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El vía crucis de poner placas solares en casa: esperar un año para recibir las compensaciones

La falta de transparencia y los retrasos para recibir la contraprestación económica por la energía generada mediante sistemas fotovoltaicos irrita a los usuarios

Paneles solares en un campo / FREEPIK
Paneles solares en un campo / FREEPIK

La energía solar en España empezó con mal pie. En marzo de 2020, un año más tarde de lo previsto, se oficializó el real decreto que regula el autoconsumo de energía solar. Dicha normativa señala que las personas que tengan una instalación fotovoltaica para consumo propio tienen la posibilidad de recibir una compensación económica por el excedente de energía producida por sus paneles solares que viertan a la red eléctrica general

Sin embargo, acogerse a esta normativa es más complejo de lo que parece. Un usuario de Forocoches narraba la pesadilla que supone ponerse placas solares e intentar que las compañías eléctricas te compensen por tu actividad y sostenibilidad. Como si se tratara de un diario, el usuario narra en esta plataforma online las problemáticas que le han surgido. “Sigo sin saber nada, envío emails cada semana y no me contesta nadie. Esta mañana he llamado directamente por teléfono y me dicen que la única forma es por email”, se queja  en el foro. La última publicación sobre su odisea la publicó en junio de 2021 o: “Me pongo paneles solares para que me compensen y es imposible”. Pero este no es el único cliente afectado, bajo el hashtag #CompensacionExcedentes centenares de personas se preguntan dónde está su recompensa por generar más energía de la que usan. De media, llevan un año esperando sin respuesta alguna. Pero ¿qué pasa? ¿cuál es el problema? 

Faltan funcionarios 

A juicio de Javier Domínguez, portavoz de la empresa Cambio Energético, especialistas en instalaciones fotovoltaicas, este conflicto tiene varias vertientes. En primer lugar,  “hay un colapso en los gobiernos de las comunidades autónomas”. Ellos se encargan de autorizar las instalaciones fotovoltaicas. En algunas regiones el trámite va mucho más lento que en otras, “porque la vía de solicitar los permisos es la misma para particulares, industrias y grandes proyectos”, subraya el empresario, quien también afirma que “la comunidad más lenta de todas, sin lugar a dudas, es Castilla-La Mancha”. 

Domínguez señala que “como en todos los sectores, se priorizan las propuestas en función de la inversión hecha”, con lo que los grandes proyectos colapsan la gestión de los permisos. “Si la documentación para instalar un parque solar tarda medio año, ese medio año se tendrá que esperar el consumidor individual”. La tardanza se agrava porque, además,  “faltan funcionarios y especialización”, destaca el experto. 

Las distribuidoras y comercializadoras

Para Pedro Antonio Martínez, ingeniero eléctrico y especialista en energía fotovoltaica, “el problema está en el tándem entre la distribuidora y la comercializadora”. En España hay dos mercados de energía: el regulado y el libre. El primero está controlado por el Gobierno, quien, cada hora, estipula los precios que tiene la luz. ”Obtienes menos beneficios, porque el precio de la  energía es inferior que en el mercado libre, pero es más seguro”, indica el ingeniero. En cambio, en el mercado libre no hay un margen estipulado. Varía según la oferta y la demanda. “Es aquel donde tienen presencia las compañías más grandes, las que anuncian sus tarifas en la televisión”. Y al existir estos dos mercados, “hay dos tipos de tarifas de luz”. Por eso nacen las disputas

“Muchas comercializadoras, que se encargan de compensar el excedente de luz, intentan aprovecharse de los usuarios que se suman al autoconsumo. Tratan de que éstos se pasen del mercado regulado al libre, donde las grandes empresas consiguen mayores márgenes de beneficio”, advierte Martínez. Por ello, a juicio de este experto, en vez de facilitar el proceso de instalación de placas, las comercializadoras y las distribuidoras “luchan por sus propios intereses”.

Un año o más de espera  

Además de intentar atraer clientes al mercado libre, la comunicación entre la comercializadora y la distribuidora no es fluida. Según Domínguez, si éstas no son del mismo grupo empresarial, el contacto entre ambas entidades es nulo. “Al no obtener ningún beneficio, no son resolutivas y posponen los trámites”, señala el mismo. 

A modo de ejemplo, el usuario de Forocoches que narra su pesadilla con los paneles asegura que en mayo de 2021 la comercializadora se puso en contacto con él para avisarle de que la distribuidora “está pasando de ellos” y que por ello, “no podían solucionar su problema”. Para el forero, este proceso, que se alarga casi un año, es “un cachondeo increíble”. Después de unos días, la comercializadora consiguió entablar conversación con la distribuidora, quien se dio cuenta de que el fallo era que no tenían bien apuntado el número de su CUPS --una especie de DNI del contador--. Pero esto no acabó aquí. “Recibo un mail de la comercializadora en el que explican que ya ha comunicado mi CUPS correcto. Llamo de inmediato a la distribuidora para asegurarme y me dicen que ellos no han recibido nada. Mi gozo en un pozo”, concluye desesperado el afectado.

Compensación retroactiva 

Tarde o temprano, cuando la distribuidora y la comercializadora van a una y el cliente consigue obtener su compensación de excedentes, éste ya no intenta reclamar el excedente de energía eléctrica que ha inyectado en la red durante todo el tiempo de tramitación. “Aunque es su derecho”, afirma Lluís Cusí, Coordinador Nacional de la Asociación de Autoconsumidores.

Por ello, esta asociación ha iniciado procedimientos para reclamar una compensación retroactiva a quienes las compañías dejaron en la estacada y ofrecieron su servicio en balde. “Cataluña ha sido la primera comunidad autónoma que se ha puesto a favor del consumidor y ha pagado la compensación que no recibieron”, afirma el coordinador. En total, la Generalitat está pagando entre 200 y 500 euros por cliente. “Tampoco es mucho, pero se agradece”. Al fin y al cabo, cabe señalar que una instalación fotovoltaica básica genera de media entre 15 y 20 euros mensuales de excedentes. Cusí también señala que otro de los fallos del sector es que “las normativas varían mucho en función de la comunidad autónoma”. “Un aspecto que dificulta las reclamaciones”, concluye.

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