Los secretos detrás de los patinadores de Disney On Ice, el show que triunfa desde los 80
Consumidor Global se adentra en el backstage del espectáculo, que estará en Barcelona hasta el 16 de febrero, para conocer de cerca los exigentes entrenamientos del elenco

Franco Martínez tenía 15 años cuando acompañó a su hermana a una pista de hielo. Ella no quería ir sola, pero fue él quien quedó atrapado por la sutil fascinación del patinaje. Aquel primer contacto fue una epifanía sobre cuchillas que, sin saberlo, marcaría el rumbo de su destino. Diez años después, Franco se ha convertido en uno de los patinadores de Disney On Ice, el espectáculo itinerante desde los años ochenta que vuelve al Palau Sant Jordi del 13 al 16 de febrero.
“Ahora tengo 26 años, y desde hace cuatro viajo por el mundo encarnando a Eric, el príncipe de La Sirenita”, cuenta a Consumidor Global con la mirada achinada por su desmesurada sonrisa. Detrás de esa fachada, casi sobreactuada, hay una preparación meticulosa que combina resistencia física, destreza artística y una entrega absoluta al relato que se despliega en cada función. “Chao, me voy, que estoy entrenando”, se despide el joven mexicano antes de deslizarse sobre la pista en dirección a su compañera.
Horas de prácticas y repeticiones
Alejandro García comenta que una de sus grandes aficiones era ver las pruebas de patinaje en los Juegos Olímpicos de Invierno, lo que le llevó a empezar a patinar a los 13 años. Ha competido en los Nacionales de México como patinador individual, además de participar en cuatro campeonatos mundiales de patinaje sincronizado representando a México, su país.

Desde 2019 forma parte del equipo de Feld Entertainment, donde ha participado en diversos espectáculos de Disney On Ice. “Es un sueño hecho realidad. Pero detrás de cada función hay incontables horas de práctica, repeticiones y sacrificios. La recompensa es ver los rostros maravillados del público”, enfatiza el patinador profesional.
María, la anfitriona en España
María Silva, anfitriona del show en España, conoce bien esta exigencia. “De niña, hace 20 años, soñaba con el patinaje mientras veía competiciones internacionales, sin imaginar que, años más tarde, me convertiría en la guía de un espectáculo de Disney”, comparte a este medio.

Su papel trasciende la mera presentación. Interactúa con Mickey, Minnie, Donald y Goofy para llevar a la audiencia por un recorrido que abarca desde los clásicos como Mulan y Toy Story hasta éxitos recientes como Encanto. “La anfitriona no solo patina, sino que establece un vínculo con el público, es el hilo invisible que une la fantasía con la emoción genuina”, explica Silva. Para ella, “cada función es una prueba de que los sueños, cuando se persiguen con pasión, pueden cobrar vida”.
Cuánto entrenan los patinadores
Para los 45 patinadores que forman el elenco, la rutina varía en función de la intensidad del día. Si hay tres funciones programadas --cada una de una duración de 90 minutos--, el descanso es absoluto para preservar la energía. En jornadas con uno o dos espectáculos, dedican entre cuatro y cinco horas al entrenamiento, alternando repeticiones de coreografías con sesiones de fortalecimiento físico. Durante las tres semanas previas al inicio de una gira, el ritmo es aún más intenso, con jornadas que alcanzan las ocho horas diarias.

En ese tiempo, los artistas perfeccionan los números, incorporan nuevas coreografías y elevan el nivel técnico con movimientos cada vez más exigentes. La introducción de elementos acrobáticos, como las espectaculares escenas aéreas en telas inspiradas en Enredados y La Sirenita, añade un desafío adicional que requiere un entrenamiento especializado.
El equipo de logística
“Disney On Ice comenzó en los años ochenta y nosotros lo traemos desde hace más de 30 años. Es una producción con un alto nivel de exigencia logística. Cada espectáculo requiere una planificación meticulosa, que abarca desde el transporte de toneladas de material hasta la sincronización perfecta entre artistas y técnicos”, Luciana Forte, portavoz de Proactiv Entertainment en declaraciones a Consumidor Global.

Detrás del espectáculo, un equipo de logística se encarga de que todo funcione a la perfección. Montar la pista de hielo, de 42 metros de extensión, requiere dos o tres días de trabajo, y transportar el equipo implica movilizar 17 camiones y tres autobuses llenos de material y personal. La vestimenta es otro pilar fundamental, con 250 trajes en escena, cada uno es diseñado y probado meticulosamente por más de 100 artesanos, con hasta siete pruebas antes de su estreno. La rapidez también es un factor esencial, y es que el cambio de vestuario más veloz se realiza en tan solo 53 segundos. "No hay pausas largas; el público, especialmente los niños, debe estar inmerso en la historia en todo momento", señala Forte.
Lo que no se ve
“La gente quizá no se imagina lo difícil que es conseguir fechas un jueves, viernes, sábado o domingo en el Palau Sant Jordi o en el WiZink Center, en el caso de Madrid (donde Disney on Ice presentó su show del 6 al 9 de febrero)”, destaca Fortes. “Trabajamos con mucha antelación y ya tenemos pactado el espectáculo de 2026. Conseguir fechas en los pabellones más solicitados de cada país no es tarea fácil”, añade la portavoz de Proactiv Entertainment, quien subraya que “hay un gran trabajo detrás de escena”.

La historia de Disney On Ice en España es una historia de tradición y evolución. Desde su primera presentación en el país, ha realizado 36 giras y más de 800 funciones, cautivando a más de cuatro millones de espectadores. “Aquí han venido niños con sus padres, que, ya adultos, han regresado con sus propios hijos. Durante el espectáculo quizá no te das cuenta, pero con los años recordarás que viviste algo especial, que te emocionaste. Al final, de eso se trata la vida”, concluye Forte.