La última Evaluación de las amenazas de los delitos contra la propiedad intelectual elaborada por la Europol y la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo) concluye que la distribución de productos falsificados ha aumentado durante la pandemia. Además, alertan se ha incrementado la importación de determinados productos falsificados que suponen una grave amenaza para la salud de los consumidores.
Y es que, tal y como aseguran los organismos europeos, la crisis sanitaria ha ofrecido nuevas oportunidades para el comercio de productos falsificados y los delincuentes han adaptado sus modelos de negocio a la nueva demanda en los tiempos del Covid.
Productos falsificados que pueden dañar la salud
Además de las categorías de ropa y artículos de lujo, que son los productos falsificados más comunes, existe un comercio creciente de artículos falsificados que pueden dañar la salud humana, como medicamentos, alimentos y bebidas, cosméticos y juguetes falsificados.
En los últimos años, se han detectado cada vez más productos farmacéuticos falsificados, que van desde diversos medicamentos hasta equipos de protección individual o mascarillas. La distribución se ha desplazado casi por completo de los mercados físicos a los mercados en línea, lo que ha planteado motivos de preocupación en materia de salud pública. Estos productos ilícitos proceden en gran medida de fuera de la UE, pero también pueden producirse en laboratorios ilegales dentro de la UE, que son difíciles de detectar y pueden establecerse con relativamente pocos recursos.
Bebidas y alimentos ilícitos
La producción de productos alimenticios ilícitos, y en especial de bebidas, se ha vuelto más profesional y sofisticada, y algunos falsificadores abarcan toda la cadena de suministro y distribución. También se detectan de manera generalizada vulneraciones de las indicaciones geográficas protegidas.
“La pandemia ha facilitado nuevas oportunidades de negocio a los delincuentes en la distribución de productos falsificados y de calidad inferior”, apunta la directora ejecutiva de Europol, Catherine De Bolle, quien asegura que, en el mejor de los casos, estos productos no funcionan tan bien como los auténticos, pero, en el peor de los casos, “pueden acarrear consecuencias catastróficas”.
Móviles, accesorios y otros artículos pirateados
Los teléfonos móviles, sus accesorios y componentes también se encuentran entre las principales categorías de productos falsificados incautados, y se venden en grandes cantidades durante los días especiales de rebajas como el Black Friday y el Cyber Monday. Los falsificadores se han aprovechado recientemente de la escasez mundial de suministro de chips semiconductores.
En el caso de los perfumes y los cosméticos, la producción ilícita se centra en productos de uso cotidiano, como champú, pasta dentífrica o detergentes. El comercio de plaguicidas ilícitos todavía es una actividad de bajo riesgo y alta rentabilidad, sostenida por una elevada demanda y por las escasas sanciones para los infractores.