 5% de las reclamaciones presentadas por los pasajeros ante el organismo se traducen en multas a las aerolíneas debido a la “tibieza” del organismo y a una serie de “graves deficiencias” en el régimen sancionador establecido en la ley.

La asociación ha reclamado al ministro de Transportes, Óscar Puente, que impulse una modificación en la Ley de Seguridad Aérea, ya que su redacción actual “permite a las compañías saltarse sus obligaciones sin temor a ser multadas”.
Sin pago de compensaciones
En concreto, Facua considera que, cuando se producen denegaciones de embarque, cancelaciones y retrasos de más de 3 horas en llegar al destino, la ley posibilita que las aerolíneas se salten su obligación de pagar a los pasajeros las compensaciones de entre 250 y 600 euros, además de los gastos de comida, bebida y alojamiento que marca la normativa europea.
En este sentido, la redacción del artículo 45 bis de la ley establece que el incumplimiento de las normas sobre compensación y asistencia no es por sí mismo una infracción y, por tanto, una práctica sancionable. Solo lo es si el pasajero presenta una reclamación ante la AESA.

Falta de transparencia
Facua ha solicitado información al Portal de Transparencia de la AESA, pero la entidad ha denegado la mayor parte de las peticiones porque considera que para facilitar los datos tendría que "realizar un trabajo de recopilación, ordenación y confección específica totalmente personalizada para el solicitante".
En concreto, Facua pidió el importe total de las multas impuestas a compañías aéreas en los últimos años, el desglose de esas importaciones por compañías y el desglose por motivos de las sanciones; y la Agencia solo ha accedido a facilitar el primero de los datos. Estas carencias, cree Facua, denotan “una falta de transparencia hacia los ciudadanos y la ausencia de interés por evaluar el nivel que alcanzan las vulnerabilidades de la normativa europea de las que son víctimas multitud de pasajeros”.
Multas ridículas
En cuanto al montante total de las sanciones, Facua cree que resulta ridículo teniendo en cuenta el elevado número de fraudes que comete el sector. Así, los expedientes sancionadores resueltos por la AESA en 2024 contra compañías aéreas derivaron en solo 2,4 millones de euros en multas, cifra que además fue un 25% inferior a la del ejercicio anterior.
En 2023, la Agencia recibió 32.457 reclamaciones de pasajeros. Ese año incoó solo 1.475 expedientes sancionadores a las distintas empresas sobre las que tiene competencias, de las cuales ni siquiera aclaran cuántas de ellas eran compañías aéreas. Al año siguiente la cifra se redujo a 1.178 expedientes.