Carlos Martínez (Paradores): “Tenemos la sostenibilidad en el ADN desde hace 100 años”
El experto destaca el papel de la hotelera pública a la hora de llevar el turismo de calidad al interior, en lugares despoblados “donde ningún privado invertiría”

Paradores cerró 2024 con un beneficio neto de 40 millones de euros, la cifra más alta en sus casi 100 años de historia, y un 40% superior a la anterior mejor marca. Además, superó los 346 millones de euros en ingresos. Nada mal para una compañía casi centenaria que no juega al boyante juego del turismo con las mismas cartas que el resto y que además tiene varios establecimientos en obras.
Hablamos con Carlos Martínez, director de negocio de la hotelera pública que invertirá 250 millones de euros para llevar a cabo una modernización y renovación de sus paradores en los próximos tres años.
–Pregunta: El stand de Paradores en Fitur se inspiraba en el de Sigüenza y utilizaba materiales sostenibles, “minimizando el impacto medioambiental en su construcción y promoviendo la reutilización posterior de los mismos”. En la feria se habló mucho de sostenibilidad, algo en lo que Paradores siempre ha puesto mucho cuidado casi de forma orgánica. ¿Ustedes tienen esa sensación?
–Respuesta: Una de las señas de identidad de Paradores es la sostenibilidad, pero no la sostenibilidad entendida como desde hace unos años estamos viendo, que es para subirse a la ola. La sostenibilidad no solo es medioambiental, está la parte social y la de gobernanza. Nosotros tenemos Paradores en lugares despoblados, en el interior, donde un privado nunca invertiría, por lo que, en términos de sostenibilidad, nadie apuesta como nosotros por el producto local, por el producto de cercanía… Ahora se le está poniendo nombre a la sostenibilidad y se le está dando una importancia, que la tiene, pero Paradores la tiene en el ADN, y lo único que está haciendo es aplicar las políticas que llevamos 100 años aplicando.

–En 2024, Paradores registró una ocupación récord del 74% y sumó muchos nuevos clientes. ¿Cómo se compite en un entorno tan competitivo y a qué clientes se dirige Paradores?
–Al final, no podemos esconder lo que somos. Es cierto que la edad media del cliente de Paradores es la que es, y la que nos interesa que sea y con la que estamos a gusto; pero eso no significa que no podamos apostar por otros rangos de edad. Competimos en el mayor sector que hay en España: la hostelería, la restauración y el ocio. Creo que se están haciendo las cosas bien, que Paradores sigue apostando por un turismo sostenible y sostenido en el tiempo que además tiene que ver con evitar las masificaciones, en un contexto en el que ahora parece que empieza a haber una pequeña ola de turismofobia.
–Ahora hay varios paradores en obras. Entiendo que reformar un palacete o un castillo exige una sensibilidad y un presupuesto fuerte, ¿cómo se capea eso?
–Con mucha paciencia, con muchos expertos, porque no podemos olvidar que tratamos con bienes de interés cultural y bienes de patrimonio del Estado. Lo que hacemos es ser todo lo profesionales que podemos para conservar el patrimonio, pero a la vez explotarlo con las mayores garantías para que el cliente, además de vivir la experiencia de dormir en un convento, pueda tener las comodidades del mejor hotel.

–Al sector le preocupa la falta de profesionales especializados y la pérdida de poder adquisitivo, ¿qué opina Paradores al respecto?
–No somos una rara avis en ese sentido, al sector le va bien y a Paradores le va bien. Las perspectivas para 2025 son muy buenas, pero eso no significa que no haya dificultades, como esas dos que nombra. La falta de gente que se quiera dedicar a la hostelería cada vez es mayor, así que nos toca reinventarnos como compañía, hacer carrera, fomentar el talento interno… Y en ello estamos.
–Dígame un deseo y una amenaza para 2025.
–La amenaza es común: la situación geopolítica mundial. La inestabilidad hace que el turismo, que es un bien de lujo, sea lo primero que elimina el consumidor. El deseo sería seguir en la línea en la que estamos los últimos años, colaborando a que el turismo español sea referente a nivel mundial.