Hace tiempo que los bolsos dejaron de ser simples accesorios para convertirse en auténticos objetos de deseo. Firmas como Valentino, Balenciaga o Loewe han elevado este complemento a la categoría de arte con diseños extravagantes, originales y con un punto surrealista.
Ya no se trata solo de llevar algo funcional, sino de destacar, marcar estilo y añadir un plus de personalidad al conjunto. "El bolso gana protagonismo, es la pieza angular del estilismo, y si es original y divertido, mucho mejor", confiesa Alicia Hernández, experta en comunicación de moda y directora de la empresa Vality.
Del café para llevar a las patatas fritas de Balenciaga
Esta temporada, las marcas de lujo se esmeran por ofrecer bolsos que escapen a las normas tradicionales del diseño, sin importar el género. "Viven su momento álgido", subraya Hernández.
Demna Gvasalia, director creativo de Balenciaga, ha llevado el trampantojo al terreno de los bolsos con una serie de piezas sorprendentes. Uno de los más comentados es el modelo 9 AM Clutch, que imita a la perfección un vaso térmico de café y está confeccionado en piel de becerro. Su precio se dispara a 4.800 euros. El juego visual continúa con un bolso que replica una bolsa de patatas fritas, a la venta por 1.650 euros. Y, en su colección primavera-verano 2025, propone una cartera de mano con forma de caja de zapatos y otro modelo para colgar al hombro que simula una bolsa portatrajes.
Loewe: arte y naturaleza
La firma española Loewe lleva años explorando esta vía artística. Ya en 2018, Jonathan Anderson lanzó el modelo elefante con el objetivo de recaudar fondos para la protección de estos animales en Asia y África.
Desde entonces, Loewe ha presentado diseños como el hatillo de espárragos o el modelo paloma. Entre sus últimas propuestas destacan Bird, adornado con plumas, pico en madera esculpida y ojos en nácar; Hamster, hecho de lana de oveja o Squeeze, inspirado en una fresa, con cuentas bordadas a mano y asa de flecos que representan sus hojas.
El gato de Valentino y las perlas de Chanel
La casa italiana Valentino también se ha sumado a esta corriente con un bolso con forma de gato. Con detalles pintados a manos, correa desmontable bañada en platino y cierre magnético, este accesorio tiene un precio de 4.500 euros.
Coqueto resulta el bolso que recrea el collar de perlas de Chanel. Más poético, el modelo que simula una jaula de pájaros. Se trata de una versión en miniatura de metal dorado y cristal que recuerda a la casita de pájaros que tenía Gabrielle Chanel en su apartamento en el número 31 de la calle Cambon en París. También sorprende con un modelo que imita el icónico perfume Chanel Nº 5, disponible solo bajo petición.
"Una obra de arte"
La fantasía y el surrealismo se han convertido en el nuevo lenguaje del lujo. Otros ejemplos recientes de bolsos con notas surrealistas son el modelo sandia de Moschino; el oso de Vivienne Westwood, la barra de pan de Fendi, el libro de Olympia Le-Tan o la guitarra eléctrica de Salvador Bachiller.
Y es que en la actualidad el bolso no es solo un accesorio funcional donde guardar nuestras pertenencias."Cada vez son más pequeños, son un accesorio artístico, más próximo a una obra de arte que a un complemento de moda", concluye Hernández.