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El futuro del 'streaming' ya está aquí: las nuevas formas de consumo que arrasan entre los usuarios

La personalización del 'streaming', los contenidos originales y la accesibilidad están redefiniendo el entretenimiento digital en el televisor

Rocío Antón

La pantalla de una plataforma de 'streaming' / CANVA

Hubo un tiempo en que las noches de cine en casa empezaban mucho antes de darle al play. La magia arrancaba paseando por los pasillos del videoclub, ese lugar donde las estanterías mostraban carátulas llamativas a ojos de los cinéfilos. La búsqueda de la película perfecta era todo un ritual. Discutir con amigos o hermanos, cambiar de idea al ver la portada de la última superproducción de Hollywood, o descubrir algún título escondido en la sección de “Novedades”.

Películas en formato físico en la estantería de un videoclub / PIXABAY

El sonido del rebobinado, la funda de plástico y el “no olvides devolverla el lunes” formaban parte de una experiencia que hoy, en plena era del streaming, se recuerda con una sonrisa entrañable y casi pleistocénica. Sí, ahora que precisamente todo esto parece un vago recuerdo, lo cierto es que ese desfilar de carátulas sigue estando presente en el modo en el que las plataformas nos invitan a ojear sus estrenos y películas. Solo que ahora esta posibilidad no te obliga a salir de casa, ya que puedes descartar, seleccionar o hacer scroll con el mando de la televisión.

'Streaming', la revolución del entretenimiento digital

La expansión del streaming parece imparable. Con conexiones cada vez más rápidas y una audiencia en crecimiento, las plataformas seguirán dominando el mercado audiovisual. El mix entre personalización, flexibilidad y contenidos exclusivos asegura su liderazgo.

Un ordenador con la aplicación de Netflix / UNSPLASH

Lo que empezó como alternativa a la televisión tradicional se ha convertido en la forma principal de entretenimiento. El futuro traerá más interactividad, catálogos diversos y la integración de eventos en vivo que antes solo se podían disfrutar en persona. Es una tendencia que no retrocede y ya no es una moda, sino una nueva forma de vivir el ocio. Una experiencia que combina comodidad, calidad y conexión social, transformando por completo la relación entre los espectadores y los contenidos.

Una experiencia personalizada

Uno de los grandes encantos de las plataformas de streaming es su capacidad para adaptarse a cada usuario. Gracias a algoritmos que analizan hábitos de consumo, las recomendaciones se ajustan como un traje a medida. De este modo, ya no dependemos de carteleras con programación actualizada y rígida, somos nosotros quienes diseñamos qué, cuándo y cómo ver.

¿Eres un nostálgico? Plataformas como Netflix te ofrecen todo tipo de series antiguas que seguramente veías hace dos décadas.

Clasificación de las plataformas de 'streaming' por cuota de mercado / JUSTWATCH

La posibilidad de crear perfiles individuales dentro de una misma cuenta también potencia esta personalización. Cada miembro de la familia disfruta de sus listas y sugerencias únicas, lo que incrementa el tiempo de uso y la fidelidad a la plataforma.

Acceso multiplataforma y sin límites

Otro de los pilares del streaming es su versatilidad. Podemos empezar un episodio desde el móvil, retomarlo en la televisión al llegar a casa y continuar en el ordenador. Esta libertad de elección se complementa con funciones como pausar, retroceder o adelantar, algo impensable en la era de la televisión lineal.

Televisores con los logos de algunas plataformas de 'streaming' / UNSPLASH

La experiencia fluye en distintos dispositivos y se adapta al ritmo de vida de los usuarios.

De la cita colectiva al fenómeno digital

El streaming también transformó la manera de socializar el entretenimiento. Si antes un estreno reunía a la familia frente al televisor a una hora exacta, hoy cada persona elige su propio momento.

Una televisión con el logo de Netflix / UNSPLASH

Sin embargo, lo individual no excluye lo colectivo. Y es que las redes sociales, los grupos de chat y los foros se han convertido en los nuevos espacios para comentar y debatir. Así nacen fenómenos virales que recorren el mundo en cuestión de horas, generando conversaciones simultáneas en diferentes países.

El 'boom' del contenido original

Lejos quedaron los días en que estas plataformas solo albergaban producciones ajenas. Hoy, su gran apuesta es el contenido exclusivo: series propias, películas filmadas para streaming y hasta conciertos en vivo que solo se encuentran allí.

Una persona ve una película en su tablet / FREEPIK

Este fenómeno impulsa además a la industria audiovisual local. En Argentina, por ejemplo, cada vez más creadores logran llegar a públicos internacionales sin depender de las viejas estructuras de distribución. El resultado es una cartelera global donde conviven grandes producciones con proyectos independientes e innovadores.

Nuevos formatos para nuevas audiencias

El auge del streaming abrió la puerta a formatos innovadores, como miniseries, documentales interactivos y recitales en vivo que luego quedan disponibles bajo demanda.

También los estrenos globales simultáneos son ya una norma, permitiendo que una producción se difunda al mismo tiempo en todos los continentes. Se trata de un ecosistema en constante movimiento, siempre atento a lo que pide el espectador.

¿Todo en un solo lugar?

El exceso de opciones genera un nuevo desafío. ¿Cómo organizar tantas plataformas? Cada vez más usuarios demandan espacios que integren distintos catálogos en un mismo servicio. De ahí que plataformas como Movistar incluyan Netflix o HBO dentro de su propia interfaz, simplificando la experiencia y reduciendo costes de suscripciones múltiples.

Esta tendencia hacia la centralización no solo aporta practicidad, también mejora la accesibilidad y convierte la experiencia en algo más intuitivo.