Las tiendas que venden perros, gatos y hurones tendrán una prórroga de un año para cesar su actividad una vez aprobada la ley de protección y bienestar animal. Así lo han acordado el PSOE y Unidas Podemos (UP) en una enmienda conjunta. La norma, que actualmente está en tramitación parlamentaria, recoge que la venta de esas especies como animales de compañía sólo podrá realizarse directamente desde la persona criadora registrada.
Se trata de un proyecto de ley envuelto en polémica desde sus orígenes, no sólo a nivel jurídico y social sino también político, y dentro del propio Gobierno. Una de las enmiendas presentadas más criticada plantea excluir a los perros de caza del texto de esta iniciativa, impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales que dirige Ione Belarra (UP).
Espacios separados para no ver a los animales en las tiendas
También PSOE y Unidas Podemos han propuesto que se incluya en la ley que el establecimiento "donde se vendan animales de compañía" tendrá "separaciones físicas entre las zonas de paso y las instalaciones de animales, de forma que restrinja al público el acceso a estos". En cuanto a los cetáceos en cautividad (como las orcas o los delfines), PSOE y Podemos han pactado que a partir del 1 de enero de 2026 sólo se podrán criar y mantener cautivos en centros que puedan garantizar la idoneidad de sus instalaciones.
También está sobre el foco la "reubicación" de las colonias de gatos y los deportes cinológicos, es decir, las competiciones de perros, donde deberá primar el bienestar del animal. Por otra parte, se plantea excluir de esta ley de las especies criadas y mantenidas de acuerdo con el real decreto para proteger los animales utilizados en experimentos y otros fines científicos (incluyendo docencia) y los utilizados en investigación clínica veterinaria.